Por Sergio Rincón. Fotos: Francisco Cañedo, enviados
San Bernardino Chalchihuapan, 10 de julio (SinEmbargo).- Actos de intimidación y hostigamiento por parte de la administración del Gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle Rosas fueron constantes en la movilización contra el olvido realizada ayer por habitantes de San Bernardino Chalchihuapán hasta la capital poblana.
A temprana hora, mientras se realizaba la misa en memoria del niño José Luis Tehuatle Tamayo, quien a los 13 años perdió la vida a consecuencia del impacto de una bala de goma disparada por policías durante un enfrentamiento con los pobladores, funcionarios entregaron pantallas digitales del programa Mover a México.
Diversas familias le rezaron Dios por el perdón de los asesinos del menor. Porque para Elia Tamayo Montes, madre de José Luis, su hijo no murió, se lo mataron.
«Señor pérdónalos como perdonaste a quienes te crucificaron», oraron decenas de personas.
Algunos, la gran mayoría, alzaron su cruz de carrizo adornada con globos: «Ten misericordia del niño asesinado por el gobierno».
Y mientras los cantos clamaban justicia y paz, a menos de 30 metros otras familias recibían su televisión.
«Por nada se venden», comentó una señora al explicar que la mayoría de los manifestantes era de fuera y no de Chalchihuapan.
Apenas 100 personas acudieron al llamado en aquel puente donde fue el enfrentamiento entre policías estatales y pobladores, y cuyo nuevo nombre, para los manifestantes, es Puente de la Victoria, porque para ellos, las decenas de lesionados, seis presos políticos y un menor muerto no significa derrota, sino un despertar.
A pesar de la entrega del programa, el defensor de derechos de los infantes Alan Jiménez siguió su discurso: lo que hoy haremos es un ejercicio de memoria para exigir justicia. Es una marcha contra el olvido.
Ya en la carretera con dirección a Puebla la policía municipal se hizo presente, pero no así la de tránsito para evitar algún percance durante la caminata.
«NO NOS INTIMIDAN», LE DICEN A MORENO VALLE
Ya por el kilómetro 18 un uniformado comenzó a escoltar al contingente, pero también a tomar fotografías a representantes de medios de comunicación, como fue el caso de un trabajador de SinEmbargo.
Pasado el mediodía la caravana llegó a la parte corporativa de Puebla donde varias patrullas mantuvieron un operativo a distancia pero no realizaron el cierre de los circuitos viales, por lo que los manifestantes comenzaron a replegarse y avanzar con guías de cordones para evitar ser arrollados.
«No nos intimida, seremos la piedra en los zapatos de Moreno Valle y Facundo Rosas», gritó el activista Alejandro del Castillo, quien además denunció que en Puebla quien es opositor del Gobernador sufre consecuencias.
En el Centro Integral de Servicios, se realizó otro mitín más. A unos metros de ese punto policías con patrullas de tránsito se mantenían alertas.
«Esta es la meca se la corrupción, esos edificios representan la corrupción de Rafael Moreno Valle. Pedimos que renuncie, basta de asesinar a opositores», gritó Alejandro Castillo, uno de los familiares de presos políticos.
Como último acto de protesta la caravana se reunió en el Parque de la Niñez Poblana donde se previó la colocación de una placa que le daría un nuevo nombre al lugar, pero sólo fue un acto simbólico, debido a la presencia de presuntos agentes judiciales, algunos incluso se adentraron en el mitin.
Los pobladores de Chalchihuapan querían renombrar ese sitio como Parque José Luis Tahuatle Tamayo, en honor al adolescentes de 13 años que perdió la vida luego que una bala de goma le impactatara en la cabeza.
«Señor Gobernador, no es su parque, es la propiedad del pueblo. Usted no lo pagó», exclamó una inconforme.
Y agregó: nosotros hemos sido respetuosos de la ley, pero de su parte sólo hemos recibido hostigamiento. Lo que quería es que pusiéramos la placa para detenernos por daños a la vía pública.
Pese a la presencia constante de acciones opuestas a la maecha, ésta terminó sin incidentes graves y con la liberación de globos blancos al cielo.
«No pediremos un minuto de silencio, porque eso es lo que quieren, que callemos pero eso no va a pasar», pidió el activista Alan Jiménez.
UN AÑO SIN JUSTICIA
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) criticó ayer que a casi un año de los “hechos lamentables” del 9 de julio en la comunidad de San Bernardino Chalchihuapan, en Puebla, no se han determinado de manera definitiva las responsabilidades de los servidores públicos involucrados en el caso, ni tampoco se les ha sancionado.
En septiembre, ese organismo confirmó que fue un proyectil de la Policía el que mató al menor José Luis Tehuatlie Tamayo de 13 años de edad, durante las agresiones de las que fueron objeto los habitantes del municipio de Ocoyucan, en una manifestación para pedir que la oficina del Registro Civil regresara a la zona, por lo que recomendó al Gobierno de Puebla que inciara un procedimiento de responsabilidad y una denuncia de hechos en la Procuraduría estatal en contra del Secretario de Seguridad Publica, Facundo Rosas Rosas, y la creación de una Fiscalía Especial para investigar el caso.
El defensor de los derechos de la infancia, Alan Jiménez, detalló que el Gobernador Rafael Moreno Valle no ha acatado las recomendaciones de la CNDH, y que el organismo tampoco se había pronunciado al respecto.
El activista explicó que las recomendaciones constan en:
1. Que se castigue a los responsables de la muerte de José Luis, entre ellos Facundo Rosas, quien ordenó el operativo;
2. Que se realice una disculpa pública;
3. Libertad a los seis presos políticos;
4. Que se otorgue la reparación de daño. Y más.