Ciudad de México, 7 de julio (SinEmbargo/TicBeat).- La ola de calor que estamos sufriendo desde hace días tiene también efectos perniciosos en los dispositivos electrónicos. ¿Qué hacer para que nuestros teléfonos celulares, tabletas y otros aparatos portátiles, que ya viajan casi siempre con nosotros, sufran lo menos posible? Toni Pérez y Josep Jorba, expertos de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC), aportan luz al respecto.
Lo primero que los profesores de esta universidad destacan es que no hay que confiarse. Sí, los dispositivos tecnológicos suelen soportar temperaturas más altas que las personas. De hecho, afirman los expertos, es más probable que deje de funcionar en situaciones de extremo frío (por debajo de los cero grados) que en las de mucho calor. Pero no hay que olvidar que en los días de calor pueden surgir numerosos problemas.
Curiosamente, desvelan los Pérez y Jorba, los pendrives y los discos duros son los gadgets tecnológicos más inmunes al calor: están preparados para operar y estar almacenados a altas temperaturas. Las especificaciones en cuanto a la temperatura tanto de operación (rango dentro del que se puede funcionar) como de almacenamiento (rango dentro del que se puede guardar, sin funcionar, sin que se eche a perder) muestran que los lápices de memoria tienen una temperatura de operación entre 0 y 60 grados centígrados y de almacenamiento de -20 a 85 grados centígrados mientras que los discos duros tienen una temperatura de operación entre 0 y 60 grados centígrados y de almacenamiento de -40 a 70 grados centígrados.
Aun así, indican los expertos, hay que tener cuidado con estos y evitar en la medida de lo posible exponerlos a altas temperaturas.
Con los smartphones sí hay que tener más cuidado. Los teléfonos inteligentes son los dispositivos más vulnerables, sobre todo los iPhones. Mientras que la batería de los teléfonos inteligentes (por cierto, uno de los elementos de estos terminales que más se deterioran con el calor) tiene que estar siempre entre 0 y 40 grados centígrados y el sistema de almacenamiento entre -20 y 50 grados, en el caso de los iPhone, iPad, iPod e incluso del reloj Apple Watch la temperatura del sistema de operación debe oscilar entre 0 y 35 grados y el del almacenamiento entre -20 y 45 grados centígrados.
Sobre todo, añaden los expertos, no hay que dejar estos aparatos en el coche en verano. No hay que olvidar que en los vehículos estacionados al sol la temperatura puede aumentar en tan solo media hora y aunque se dejen las ventanas abiertas hasta 20 grados y llegar a los 70 grados centígrados.
Así que, por supuesto, no hay que dejar ningún aparato en el coche cuando está estacionado bajo el sol, porque se podría superar la temperatura de almacenamiento.
Desde la UOC también recomiendan evitar, si es posible, las carcasas estos días de calor pues mientras el aparato funciona no disipan bien el calor o hacen que este se sobrecaliente. Tampoco está de más no utilizar usar algunas aplicaciones, sobre todo juegos, que pueden conllevar un calentamiento adicional para los dispositivos.