Ildefonso Ortiz, especial para SinEmbargo.
Ciudad de México, 21 de mayo (SinEmbargo/Breitbart).- El hijo del ex máximo líder del Cártel del Golfo y fundador de Los Zetas fue enviado a la cárcel en Estados Unidos, por intentar contrabandear un lote de municiones a México.
A principios de esta semana, Osiel Cárdenas Jr. se presentó ante el juez de distrito Andrew Hanen, quien lo condenó a 10 meses de prisión y tres años de libertad supervisada.
Como se informó anteriormente por Breitbart Texas, Cárdenas fue detenido en enero después de que agentes de Aduanas y Protección Fronteriza encontraron cerca de 500 rondas de municiones dentro de su camioneta Cadillac Escalade 2015, mientras trataba de abrirse camino desde la ciudad fronteriza de Brownsville a Matamoros, Tamaulipas.
Antes de su arresto por el US Customs and Border Protection (CBP), Cárdenas había salido bajo fianza después de un arresto agosto 2014 por la policía de Brownsville por cargos de DWI y posesión ilegal de un arma de fuego. A principios de este año, Cárdenas se declaró culpable de los cargos de contrabando de municiones.
Cárdenas es el hijo de Osiel Cárdenas Guillén, el hombre que dirigió el cártel del Golfo hasta su extradición a los Estados Unidos en 2007 por cargos de tráfico de drogas, por la que ahora está cumpliendo una condena de 25 años de prisión.
Cárdenas Guillen es también el fundador de Los Zetas, que eran originalmente sus guardias personales, pero después de la detención del capo, estos se diversificaron y, finalmente, se convirtieron en una organización criminal autónoma.
Durante la audiencia de sentencia de esta semana, el Juez recibió una carta manuscrita de Celia Cárdenas, madre de Osiel Jr.
En su carta, escrita en español y obtenida por Breitbart Texas, la señora Cárdenas ofreció que Hanen castigara los errores de su hijo. Ella escribió en su carta que Cárdenas Jr. es inmaduro y falto de experiencia, y que la detención es una lección que nunca olvidará.
«La decisión que usted tome será la correcto para la vida de mi hijo», escribió la señora Cárdenas. «Dios bendiga su vida y todo su trabajo como autoridad…»