Ciudad de México 1 de julio (SinEmbargo).- La búsqueda de vida extraterrestre o, bien, de planetas que tengan el potencial de albergar vida ha sido una de las principales preocupaciones de científicos espaciales desde hace algunos años. Sin embargo, lo único que hasta ahora se ha tenido como resultado son especulaciones basadas en la observación de cuerpos celestes ubicados en otros sistemas solares de nuestra galaxia. Sin embargo, ¿qué pasaría si todo este tiempo hemos estado buscando en el lugar incorrecto?
De esta manera y basados en la teoría de que vivimos en un multiverso, científicos plantean una sencilla premisa: si no hemos encontrado vida en otros mundos es porque quizás nuestro universo y, por lo tanto, nuestra galaxia, no son tan apropiados para albergar vida cómo lo podrían ser otros.
En la actualidad existe una gran cantidad de evidencia de que vivimos en un multiverso, en el que hay tantos universos como galaxias. Partiendo de este principio, es lógico que también cada universo cuente con diferentes leyes físicas y propiedades.
Esto mismo afirma Fred C. Adams, físico de la Universidad de Michigan, que junto con sus colegas dice en un documento que una de las principales diferencias podría radicar en «la amplitud de las fluctuaciones primordiales de densidad» de cada universo, conocido también por su manera abreviada: “Q”.
Básicamente, Q describe la diferencia entre regiones densas y vacías de espacio. En este caso, en un universo. Un alto Q significa que hay grandes fluctuaciones, con zonas muy densas y zonas extremadamente vacías. En nuestro universo, Q no es tan alto, por eso tenemos una gran cantidad de la materia desperdigada en todas partes, con grandes espacios entre las estrellas y las galaxias. Sin embargo, si viviéramos en un universo con un alto Q, ¿nuestras galaxias estarían mucho más densas de lo que son en este universo?, publicó el sitio Gizmodo.
Con un alto nivel de Q, en primer lugar, las estrellas estarían muy cerca unas de otras, así que las personas recibirían luz de todas, no sólo de su estrella local. Esto también podría ser mucho más peligroso, con más rocas gigantes acercándose alrededor y chocando, eso sin contar a las estrellas colisionando entre sí en mega explosiones.
Sin embargo, este tipo de galaxia con Q alto también sería mucho más cálida y más cómoda que la nuestra. Lo que haría que fuese posible que pudiéramos vivir en un planeta ambulante, a la deriva, alrededor de la galaxia, bañado por la luz de cientos de estrellas cercanas.
De acuerdo con Ruth Angus especialista en girocronología de la Universidad de Oxford, “hay otra oportunidad para las galaxias con una Q mayor que la nuestra. ¡Si las estrellas están a una distancia justa, bañando a todos los planetas que flotan libremente en la galaxia en suave radiación tibia, un planeta no necesita ni siquiera una estrella huésped para estar en la ‘zona habitable’!
“Podría haber potencialmente millones de planetas habitables, que flotan libremente, calentados por pura luz de estrellas”, agrega Angus. Por otra parte, estos planetas tendrían que estar lo suficientemente lejos del centro de la galaxia para evitar colisiones y radiación extrema, pero no tan lejos que no se calientan lo suficiente de luz estelar. Un rango que los autores denominan «Zona Galáctica Habitable».
SÓLO MICROORGANISMOS
Sin embargo, pese a las negativas recurrentes de las investigaciones, hay para quien la esperanza no está perdida, aunque sea en una forma diferente a como se ha imaginado.
De acuerdo con Ellen Stofan, jefa científica de la NASA, los científicos encontrarán signos de vida extraterrestre antes de 2045. Sin embargo, la expectativa aún se encuentra por debajo de las ideas de Hollywood y la agencia espacial, se prepara, por lo pronto, para toparse con vida microbiana.
«Creo que vamos a tener indicaciones sólidas de vida más allá de la Tierra en una década, y que vamos a tener pruebas definitivas dentro de veinte o treinta años», dijo Stofan durante un foro de debate sobre zonas habitables en el espacio.
Aunque el debate sobre la existencia de vida alienígena parece superado y asegurado en palabras de los científicos, la pregunta que surge entonces es ésta: ¿Qué aspecto tiene la vida extraterrestre y en qué forma se presenta?
«Más allá de Marte, las posibilidades de encontrar vida que sea similar a la de la Tierra son muy, muy escasas. Y creo que es precisamente aquí donde esto se vuelve excepcionalmente interesante», dijo John Grunsfeld ,ex astronauta y administrador adjunto del directorio de la misión Ciencia de la NASA.
Por tal motivo sería ilusorio creer que la vida espacial debería darse de forma parecida a la de la Tierra. Así, esta conclusión supone un reto añadido para los científicos, los cuales podrían tener dificultades para identificar tipos de vida que, por ejemplo, no habiten en la superficie del planeta o que no se muevan.
Por otra parte, con esta consideración previa, incluso podría darse la circunstancia de que los potenciales signos de vida extraterrestre a los que se refiere la agencia espacial estadounidense fuesen en realidad de seres muertos y fosilizados, lo que todavía dificultaría más su hallazgo.