Ciudad de México, 8 de mayo (SinEmbargo/TicBeat).- Tras el lanzamiento en marzo de la plataforma ResearchKit, con la que busca generar un ecosistema de aplicaciones para iPhone orientadas a la investigación biomédica, parece que Apple ya está en conversaciones con equipos de investigación estadounidenses para empezar a trabajar en estudios relacionados con el ADN.
Este proyecto ayudaría a que los usuarios fueran capaces de mostrar y compartir su información genética con distintos receptores, como, por ejemplo, los científicos, eliminando así las restricciones de confidencialidad que hasta ahora constreñían al campo de la investigación genética.
Así lo han revelado dos fuentes de la compañía (que no ha hecho declaraciones oficiales al respecto), cuya identidad no ha sido desvelada, a Technology Review. Una de ellas ha matizado que estos supuestos planes de Apple todavía podrían ser cancelados, mientras que la otra ha asegurado que la intención de la firma es la de poder presentar estas nuevas aplicaciones relacionadas con el ADN en su próxima conferencia de desarrolladores, que tendrá lugar en San Francisco en junio.
La publicación de ciencia y tecnología informa que Apple ya se encuentra involucrada en al menos dos investigaciones relacionadas con la recolección de ADN. Una de ellas, realizada por la Universidad de California, está dedicada al estudio de los factores genéticos en los partos prematuros. La firma también colabora con el hospital neoyorquino Monte Sinaí, que está trabajando en un proyecto para conocer los motivos por los que individuos predispuestos genéticamente para ellas no desarrollan determinadas enfermedades, como la fibrosis quística.
ResearchKit ayuda a que hospitales y científicos puedan trabajar con datos que sean recopilados a partir de los sensores con los que cuentan los distintos modelos de iPhone. Pero, en principio, Apple no se encargará de recopilar los datos sobre el ADN de sus usuarios con un sensor especial para saliva, sino que se asociará con terceros para que lo hagan. La compañía de Cupertino sí se responsabilizará, no obstante del almacenamiento de estos datos en la nube, así como de compartir los resultados después con los sujetos que han participado en ellos. Un labor, ésta última, que no es siempre fácil en un sector con la confidencialidad tan a flor de piel.
La firma entraría así en la batalla que grandes compañías como las tecnológicas y las farmacéuticas libran ahora mismo por el campo de la información genética, en el que la confidencialidad de la información, regulada por estrictas leyes en Estados Unidos, ha impuesto severas restricciones. Pero, como dicen en Technology Review, nada debería impedir que un sujeto comparta sus propios datos, algo tan al alcance de la mano ahora que tantos ciudadanos llevan un miniordenador en el bolsillo. En los primeros tres meses de 2015 Apple vendió 60 millones de teléfonos iPhone en todo el mundo.
Ya existe un proyecto, la Alianza Global de Genómica y Salud, en el que participan un grupo de genetistas y programadores, que aspira a derribar algunos de los estrictos reglamentos de privacidad que velan por los datos genéticos, y desarrollar un protocolo para el intercambio de la información genética a través de una especie de Internet del ADN.