Ciudad de México, 18 de abril (SinEmbargo).– El padre Alejandro Solalinde Guerra y miembros de la caravana migrante presentaron este sábado una queja en contra de las autoridades por violar sus derechos durante la marcha que realizan.
El también director del albergue «Hermanos del Camino», acusó al Gobierno federal, en un acto anterior, de haber intentado vincularlo en trata de personas. Ésta y otras quejas fueron llevadas hoy al titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez.
En la reunión que sostuvieron, el ombudsman nacional señaló que no es correcto criminalizar a los migrantes y recordó que la CNDH tiene registradas 139 quejas presentadas por los integrantes de la caravana por los hechos ocurridos en Oaxaca en semanas anteriores.
A su vez, Alejandro Solalinde presentó una queja contra personal migratorio y policías federales, al considerar que esas autoridades violaron los derechos de migrantes durante el retén en la comunidad de El Espinal, Oaxaca, y pidió una amplia investigación.
Los migrantes que participan en la caravana expusieron a González Pérez sus argumentos sobre las presuntas violaciones y le solicitaron intervenir para que no sean vistos como criminales.
Ante ello, González Pérez se comprometió a que las quejas en posesión de la comisión serán integradas al expediente y los hechos denunciados investigados a fondo.
Expresó que está consciente de que la caravana de migrantes que inició el 25 de marzo sirve para visibilizar el fenómeno migratorio y que las personas no abandonan sus países por gusto, sino por necesidad, además de estar expuestos a la inseguridad, extorsiones y delincuencia.
INTENTARON INCULPARME
Por la mañana, Solalinde Guerra ofreció una conferencia de prensa a unas calles de la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México. Ahí, el sacerdote denunció que las autoridades le tendieron una trampa para involucrarlo en un delito de trata de personas.
«Llevaron un Ministerio Público Federal para registrar que soy pollero, para registrar que contrabando personas. Todo lo tenían preparado para que cayera, pero no pudieron», dijo Solalinde.
Señaló que el bloqueo por parte de la Policía Federal, el cual consideró «un operativo de Estado para un enemigo de Estado», fue un acto de acoso e intimidación dirigido opositores del Presidente Enrique Peña Nieto.
Solalinde arribó la madrugada de este sábado al Distrito Federal junto con 350 migrantes. De acuerdo con el sacerdote, todos cuentan con amparo.
Algunos de los migrantes dieron cuenta de las lesiones provocadas por miembros de fuerzas federales.
» No somos delincuentes, sólo queremos trabajar», exclamó Edwin, quien llegó de El Salvador.
El pasado el 24 de marzo iniciaron este recorrido en la frontera de México y Guatemala, el cual se realiza desde hace varios años con el objetivo de hacer visible el drama de las personas indocumentadas que intentan llegar a los Estados Unidos y sufren en México toda clase de abusos, sin embargo, en esta ocasión el Instituto Nacional de Migración (INM) desplegó un amplio operativo alrededor de Ixtepec y advirtió que se permitirá el tránsito de las personas “siempre y cuando tengan el permiso de estancia legal”, lo cual no es el caso de los migrantes que participan en el viacrucis.
Al respecto, el padre Solalinde explicó que jamas se había enfrentado en una situación parecida. “Tengo 20 años trabajando en el istmo de Tehuantepec [Oaxaca] y jamás había visto una ciudad sitiada de esta manera, han puesto varios retenes”, comentó el sacerdote.
Tras retirarse de la Basílica, una comisión de migrantes encabezada por Solalinde acudieron a las oficinas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para entregar una queja en contra del operativo que las autoridades del INM realizaron en el trayecto de la caravana.
«Estamos entregando de mano la queja para iniciar investigación operativo contra #ViacrucisMigrante», escribió Solalinde en su cuenta de Twitter [@padresolalinde].
La caravana llegó el 9 de abril a la localidad de Ixtepec, en el estado de Oaxaca, donde fue recibida por Solalinde en el albergue para migrantes, “Hermanos en el Camino”.
Sin embargo, un operativo montado por el Instituto Nacional de Migración y la policía les bloqueó el paso durante varios días.
Además, según Solalinde, las compañías de autobús que iban a trasladarlos en ese momento decidieron no hacerlo después de recibir advertencias de las autoridades de que incurrirían en tráfico de migrantes si llevaban a los centroamericanos hasta Ciudad de México.
Solalinde y los migrantes optaron el miércoles por avanzar a pie hacia la comunidad de Juchitán en Oaxaca y aunque en el camino había un retén migratorio finalmente las autoridades optaron por darles vía libre para evitar incidentes mayores.
Con acompañamiento de representantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el “viacrucis” reanudó ayer su recorrido.
Además, los organizadores tienen previstas reuniones con representantes de organismos de derechos humanos y un diálogo con senadores.