Ciudad de México, 8 de mayo (SinEmbargo).-Los perros son la especie que los humanos domesticaron primero, antes que cualquier planta, antes que cualquier otro animal. Sin embargo, aún así de tenerlo tan cerca y de décadas de estudio, los investigadores aún batallan para saber de dónde y cuándo los lobos se convirtieron en los compañeros leales de los humanos.
La idea de que los perros han estado fuertemente conectados con los humanos incentiva constantemente la búsqueda del momento específico en el que comenzaron a llevarse biológicamente bien. Es por ello, que la respuesta podría estar cerca gracias a dos investigadores, un joven de 27 años Ardern Hulme-Beaman de Irlanda y Robert Wayne, un biólogo evolucionista de la Universidad de California en Los Ángeles, Estados Unidos.
Hulme-Beaman ha pasado los últimos 6 meses viajando en el mundo en busca de huesos antiguos de perros, por lo que la unión con Wayne y otros investigadores significa que podrían determinar finalmente el momento exacto en que el perro fue domesticado, según dio a conocer la revista de divulgación Science.
Gracias a muestras de análisis de miles de huesos, haciendo al lado las pruebas de sangre e intereses también.
Fue Charles Darwin quien escribió sobre si los perros habían evolucionado de una sola especie o de alguna pareja inusual entre un lobo y otro animal. Durante décadas se siguió esta especulación hasta la década de los 90, cuando las pruebas genéticas finalmente confirmaron que los canes descendían de los lobos grises ya que comparten el 99.9 por ciento de ADN.
El misterio finalmente es cuando y dónde ocurrió esta transición.
En 1977 los científicos descubrieron un cachorro que había sido enterrado en los brazos de un humano debajo de un hogar que data de 12 mil años atrás en el norte de Israel, lo que sugiere que los perros fueron domesticados en el Medio Este, casi después de iniciar la actividad en granjas.
Hallazgos posteriores dieron a conocer gracias con excavaciones en Rusia que los orígenes caninos datan de 4 mil años antes de eso, indicando que los perros acompañaron a las personas en Eurasia mientras cazaban y se rehuían.
Las investigaciones genéticas fueron los resultados que confundieron todo. En 1997, análisis de ADN de más de 300 perros modernos y lobos mostraron las diferencias genéticas para usarlas como referencias de medidas desde que los perros empezaron a separarse de sus ancestros los lobos. Las conclusioness fueron que los perros fueron domesticados hace más de 135 mil años. Estudios posteriores, dictaron un origen de menos de 30 mil años, pero nunca se dio a conocer la fecha original.
El biólogo Robert Wayne, el biólogo evolucionista explica que los genes de los perros y su análisis está en su etapa de infancia y calcula que probablemente dentro de una década se puedan tener investigaciones más sólidas.
Wayne considera que estudiar el ADN es un error, ya que los perros se cruzaban con los lobos en otras regiones como China, otras partes de Asia y el Medio Este y la diversidad moderna genética podría ser un resultado de esas especies y su reproducción.
“Es como concluir que los humanos tienen origen en Estados Unidos sólo porque existe demasiada diversidad genética en el país”, dijo Wayne.
El biólogo publicó en 2013 junto a más colegas un análisis extenso sobre los perros antiguos y los genomas de los lobos hasta la fecha y al hacer comparaciones, se mostró que el ADN d ellos perros antiguos se parecía más a los lobos europeos y que el ADN de los perros modernos se parecían más a los lobos antiguos.
Eso indicó que los perros evolucionaron a partir de un grupo de lobos de Europa ya extinto entre 19 y 32 mil años atrás y que probablemente tenían la apariencia de huskies siberianos con esteroides.
Los hallazgos junto a Keith Dobney que se reunieron junto a otros arqueólogos y estudiaron en la Universidad de Oxford muestras de ADN y determinaron que también había una larga historia de intercambio y crianza entre perros. Esto fue interpretado por los científicos como una prueba de que eran varios momentos y eventos de domesticación.
RESOLVER EL MISTERIO
De acuerdo a Hulme-Beaman, el antiguo ADN puede decir de dónde viene un animal y los datos morfométricos pueden mostrar el progreso que hubo en la domesticación. El investigador apuesta que la arqueología es una forma de contar historias. Grandes historias.
Hulme-Beaman junto a Dobney trabajan con un equipo de más de 50 científicos alrededor del mundo para estudiar diferentes campos entre perros, zooarqueología, domesticación y genética.
Aproximadamente se han analizado más de 3 mil perros, lobos y especímenes como cerdos para intentar encontrar una pista.
Hulme-Beaman estima que este verano se produzca una primera investigación que se pueda dar a conocer.
