Ciudad de México, 29 de marzo (SinEmbargo).- La Misión de Redirección de Asteroides (ARM, por sus siglas en inglés) es un plan ambicioso y polémico por parte de la NASA que pretende tomar un asteroide, desviarlo a la órbita lunar y luego enviar astronautas a tomar una muestra. En teoría, se trata simplemente de aproximar una roca a nuestro satélite natural. Sin embargo, la misión podría tratarse de un paso fundamental para poder viajar a Marte.
Desde su concepción ha habido dos opciones para que ARM se lleve a cabo. La primera consiste en capturar un muy pequeño trozo de asteroide y redirigirlo a la Luna. El segundo plan consiste en aterrizar una nave en un asteroide más grande, levantar un trozo de aproximadamente 12 metros de diámetro y remolcarlo a la Luna para examinarlo, la cual resultó ser la opción ganadora, según dio a conocer la agencia espacial estadounidense en una conferencia.
De acuerdo con el sitio Gizmodo, hay dos razones principales para ir que la NASA se haya inclinado por la opción B. En primer lugar, hay mucho más objetivos. Esto quiere decir que los asteroides grandes cerca de la Luna son más abundantes que los pequeñas. En segundo lugar, el aterrizaje de un robot en un asteroide dará la agencia espaciual una mejor oportunidad de poner a prueba la tecnología que con el tiempo llevará seres humanos a Marte.
No se espera que la selección final del asteroide se realice hasta 2019, mientras que se planea que la misión se ponga en marcha en 2020, para que finalmente llegue a los asteroides dos años más tarde. A partir de ahí, la nave podrá agarrar la piedra de su elección y llevar a cabo algunas otras partes clave de la investigación, logrando arrastrar su trofeo a la Luna en 2025.
Según publicó el sitio web de la revista Popular Science, la NASA tiene tres candidatos de asteroides en mente. De estos, 2008 EV5 es el favorito, seguido por los asteroides Itokawa y Bennu. Por su parte, Robert Lightfoot, administrador asociado de la agencia espacial, dice que ellos no van a anunciar el ganador hasta dentro de cuatro años.
Para 2025 el plan es enviar un equipo de dos personas a bordo del sistema de lanzamiento espacial que pronto será creado. Éste luego se acoplará al combo nave-espacial-roca. Allí, la tripulación pasará hasta tres semanas y media analizando la roca. No obstante, Lightfoot no especificó los componentes exactos de la misión.
La idea general de ARM, por otro lado sigue sonando a una especie de Inception espacial, ya que nuestro satélite natural básicamente contaría con su propia luna, a pesar de que esta sea bastante minúscula. Sin embargo, lo verdaderamente interesante es la base que puede representar para futuras investigaciones espaciales.
Lightfoot, sobre todo, admite que la principal prioridad de ARM no es aprender más sobre la ciencia de asteroides y sostiene que la misión es, en última instancia, un peldaño más en el camino a Marte. «La prioridad, desde nuestro punto de vista, es la capacidad de demostración de la misión», dijo. «Realmente estamos tratando de demostrar las competencias que vamos a tener que tomar los humanos lejos en el espacio y en Marte.»