Ciudad de México, 24 de junio (SinEmbargo).- Los elefantes son los animales terrestres más grandes y mantienen vidas sociales complejas que apenas pueden comprenderse. Tras el acto simbólico de la destrucción de una tonelada de «marfil sangriento» en la plaza Times Square de Nueva York, en Estados Unidos, es importante repasar lo que viven estos paquidermos.
La destrucción de marfil en frente de una multitud en Nueva York fue una declaración hacia el comercio ilegal realizada por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos.
La gente aplaudió el acto al final del evento, vio las luces del edificio Empire State encenderse de colores gris y rojo en honor al Fondo Internacional por el Bienestar Animal (IFAW, por sus siglas en inglés) quien realiza labores para erradicar el comercio.
La caza furtiva se encuentra en una de sus más altos niveles con decenas de miles de elefantes africanos asesinados cada año por sus colmillos. Estados Unidos es el segundo mercado más grande después de China donde se venden los productos de marfil, a pesar de una reforma que sigue en proceso para prohibir su venta por completo.
Sin embargo, aquí hay cinco datos ofrecidos por la organización Defenders of Wildlife para comprender mejor a una de las especies más perseguidas en el mundo:
Existe un ejemplar macho llamado Koshik que puede imitar el discurso humano. Koshik puede realizar sonidos con frecuencias en formato del discurso coreano, país asiático donde habita, por lo que algunas personas que lo ven diario pueden comprender lo que intenta decir y transcriben sus palabras.
Los elefantes son las únicas especies no humanas que velan a sus muertos. Varios investigadores han documentado ciertos momentos parecidos a rituales después de la muerte de algún miembro de la manada, en el que demás ejemplares acuden sombríamente a visitar los huesos de otros elefantes muertos.
Un buen elefante nunca olvida. En realidad, es sorprendente lo que pueden recordar. Una investigación demostró que una elefanta matriarca podía tener registro de más de 30 compañeros de apareamiento a la vez.
El investigador Richard Byrne concluyó que las memorias de los elefantes están más avanzadas que cualquier otro animal.
Los elefantes son capaces de expresar pensamientos complejos como advertir a otros de peligro, así como reconocer diferencias en comunicar necesidades y deseos con el uso de sus sistema de señales visuales y acústicas. Descubrimientos recientes mostraron que los llamados vocales de los elefantes son realizados con frecuencias que los humanos ni siquiera son capaces de percibir.
La caza furtiva de los humanos es uno de los factores que llevaron a la extinción de los mastodontes y del mamut.
«Detener la caza furtiva y el tráfico ilegal de vida silvestre por el marfil de elefante será esencial para evitar que ese destino sea el mismo para los elefantes asiáticos y africanos», asegura Don Barry, Vice Presidente de los Programas de Conservación de la organización Defenders of Wildlife.