Nombre. Josefina Martín
Ocupación. Protectora independiente y directora de Pet Concepts
Origen. Distrito Federal
Ciudad de México, 18 de julio (SinEmbargo).– Josefina Martín es etóloga de profesión; una experta en comportamiento animal que, impulsada por su gusto por estos seres, decidió profesionalizarse en el ámbito; pero no sólo eso, sino también involucrarse en la causa: «yo tengo gusto por los animales desde que tengo memoria y creo que ‘los culpables’ fueron mis padres […]. De cualquier modo, diversos azares de la vida me llevaron a involucrarme en el tema del cuidado y protección animal».
Y vaya que se ha involucrado: la década de los 80 es el arranque en su línea de tiempo en el tema de protección y defensa animal: «comencé antes, pero formalmente desde esa fecha porque ya participaba como voluntaria en varias asociaciones y comenzaba a enterarme un poco mas de la cuestión».
Hace tiempo, Martín participó como cofundadora de Red Amma, una asociación dedicada a brindar cursos de concientización y capacitación con relación a la tenencia responsable de mascotas de compañía. Ahora, es protectora y activista independiente y directora de Pet Concepts, un espacio que ofrece servicios de adiestramiento, pensión, veterinaria y hasta tratamientos funerarios para animales.
Pero independientemente de esta última faceta, su labor como animalista e incontables vivencias construidas a lo largo de más de treinta años en el rubro le han permitido forjar una postura que no puede ser menos crítica en cuanto al papel de las protectoras pues, aunque reconoce un punto verdaderamente positivo en la voluntad de ayudar a los animales, insiste en una necesidad de «profesionalización» de estos grupos:
«Lamentablemente a muchas protectoras les falta capacitación. Se trata de grupos que por diversas razones, principalmente carencias económicas, suelen no acudir a los cursos que se imparten».
Por otro lado, la falta de procesos más cuidadosos para dar mascotas en adopción y el desconocimiento de las leyes en la materia también son aspectos que preocupan a la activista, que insiste en la necesidad de mejorar la calidad de las asociaciones y recuerda:
«No todo mundo puede ser protector. Existen muchas personas que son nada más ‘acumuladores’, pero que una vez que tienen a los animales únicamente los tienen en jaulas […]. Ser protector no sólo es ‘recoger’ animales –acción que ya es plausible– si no rescatarlos, curarlos, tratarlos, esterilizarlos y encargarse de su adopción […]. Es importante que se comprenda que ser protector implica además de todo, también para la sociedad, un proceso de educación y concientización».
A propósito sobre la conciencia y educación en relación a los animales, Josefina Martín comenta: «yo creo que, ciertamente, la conciencia en el tema está aumentando; pero que [paradójicamente] así como ésta aumenta también se incrementan los casos de violencia a nivel social. Lo importante aquí es no olvidar la relación: mientras más formas de agresividad se hagan evidentes contra sectores vulnerables como animales y niños, más aumentará la violencia de forma global».
«Todo tiene que ver con nuestros valores –continúa– por eso, debemos tener en cuenta que asociaciones protectoras, instancias Gubernamentales, sociedad civil y medios de comunicación tenemos que trabajar en conjunto para que exista un verdadero cambio de actitud en la sociedad».
Según sus palabras, hace falta voluntad. Voluntad de los Gobiernos para echar a andar sus mecanismos de justicia; voluntad de la sociedad para denunciar, adoptar y participar; voluntad de algunas asociaciones para capacitarse y mejorar y voluntad de los medios para difundir un tema que, se acepte o no, es de un alto interés social.
Lo innegable es que a numerosas personas, como es el caso de Josefina Martín, les sobra esta voluntad, y que con su labor logran contagiarla: «En esta ocupación a mí todo me marca: cada perro que recibo, cada perrera que he visitado y cada refugio», concluye, mientras al fondo se escucha el escandaloso barullo de perros ladrando.
