Ciudad de México, 10 de junio (SinEmbargo).- Más del 95 por ciento de la población mundial vive con problemas de salud, y una tercera parte de ellos carga con por lo menos cinco patologías, de acuerdo con un nuevo análisis de la Carga Global de Enfermedades 2013, publicado en la revista The Lancet.
Entre los hallazgos más llamativos, se concluyó también que sólo una de cada 20 personas en el mundo, es decir, el 4.3 por ciento del total, no experimentó ningún problema de salud en 2013, año del que se tienen los datos más actualizados.
Para llegar a estas conclusiones se utilizó el Global Burden of Disease Study (Estudio de la Carga Global de Enfermedades) 2013, el análisis más completo que cuantifica los niveles, patrones y tendencias en afecciones y discapacidades alrededor del mundo entre 1990 y 2013.
De acuerdo con los autores, conforme la población mundial crece y la proporción de adultos mayores aumenta, el número de personas que viven con salud subóptima va a aumentar rápidamente en las siguientes décadas.
Se contabilizaron hasta ese momento unos 2.3 millones de individuos que experimentan cinco o más dolencias. Y en total, la proporción de años de vida saludable perdidos por enfermedad creció del 21 por ciento en 1990 a el 31 por ciento en 2013.
Concluyeron también que en ese periodo de 23 años, las principales causas de pérdida de salud óptima, medidas bajo el índice de Años Vivimos con Discapacidad (YLD, por sus siglas en inglés) fueron el dolor de espalda baja, la depresión, la anemia por deficiencia de hierro, dolor de cuello y la pérdida de audición resultado de la edad.
Así, fueron los trastornos musculoesqueléticos, como los mencionados además de la artritis, y los relacionados con la mente y abuso de sustancias, como la ansiedad y los desórdenes por consumo de alcohol y drogas, los que menoscabaron casi la mitad de la reducción en salud.
Los investigadores del Instituto de Métrica y Evaluación en Salud de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, informaron que las tasas de discapacidad estás bajando con mucha mayor lentitud que las de mortalidad.
Este fenómeno se puede ver de manera clara con la diabetes, pues mientras los casos de esta enfermedad crecieron en un 43 por ciento de 1990 a 2013, los niveles de mortalidad por esta causa sólo aumentaron en nueve por ciento.
«El hecho de que la mortalidad está disminuyendo más rápido que la prevalencia de enfermedades y lesiones no mortales, es una prueba más de la importancia de prestar atención a la creciente pérdida de la salud a partir de estas primeras causas de discapacidad, y no sólo concentrarse en la reducción de la mortalidad», dijo Theo Vos, autor principal del estudio en un comunicado.
«Las grandes causas prevenibles de la pérdida de la salud, particularmente los trastornos musculoesqueléticos y los desórdenes mentales y del comportamiento, no han recibido la atención que merecen. Abordar estos problemas requerirá un cambio en las prioridades de salud en todo el mundo, no sólo para mantener a la gente con vida en la vejez, sino también para mantenerlos sanos», concluyó el experto.
Los hallazgos difundidos anteriormente, sustraídos de este gran análisis, apuntaron también al crecimiento del cáncer como el causante del 15 por ciento de todas las muertes alrededor del mundo, pues aumentó su letalidad del 12 al 15 por ciento entre 1990 y 2013, año en el que se contabilizaron 15 millones de casos nuevos.
La investigación se publicó recientemente en la revista JAMA Oncology, en donde calcularon que durante este periodo el número de años de vida sana que se perdieron por el cáncer aumentó un 29 por ciento.
Dicho estudio resaltó que los tumores cancerígenos más letales durante el 2013, año del que se tienen los datos más actualizados, fueron el de tráquea, bronquio y pulmón, conocido como TBL por sus siglas en inglés, que significó 1.6 millones de las 8 millones de muertes totales que se dieron por cáncer entonces.
Como ya se conocía, el cáncer actúa de manera diferente en hombres y mujeres y por su género, se vuelven más propensos a desarrollarlo. En este caso, encontraron que en las féminas el más común y dañino fue el de mama, mientras que en los varones fue el de pulmón.