Animales abandonados o muertos, zoológicos en condiciones impropias para recibirlos, aproximadamente dos mil personas sin trabajo, un Gobierno Federal con una evaluación pobre de las circunstancias en las que legisla y activistas satisfechos «a medias».
Las reformas a la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y de la Ley General de vida Silvestre entraron en vigor el pasado miércoles 8 de julio en medio de un panorama que, a pesar de las declaraciones oficiales, termina en incertidumbre para un gremio con más de 200 años de tradición, y más de un millar de animales que, si no mueren de hambre, se venden, rematan o abandonan.
¿Hizo el Gobierno Federal un registro y seguimiento minucioso de la situación en que se encontraban los animales de circo previo a prohibir su utilización en espectáculos? ¿Verificó la capacidad, situación y disponibilidad de los sitios a los que los mandaría? ¿Qué seguridad laboral le ofrece a los millares de personas que se calcula han perdido sus empleos?
Ciudad de México, 12 de julio (SinEmbargo).– «Queda prohibido el uso de ejemplares de vida silvestre en circos».
Un renglón. Con un sólo renglón, la adición al último párrafo del artículo 78 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente y de la Ley General de vida Silvestre, detonó la vanagloria del Gobierno, la indignación del gremio circense y el «medio» aplauso de organizaciones animalistas: «Velamos por el bienestar y dignidad animal». «Es un ataque frontal a nuestro gremio». «No sabemos dónde van a meter a los animales, pero es un paso positivo para su futuro».
«Invictus» murió porque tenía la mandíbula amputada. Era un oso negro. No fueron suficientes tres cirugías o una prótesis de titanio: «En marzo del 2014 [Invictus] se aseguró al circo ‘Harly Circus’ por haber amputado la mandíbula inferior […]» Más de treinta especialistas participaron en la reconstrucción de su mandíbula: «la reacción del oso a las placas de titanio fue muy satisfactoria, pero finalmente murió a causa de una afección cardíaca».
La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) no tiene un registro claro del número de circos y muchos menos de animales en ellos. El miércoles pasado, presumió haber asegurado 136 animales a circos. Vaya tarea. De los 199 circos que tienen registrados, únicamente inspeccionaron 75 en un plazo de dos años (de abril de 2013 a mayo de 2015). Es cierto: decomisaron 136 animales, pero 53 fueron devueltos.
Hay circenses que aseguran que es triste “que les quiten” a sus animales: «En lo personal es triste. Duro. Ellos son como parte de nuestra familia. Son como un miembro de la familia que se va y nunca vuelves a ver». Armado Cedeño platica que hay elefantes que han estado conviviendo con familias y miembros de un circo hasta por más de medio siglo. Es dueño del circo Hermanos Cedeño, y representante de la Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circos Mexicanos (UNEAC) «Es triste, es muy lamentable», concluye.
Todos los circos –dicen los transitorios de la ley– deben presentar a la Semarnat una base de datos que incluye el número y características de los ejemplares de vida silvestre que tengan para poner la misma a disposición de los zoológicos del país y que estos, a su vez, seleccionen a los ejemplares que sean susceptibles de ser integrados a sus colecciones.
Hasta ahora, “la falta de listas de animales [que los circos entregarían] ha impedido conocer el número exacto para determinar sobre el depósito”, expuso la dependencia en su sitio web.
–“Los zoológicos están en condiciones pésimas”. Claudia Edwards de la organización animalista Human Society International, se muestra incrédula de que Gobierno tenga capacidad para asegurar un destino digno y libre de violencia para los animales que dejarán de ser propiedad de circenses: del 2 de junio de 2015 a la fecha, –informó la Semarnat– 926 animales fueron asegurados en inspecciones realizadas en únicamente 12 de los 108 zoológicos registrados.
“En 1997 se creó el Sistema Nacional de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (SUMA). Las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAs) son espacios de promoción de esquemas alternativos de producción compatibles con la conservación de la vida silvestre […] Cada UMA debe contar con un Plan de Manejo aprobado por la SEMARNAT”, especifica la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.
Estaban congelados… violando los protocolos de actuación en caso de muerte, 40 cadáveres de crías de animales, entre grandes felinos, reptiles, aves y hasta un lobo canadiense y un antílope, estaban “guardados” en congeladores del “Club de los Animalitos”, en Puebla. Fue en febrero. Tres meses después, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) reubicaba a 31 ejemplares de fauna silvestre que “vivían en condiciones de hacinamiento y falta de trato digno y respetuoso”.
El “Club de los animalitos” era una UMA.
El Gobierno Federal dice que los animales entregados por los circos podrán ser recibidos en los 108 zoológicos y seis Centros para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (CIVS) que opera la Semarnat. Además “las opciones se amplían con los ejemplares que se canalicen a los CIVS, que desde ahí pueden enviarse a otras UMAS’s con capacidad para su recepción y manutención.
