Ciudad de México, 23 de junio (SinEmbargo).– El grupo empresarial Bimbo, con presencia en 22 países y conocido por dominar el mercado del pan dulce empaquetado, decidió reducir el promedio de azúcar de sus productos en 8 por ciento a través del uso del edulcorante natural stevia. Este cambio se realizó pese a señalamientos existentes por parte de expertos, quienes consideran que esta sustancia aún no es del todo fiable para la salud, pues ni siquiera hay estudios sobre los efectos que tiene en los consumidores.
Representantes del Centro de Orientación Alimentaria (COA) dijeron, en entrevista con SinEmbargo, que el ente regulador de los edulcorantes en México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), ha sido permisiva sobre la inclusión de cantidades industriales de estos endulzantes y aun cuando el producto –resultante del procesamiento de la planta del mismo nombre y que fue aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos en 2008–, las cantidades de su ingestión por día recomendadas difieren entre Estados Unidos y Europa.
La stevia es 300 veces más dulce que el azúcar y Bimbo resalta una reducción en las calorías de sus productos, pero entre sus efectos está la desaceleración del metabolismo, lo que también puede propiciar el sobrepeso.
Grupo Bimbo –con ventas en el primer semestre del año que ascendieron a 49 mil 843 millones de pesos anunció hace ocho días la inclusión de stevia en sus productos, en un rango que podría variar del 5 al 35 por ciento. En respuesta, miembros de la Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) pusieron en duda los beneficios reales de esa medida de la transancional ya que, argumentaron, la utilización de edulcorantes no reduce de forma contundente el azúcar a los niveles deseables y sí genera alteraciones en los procesos y tranformaciones químicas del organismo humano.
“Yo lo que creo es que muchos de estos procesos pueden aparecer más como estrategias mercadotécnicas. La stevia es un edulcorante natural en origen, del que vamos a tener que esperar saber mucho en el futuro. ¿Por qué? Primero, [el endulzante] nunca ha tenido los grados de consumo que se pueden dar cuando esto está introducido en muchos productos”, dice en entrevista Alejandro Calvillo Unna, director de El Poder del Consumidor (EPC), organización miembro de la ASA.
Grupo Bimbo hizo pública la incorporación del stevia a sus productos durante la conferencia de prensa de la Global Energy Bimbo, una carrera organizada por la transnacional para fomentar el combate al sedentarismo. Ahí, su director general Daniel Servitje Montull aseveró que la reducción en promedio del azúcar en los productos sería del 8 por ciento.
Un estudio de la Comisión de Azúcar de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) del 2010 estimó que la stevia tendría crecimientos anuales de 30 por ciento en el consumo nacional, y que para este año estaría en el tercer lugar del mercado.
Cuando SinEmbargo buscó declaraciones de alguna autoridad de la Cofepris, el director de Comunicación Social de esa dependencia, Isidro Chávez Castillo, descartó que Bimbo hubiera notificado a la dependencia sobre esta implementación de esta sustancia, ya que la stevia está permitida en el país desde el 2012 mediante un acuerdo de Aditivos de la Secretaria de Salud (SSa).
«No hay impedimento ni para Bimbo ni para nadie para usar stevia», dijo el funcionario.
Al respecto de las las políticas de la Cofepris, Fiorella Espinosa, coordinadora de Salud Alimentaria de EPC, opinó que «deben ser amplias y abarcar a todas las empresas, porque si no fomentaría la competencia desleal».
Asimismo, la inclusión de aditivos, como el stevia, está reglamentada en la Norma Oficial Mexicana 086 de la SSa. No obstante, la llegada de esta sustancia al país tiene relativamente poco tiempo, refirió el Centro de Orientación Alimentaria. Julieta Ponce Sánchez, directora de esa organización, sostuvo que la postura de la Cofepris está cayendo en una violación al principio “pro persona”, utilizados en casos de controversia y donde se priorizan los derechos humanos por encima de otros criterios.
“Es decir, yo no puedo permitir que la industria pueda seguir poniendo cantidades industriales de edulcorantes, no se ha demostrado que tengan un efecto para el control de la obesidad o de la diabetes. Y dos, hay una duda, sobre que la estén promoviendo”, dijo Ponce Sánchez .
“En México carecemos de capacidad para hacer estudios por su duración de cinco a ocho años y porque son muy costosos, por lo que nos basamos en los comités de Estados Unidos y de Europa”, dijo a su vez Fernando Isoard Acosta, profesor del Departamento de Salud de la Universidad Iberoamericana.
Fue la propia FDA de los Estados Unidos que vetó en 1991 el uso de stevia como edulcorante, debido a indicios de que podría producir cáncer.
Pese a que estas sospechas fueron refutadas por dicha agencia federal en 1995, año en el que permitió que se vendiera como suplemento alimentario y no como endulzante, una revisión del tema en el 2008 volvió a levantar suspicacias sobre el desarrollo de cáncer, a través de una investigación de la Universidad de California en Los Ángeles.
