Ciudad de México, 21 de abril (SinEmbargo).– Si ser la delegación con el mayor número de electores del Distrito Federal y aglutinar al 20 por ciento del electorado no bastaba para dejar claro que Iztapalapa será la joya de la corona de la elección de junio próximo, ayer los dos principales partidos en disputa en la capital del país, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), lo dejaron claro con sendos eventos de arranque de campaña en los que mostraron el músculo que cada uno de ellos tiene en la demarcación.
La presencia de los dirigentes nacionales de los partidos fue un indicativo de la relevancia que la delegación, con su casi millón y medio de ciudadanos registrados en el Padrón Electoral, tiene para ellos.
Carlos Navarrete, dirigente nacional del PRD, ayer sólo asistió a los inicios de campaña de las delegaciones Iztapalapa, que su partido ha gobernado desde 1997, y Miguel Hidalgo, tradicionalmente panista pero que el Sol Azteca recuperó en la elección de 2012. «Son emblemáticas», reconoció.
El presidente del Consejo Nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, también se presentó sólo en dos de las 16 delegaciones que pretende ganar para su partido en el Distrito Federal, que compite por primera vez en una elección. Una de ellas fue Iztapalapa, cuya candidata a la jefatura delegacional, Clara Brugada Molina, ya gobernó la demarcación entre 2009 y 2012. Junto con López Obrador estuvo el dirigente de Morena Martí Batres Guadarrama.
Con la presencia de sus dirigencias y en espacios abarrotados, ambos partidos dejaron claro su mensaje de la fuerza que uno y otro tienen en esa delegación.
Un sonriente Navarrete lo expuso así a la prensa al término del evento: «Iztapalapa es emblemático, Iztapalapa es nuestro bastión desde 1997, Iztapalapa es nuestra fuerza mayor territorial, en Iztapalapa hemos hecho buenos gobiernos, en Iztapalapa hoy otras fuerzas nos disputan el triunfo y había que estar aquí, como un mensaje».
Para Morena el mensaje a transmitir es otro: que la izquierda no es el PRD, sino ellos; que quien dividió a la izquierda fue el PRD, y no ellos.
“La izquierda hoy está en Morena”, dice con suficiencia Batres Guadarrama. “Antiguamente la izquierda se organizó en el PRD, pero la dirigencia se corrió a la derecha y hoy la izquierda se está organizando en Morena, la unidad de la izquierda se da en Morena”.
Pero a pesar de sus esfuerzos retóricos para marcar distancia uno del otro, ambos partidos seguirán la misma estrategia para ganar votos en Iztapalapa: salir a las calles, estar cerca de la gente, recorrer casa por casa. Los programas de una y otra candidata, Dione Anguiano y Clara Brugada, también tienen similitudes: el impulso a los programas sociales, la reforestación, la atención a los servicios públicos…
DIONE ANGUIANO Y LA UNIDAD PRAGMÁTICA
Desde los primeros minutos de este lunes, los brigadistas del PRD comenzaron su trabajo de promoción del voto para los candidatos de ese partido a la jefatura delegacional, diputaciones locales y diputaciones federales por Iztapalapa.
Pero fue hasta las 11 de la mañana cuando los 16 candidatos –una a jefa delegacional, nueve a diputados locales y seis a diputados federales– se presentaron ante una explanada abarrotada de simpatizantes en el Jardín Cuitláhuac, en el corazón de esa demarcación. Entre ellos estaba el candidato del Partido Nueva Alianza (Panal) a una diputación local y el candidato del Partido del Trabajo (PT) a una diputación federal, ya que en esta elección el PRD se alió con esos dos partidos en varias delegaciones.
El vínculo del Panal con la ex lideresa magisterial Elba Esther Gordillo, a quien históricamente se le vio cercana al priismo y luego al panismo, no pareció importarle al considerado como el principal partido de izquierda en el país para aliarse con él. Y en ese pragmatismo, el arranque de campaña lo mismo homenajeó a pioneros de la izquierda que remarcó que se trataba de una campaña de unidad con otras fuerzas políticas. No sólo eso, sino también que sería una campaña que no se parecería en nada a las anteriores, según dijo Navarrete al micrófono.