Existen circos que también están dados de alta como UMA’s. “Son hasta estúpidos. No conocen la ley”, dice Cedeño en entrevista con SinEmbargo.
“Tenemos cerca de 10 mil empleos en riesgo”, dice el representante de la UNEAC… Mientras tanto, esta semana el Presidente Enrique Peña Nieto celebró un informe que indicaba que en junio fueron generados más de 78 mil empleos formales. “Hasta ahora –continúa el representante de la UNEAC–, se han perdido dos mil empleos directos por el cierre de más de 70 circos en el país”.
“Las personas ya no quieren ir a los circos. Les meten a la gente ideas de que maltratamos animales con leyes estúpidas”.
“Qué bueno que les quitaron a los animales”. La activista Claudia Edwards, explica: “tenemos un problema ahora [con los animales que ya no estarán en los circos]; pero viendo a futuro, para todas las especies que no van a caer en malas condiciones [dentro de estos espacios], esta ley es un éxito y no debería echarse para atrás. Bien o mal, es un avance. Lo cierto es que faltó análisis y planeación: ¿a dónde se van a ir los animales?”
Datos apuntan a que un aproximado de 14 mil animales se quedó sin un lugar definido para vivir. Los circenses realizaron ventas de pánico y remataron a sus animales hasta por un 10 por ciento de su valor real, “porque, ¿qué hacemos con ellos?: no le vamos a regalar nuestros animales al gobierno”.
“A ellos no les puedes exigir que te den a los animales –explica Edwards-. La ley no está diseñada para incautar a los animales, sino para que ya no los exploten en los espectáculos. Si ellos los quieren seguir conservando y tienen un espacio en donde los pueden tener bien y los pueden cuidar y alimentar, legalmente lo pueden hacer […] Es una entrega voluntaria”.
“Las personas quieren circos con animales”. Cedeño asegura que las personas no acuden a circos sin ellos: “desde que se anunció esta ley, los circos han reportado un 80 o 90 por ciento de pérdidas económicas. Y no podemos mantener a los animales. Mantener a un animal es caro, y no hay dinero”.
El día de la entrada en vigor de las reformas, el titular de la Profepa, Guillermo Haro, aseguró que los propietarios podrán conservar animales con la condición de no presentarlos en espectáculos públicos aunque podrán usarlos para exhibición. “Vigilaremos que esto se haga con trato digno y respetuoso”, aseguró.
“Esta es una ley anticonstitucional. Retrógrada”. Estaba molesto. “Una ley no puede dirigirse a un sector específico de la sociedad, debe ser pareja”. El representante de la UNEAC cuestiona el porqué esta ley se dirige específicamente a la gente de circo, bajo el argumento de proteger a animales, pero sí pueden continuar, por ejemplo, las corridas de toros o las peleas de gallos.
Se ampararon. El 9 de julio el gremio circense presentó un amparo y pidió la suspensión de la ley. El próximo miércoles presentarán una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) por las afectaciones al sector derivadas de las reformas a la ley.
“Esta ley no es para los animales, es una ley para ganar votos”.
Junio, 2015. Rubén Peñaloza fue postulado en Chiapas como candidato a Diputado local. Es promotor y criador de toros para ser utilizados en corridas. Abanderado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), un partido “contra el maltrato animal” y promotor de la ley de circos sin animales.
Durante la contienda electoral de 2015, el Verde, vulneró en numerosas ocasiones los principios de la contienda electoral. En una de ellas, el partido que presume velar por el medio ambiente fue multado con un millón 181 mil 963.08 pesos por distribuir calendarios elaborados con materiales no biodegradables y tampoco reciclables. Algunos de estos materiales con la leyenda “Circo sin animales” y “El Verde sí cumple”.
La suma no cuadra. De acuerdo a inventarios presentados por los circos del año 2014, la Dirección General de Vida Silvestre reportó un total de 1,091 animales en sus instalaciones, mientras que la inspección realizada por la Semarnat de 2013 a 2014 presenta la existencia de 1,046
La suma no cuadra. Mientras la Semarnat reporta un registro de 199 circos, Armando Cedeño, de la UNEAC, dice que en el país (hasta antes del cierre de más de 70) existían aproximadamente 500.
Entre el comportamiento del partido que promovió la ley con relación al medio ambiente, las acciones del gobierno y su evidente incongruencia en la gestión para echar a andar la reforma de circos sin animales, el Presidente presumiendo creación de empleos y más de dos mil perdidos en un solo gremio, animales que deberían vivir en condiciones dignas y libres de violencia sin seguridad alguna de su destino…
La suma no cuadra.
Aquí pocas cosas cuadran.