Ciudad de México, 12 de junio (SinEmbargo).– El abierto proselitismo del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa para apoyar desde distintos foros a candidatos del Partido Acción Nacional (PAN) que son afines a su grupo político, lo sitúa como el primer ex Ejecutivo federal que metió la mano públicamente en una elección pero, también, lo coloca como el primero que abonó a la derrota de su partido en algunas zonas como Michoacán, donde su hermana, Luisa María, era la candidata albiazul a la gubernatura, sostuvieron expertos consultados por SinEmbargo.
“El ex Presidente Calderón pudo haber abonado incluso a la derrota de su hermana en Michoacán, con su activismo. No creo tampoco que haya podido reactivar mucho a las bases ciudadanas, salvo a un sector del PAN que se entusiasmó con su presencia”, explicó Eduardo Bueno León, académico del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana.
Para María Eugenia Valdés Vega, profesora investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el regreso de Calderón fue un mal cálculo político. “Le ganó el protagonismo, le ganaron las ganas de intervenir, no se dio cuenta de que la gente no quedó contenta con el sexenio que encabezó, quiso ayudar y perjudicó”.
En lugar de celebrar el triunfo de Luisa María Calderón, Felipe recurrió a responsabilizar al presidente nacional del PAN, Gustavo Madero Muñoz, por la falta de apoyo a la candidatura a la gubernatura por parte de la dirigencia panista, sin hacer una autocrítica sobre su rol en la elección, coincidieron los especialistas.
“Su papel fue muy lamentable, mejor se hubiera quedado callado otro rato para poderle echar la culpa con argumentos a Gustavo Madero”, explicó la profesora investigadora del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Iztapalapa.
El pasado 31 de mayo, Calderón estuvo en Morelia, Michoacán, junto con su esposa Margarita Zavala Gómez del Campo para estar presente en el cierre de campaña de “Cocoa” Calderón. En el acto estuvieron presentes el líder nacional panista Gustavo Madero y dirigentes locales como Marko Cortes, ex aspirante a la Alcaldía de la capital michoacana.
Ese día, Calderón Hinojosa acusó a los gobiernos michoacanos emanados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) de haber entregado el estado al crimen organizado.
Afirmó que primero le entregó al perredista Leonel Godoy Rangel y luego al priista Fausto Vallejo Figueroa, una lista con nombres y apellidos de quienes desde el llamado C-4 [el Centro de Comunicaciónes, Computo, Control y Comando del Gobierno del estado] utilizaban los datos de los ciudadanos para entregarlos al cártel de Los Caballeros Templarios, sin que ninguno hiciera nada.
Calderón Hinojosa incluso comparó a los candidatos a la gubernatura de Michoacán, el perredista Silvano Aureoles Conejo, y el priista José Ascención Orihuela con “Chon y Chano”, personajes del programa cómico de televisión «Los Polivoces».
En el contexto michoacano, los expertos consideraron que pesó más la fallida estrategia de lucha contra el crimen organizado que cualquier vínculo de paisanaje.
“Calderón no es recordado por sus grandes éxitos más bien Michoacán es un estado donde se vivió prácticamente en regiones enteras situaciones de crecimiento del crimen organizado como consecuencia de la estrategia que aplicó Calderón en todo el país”, agregó el especialista de la Ibero, Eduardo Bueno.
Sea por error de Calderón o de Madero, lo cierto es que la familia Calderón Hinojosa se quedó nuevamente con las ganas de tener un Gobernador de su estado natal, tras dos fracasos consecutivos de “Cocoa” Calderón.
La primera oportunidad fue en 2011 cuando ella misma acusó que perdió la elección por la intervención del crimen organizado a favor del entonces candidato priista Fausto Vallejo. La segunda sucedió en este 2015, en donde «Cocoa» afirmó que faltó apoyó por parte de la dirigencia nacional panista.
CALDERÓN NO EMOCIONÓ A LOS MEXICANOS
En el plano nacional, durante aproximadamente 60 días, Calderón Hinojosa realizó proselitismo electoral a favor de varios candidatos panistas a diversos cargos de elección popular.
Viajó en vuelos comerciales, repartió propaganda en las esquinas, se trasladó a diversos estados e incluso se dejó fotografiar con el líder nacional Gustavo Madero para apoyar a los aspirantes albiazules.
“El ex Presidente Calderón reanimó a cierto sector del PAN, yo creo que tuvo un impacto dentro de la militancia panista de ver que un ex Presidente volvía por sus fueros y fue acogido dentro de las bases del PAN”, dijo Eduardo Bueno.
En Querétaro, el ex Presidente Felipe Calderón agradeció al candidato panista a la gubernatura Francisco Domínguez Servién el haberlo invitado a participar en su campaña electoral, con lo cual empezó su activismo electoral de 60 días por varios estados del país.
El 28 de mayo pasado, Calderón fue a Nuevo León en donde comparó a Jaime Rodríguez, “El Bronco”, candidato independiente a la gubernatura del estado, con el fallecido Presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías.
“Hugo Chávez era muy bronco, echador y sácalepunta, pero se corrompen y reprimen y meten a la cárcel a sus opositores, esa no es la alternativa para Nuevo León”.
La respuesta del candidato independiente no se hizo esperar. “Yo creo que Calderón estaba todavía crudo o pedo, yo no tengo nada que ver con Chávez. Felipe vino a echarse unas cervezas aquí, a quitarse un poco la presión que tiene de no tener ya un cargo, y creo que eso le hizo daño a Felipe de Jesús Cantú, más que ayudarle”, dijo “El Bronco”.
El pasado 13 de mayo, en León, Guanajuato, Calderón Hinojosa acusó al ex Gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, de que sus policías secuestraron y probablemente asesinaron a los normalistas de Ayotzinapa.
Dijo que el ex mandatario se opuso a las pruebas de control y confianza, con las que se hubieran podido evitar esos hechos.
Pese a que Calderón se empeño en detallar en las campañas electorales los “logros” de su administración como Presidente de la República, académicos y politólogos consideraron que los mexicanos todavía tienen fresco el recuerdo de varios aspectos negativos de su gobierno, principalmente, en lo que respecta a la muerte de más de 60 mil personas, derivado de su guerra contra el crimen organizado.
“Eso es parte de la historia, eso o se va a poder borrar nunca de la mente de los mexicanos. Por lo menos de la gente más consciente”, afirmó María Eugenia Valdés Vega, profesora investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Sin poner calificativos, los especialistas consideraron que los aspectos negativos del gobierno federal todavía pesan más que sus logros, como la estabilización de la economía, la reducción de la deuda pública y
“Que sí pudo haber sido una estrategia bien intencionada la de luchar contra el crimen organizado, querer rescatar a México incluso militarizando, todo eso se le puede reconocer a Calderón, pero lo cierto es que sus estrategias no dieron resultado y generaron más violencia en otros estados”, explicó Eduardo Bueno, de la Universidad Iberoamericana.