Finalmente, en diciembre del 2008, la FDA dio autorización a este producto para ingresar al mercado a cabalidad.
Algunos especialistas consultados coincidieron en que la medición del impacto en la salud que tiene la stevia sólo ha sido medida por porción y no en su conjunto, como resulta en el caso de ingerir varios alimentos que contengan la sustancia.
“Las normas regulan un consumo por porción, no regulan mezclas, y no regulan máximos tolerados en las diferentes mezclas durante el día”, afirmó la directora del COA, Julieta Ponce Sánchez.
Por otra parte, hay nutricionistas que difieren de esta idea al señalar que al menos en Estados Unidos el consumo máximo no debe ser más de dos miligramos por cada kilo de peso. «Si pensamos en una persona de 70 kilos, entonces, estaría consumiendo 140 miligramos al día», dice Isoard Acosta.
ENGAÑO METABÓLICO
El impacto a la salud de la stevia tiene otras consecuencias, de las que las empresas no hacen propaganda, “no es un azúcar, pero hoy lo que se sabe es que están ocasionando daño intestinal que es más importante de lo que pensábamos”, dice la nutrióloga.
Estudios han resaltado la importancia de la microbiota, pequeños organismos localizados en el intestino y que ayudan a su correcto funcionamiento. “Para hacer polvo, los edulcorantes tienen que llevar cloro, el cloro van a acabando con la población de las bacterias buenas, y están dejando a las malas”, continúa.
El consumo de edulcorantes, entre ellos el stevia, puede ser un factor para el desarrollo de sobrepeso. Al tener un sabor 300 veces más dulce que el azúcar, el cerebro recibe la información por parte de las papilas gustativas y manda al páncreas a expedir insulina, que no va a necesitar, ya que los edulcorantes son bajos en calorías, lo que limita la producción de glucosa.
«Esa insulina se queda en la sangre, entonces, qué sucede, que eso afecta el metabolismo y se eleva el número de triglicéridos en la sangre”, explica Ponce.
Alejandro Calvillo resaltó que la recomendación de la ASA hacia productos como los de Bimbo, no es la sustitución de azúcar por estos otros ingredientes de procesamiento químico, sino “utilizar harinas integrales”.
“El nivel de conservantes en Bimbo es enorme y yo estoy seguro que rebasa normatividades europeas a nivel de cantidad de conservantes. Tú puedes comprar un pan en Europa y a los días desarrolla hongos, porque hay normatividad sobre el uso excesivo de conservantes, en México esto no está regulado”, dijo el director de EPC.
BIMBO SE EXPANDE EN ESPAÑA
Grupo Bimbo S.A. de C.V es una empresa líder de alimentos en México por su presencia en todo el país y a nivel internacional y por mantenerse en el mercado desde 1945.
La primera empresa del Grupo se fundó en la Ciudad de México y posteriormente, de 1952 a 1978 se abrieron 12 plantas más, lo que significó una expansión en todo el país.
La panificadora comenzó con la empresa Pasteles y Bizcochos, que luego se convirtió en la reconocida marca Marinela; tiempo después se establecieron las primeras plantas de dulces y chocolates de Ricolino, así como las botanas de Barcel.
En 1990 Bimbo dio su primer salto al mundo y comenzó a exportar sus productos, que hoy se venden en países como: Estados Unidos, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Argentina, Nicaragua, Panamá, Perú, Uruguay, Venezuela, España, Portugal y hasta China.
Hace unos días, el grupo mexicano un acuerdo preliminar para la adquisición de la empresa española Panrico. La transacción incluye el 100 por ciento de las acciones de la compañía, propiedad del fondo de inversión Oaktree, pero excluye la categoría de pan de molde de marca de fabricante y sustitutivos del pan.
Bimbo es el líder absoluto de este mercado, con una cuota del 39.6 por ciento, según los datos de la consultora IRI. Panrico, por su parte, tiene el 9.70 por ciento, por lo que la integración podría haber ocasionado problemas con Competencia.
La panificadora mexicana conservará las marcas Donuts, Bollycao y La Bella Easo, pero obliga a Oaktree a buscar un comprador por el pan de molde con la marca Panrico.
Durante el primer trimestre de este año, las ventas netas consolidadas aumentaron 19.9 por ciento ascendiendo a 49 mil 843 millones de pesos. Lo anterior como resultado de las adquisiciones en Canadá y Ecuador, según reportó la empresa.
Actualmente tiene 167 plantas y más de mil 600 centros de venta localizados estratégicamente en 22 países de América y Asia. Además posee una red de distribución directa con mas de 52 mil rutas y una plantilla laboral que supera los 125 mil colaboradores.
Con información de Daniela Barragán y Xanath Lastiri