Flanqueada por él y por el presidente del PRD en el Distrito Federal, Raúl Flores, la candidata a jefa delegacional, Dione Anguiano Flores , sonreía jubilosa, mandaba saludos con la mano, mostraba el pulgar hacia arriba en señal de triunfo. Con ella también estaban el Secretario General del PRD, Enrique Vargas, y el Diputado local Manuel Granados.
Por si la presencia de las diligencias nacional y local del partido no bastaran para evidenciar la relevancia que tiene la Delegación Iztapalapa en la elección, Navarrete la recalcó en su discurso.
“Iztapalapa está en el centro de la atención del Distrito federal y del país”, dijo. En otro momento, agregó: “Aquí el PRD está enraizado entre la población de izquierda”.
“Se trata de la delegación más perredista del DF”, destacó en su turno al micrófono Raúl Flores. Anguiano remató recordándole a los iztapalapenses que “quien dio inició a la izquierda es el Partido de la Revolución Democrática” y que el partido ha sido tan “generoso” que quienes ahora militan en otros partidos de izquierda también estuvieron en sus filas.
CLARA BRUGADA: LA FÓRMULA DE ESTAR CON AMLO
Aún cuando faltaban tres horas para que iniciara el arranque de campaña de Brugada Molina, hubo gente que soportó el calor y el tedio en la cancha de béisbol del deportivo de Santa Cruz Meyehualco desde las cuatro de la tarde. La expectación no era tanto por la llegada de la candidata como por el arribo de quien la acompañaba: el dos veces ex candidato presidencial López Obrador, quien ha apoyado a Brugada Molina desde que se postuló como candidata a jefa delegacional en 2009.
Incluso los coros a la consigna “¡Es un honor luchar con Obrador!” fueron más animosos que los de “¡Clara/Brugada/segura delegada!” y hubo más gente de pie cuando López Obrador tomó la palabra que cuando lo hizo la candidata. De hecho, el discurso final lo dio el líder de Morena y no Brugada Molina.
Su mensaje fue más breve de lo habitual pero concreto en su propósito: pidió apoyar a “Clarita”, como se refirió a la candidata, informando a la gente que ya no militan en el PRD y “orientándola” para que no acepten la compra de su voto.
No todos los que habían asistido al evento lo escucharon, pues algunos se retiraron antes. Aún así, el amplio campo de béisbol, cuyo tamaño duplicaba al del Jardín Cuitláhuac, lucía lleno.
Desde el templete montado para la ocasión, los candidatos de Morena a las diputaciones locales y federales, así como invitados especiales como el Senador Alejandro Encinas y la Diputada federal Luisa María Alcalde. Al fondo, una lona gigante con los rostros de López Obrador de un lado y Brugada Molina del otro recordaba un comentario hecho por Navarrete horas antes, criticando que mientras en el PRD cada candidato hacía su campaña, en Morena una sola persona –en alusión a López Obrador– hacía campaña por todos.
Al término del evento, Batres Guadarrama diría que esa fórmula de colgarse de la figura del tabasqueño les seguía resultando hasta a los perredistas. De ahí que el mensaje fuera pedir a la gente que les ayudara a desmarcarse del partido que llevó a López Obrador a la Jefatura de Gobierno en 2006 y que lo postuló dos veces como candidato presidencial, pero que ahora se ha alienado con el “régimen corrupto”.
Ataviada con una corona de pequeñas rosas rojas artificiales, Brugada Molina se notaba optimista y confiada, como quien se sabe en terreno seguro. Habló a detalle de sus propuestas y sólo aludió a su principal contrincante, el PRD, al decir que Morena no había dividido a la izquierda, sino que lo había hecho “quien firmó el Pacto por México”.
Una canción arreglada para la campaña de Brugada, al ritmo de cumbia decía: “Iztapalapa es de la izquierda bastión/por eso Clara ganará la elección”.