Ciudad de México, 29 de julio (SinEmbargo).– El empleo en México, según el informe de Censos Económicos 2014 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), creció 3.7 por ciento en 10 años. Sin embargo, el modelo de subcontratación, conocido como outsourcing, lo hizo en un 48 por ciento en el mismo periodo.
Las cifras, coinciden especialistas, demuestran un aumento en el personal ocupado, pero el trabajo no es de buena calidad y no tiene buenas remuneraciones.
María Fonseca Paredes, directora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México, afirmó que esta práctica empresarial “genera más empleos, pero no crea una identidad con la empresa. Para el trabajador es una oportunidad, pero a su vez lo vuelve vulnerable”.
La especialista agregó que esta práctica puede tratarse de una alternativa que utilizan para no gastar en obligaciones patronales hacia los trabajadores, pero que no debe caer en la ilegalidad.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) reconoció en su reporte semanal “Análisis económico ejecutivo” de la primera semana de mayo que el empleo estaba creciendo en el país. Pero afirmó que era necesario que las fuentes de trabajo fueron de calidad; es decir, que era necesario concentrarlas en la formalidad con todos los beneficios que ello implica.
Los datos del Inegi revelaron que cada vez son más las empresas que se basan en este modelo para la contratación de su personal. Así de los 29 millones 642 mil 421 personas que al cierre de 2014 se ubicaron como personal ocupado, el 16.6 por ciento pertenece al régimen de subcontratación, o sea que no son dependientes de la razón social en la que trabajan.
El comercio ocupa el 33.5 por ciento del personal subcontratado; el 27.4 se encuentra dentro de la actividad de servicios no financieros; 25.9 está en el sector manufacturero y el 13.2 por ciento en otras actividades.
De acuerdo con el Inegi, las empresas medianas y grandes son las que más utilizan esta modalidad. EL 9.9 por ciento de las micro (hasta 10 personas) empresas ocupa este sistema de subcontratación; 16.1 las pequeñas empresas (11 a 50 personas); 30.5 las medianas (de 51 a 250 ) y 43.5 las grandes compañías ) 251 y más personas.
En septiembre de 2012, en los últimos meses del Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, se aprobó la Reforma Laboral con modificaciones a la Ley Federal del Trabajo donde quedó establecida la regulación de las empresas subcontratistas.
Fonseca Paredes comentó que el incremento de empresas outsourcing se debe a la propia dinámica social y explicó que esta práctica de negocios surgió desde los años 90 que van evolucionando.
MENORES REMUNERACIONES
Organismos internacionales como el Banco Mundial (BM) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indican que México se ubica en los últimos lugares de generación de empleos en América Latina y ofrece a sus trabajadores los salarios más bajos de la región.
Así lo afirmó también el director nacional de Estadísticas Económicas del Inegi, Arturo Blancas Espejo, quien dijo durante la presentación de las cifras 2014 que la remuneración del salario es menor que hace cinco años.
Pero también el costo laboral que cubren los establecimientos en forma de remuneraciones manifestó una reducción. En términos reales (a precios de 2013), del orden del 5.9 por ciento comparado con el Censo anterior, al pasar de 121 mil 480 pesos en promedio por persona en 2008 a 114 mil 300 pesos para 2013.
En esto también coincidió el CEESP, al explicar que si bien el empleo formal o informal crece, los salarios que se pagan en ambos sectores en las nuevas contrataciones son cada vez más bajos.
Otros factores que reflejan la “precarización” del empleo, sostuvo el organismo, son la informalidad, pues en este segmento los empleos generalmente son de mala calidad con ingresos bajos, así como la subocupación, que representa el porcentaje de la población ocupada que tiene la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual le permite.
Para la académica del Tec de Monterrey detalló que este sistema, conocido también como “terceriaciación”, se utiliza cuando requieren cumplir con funciones muy específicas que se adecuan a ciertas necesidades, como es el caso de la contratación de personal de limpieza, seguridad o marketing, o bien, para proyectos que sólo durarán un tiempo.
En ese sentido, Fonseca Paredes detalló que los trabajadores al ser contratados bajo esta modalidad no crean una antigüedad ni cuentan con seguridad social.
Dijo que para algunas compañías puede representar menos costos de nómina, “pero también deja de tener el beneficio de lealtad de los trabajadores o del conocimiento del back out de la empresa; son cuestiones que se tienen que analizar como empresas”.
Al respecto, el organismo de investigación y análisis del sector privado alertó que buen desempeño de la economía debería mostrar principalmente la capacidad de generar empleos formales.
Luis Foncerrada Pascal, director general del CEESP, explicó ayer a SinEmbargo que no sólo se trata de los bajos salarios sino que hay poca generación de empleo, por lo tiene que haber un cambio de dirección.
Las cifras disponibles indican que sólo en 2014, el total de ocupados con ingresos de hasta tres salarios mínimos aumentó en 897 mil 689 personas, mientras que el universo de ocupados con ingresos superiores a tres salarios mínimos se contrajo en un millón 64 mil 515.
“Desde hace años se han perdido empleos que estaban bien remunerados. Tan sólo en 2014 se perdieron más de un millón de empleos que ganaban más de tres salarios mínimos. No hemos sido capaces de absorber la gran demanda de empleo que hay por parte de la población. Sin embargo, no se pueden generar empleos sin inversión, y no hay la que se requiere”, expuso Foncerrada Pascal.
LOS GENERADORES DE EMPLEO
El Inegi dio a conocer que del total de personas ocupadas en el país, el 49.5 por ciento trabaja en actividades de servicios privados no financieros, mientras que el 24.3 por ciento labora en actividades comerciales y el 18.1 por ciento en establecimientos manufactureros.
El Censo Económico 2014 detalló que los servicios no financieros y el comercio mantuvieron su posición como principales generadores de empleo. En 2013 se registró que el 29 por ciento del personal ocupado desarrolla el comercio.
En ese sentido María Fonseca dijo que las personas se emplean más en servicios y en el sector comercial porque “se debe apostar por las nuevas formas de creación de productos y servicios de valor agregado, hay mas empleos en estos sectores porque es la forma más económica de hacer negocios”.
Agregó que para que las personas se empleen en otros sectores “se trata de una integración del todo; de inversión en investigación, desarrollo y educación para poder preparar “. Sin embargo expresó que “lamentablemente no siempre hay dinero para eso”.
Hay 5 millones 654 mil 012 establecimientos, de este total, apenas el 10.7 por ciento corresponde a las industrias manufactureras, mientras que el porcentaje más alto lo ocupan los servicios no financieros con el 42.5 por ciento, seguido del sector comercio con 44.8 y 2 del resto de las actividades económicas.
En ese sentido, Blancas Espejo dijo que una de las entidades que creció mucho en dicho sector fue el Distrito Federal, donde casi el 50 por ciento del incremento del empleo –que fue de 1.8 por ciento– recae en el sector de servicios, mientras que sólo un 10 por ciento se dedica a la actividad industrial.
Asimismo, el director de Inegi mencionó que Querétaro Guanajuato y Tamaulipas son los estados donde hay mayor producción industrial, mientras que en los del Sur y Centro de la República prevalece la actividad comercial, y en las penínsulas de Baja California y Yucatán se desarrollan más los servicios.
La especialista alertó que “no estamos desarrollando una política industrial y se implementan programas que no siguen una línea de desarrollo. Hay mucho genio y creatividad pero se cree poco en esto”.