Ciudad de México, 28 de marzo (SinEmbargo).- «Ver para creer», dice el dicho. En el caso de Graham Fink es mucho más que eso, él realiza dibujos con sólo observar una pantalla. No hay truco, es simplemente la tecnología al servicio del arte.
Es así que este artista británico dibuja retratos que por muchos son calificados de «inquietantes» usando sólo sus ojos, un nivel admirable de concentración… Ah, y un software especial para poder convertir en trazos los movimientos oculares.
Fink, que recientemente celebró una exposición de dibujo en vivo en Londres, trabajó con la compañía de rastreo ocular Tobii Technology para desarrollar el programa que hace posible estas creaciones, dio a conocer The Huffington Post.
De acuerdo con el sitio web oficial de Fink, esta tecnología funciona al dirigir luz infrarroja directamente a los ojos. «Los reflejos se graban utilizando múltiples algoritmos y filtros que permiten que el movimiento del ojo de inmediato se traduzca en una pantalla».
Fink trabajó con un programador para desarrollar el software para un rastreador ocular que le permitiera dibujar con simplemente mirar a la pantalla. Al igual que el EyeWriter (una pieza de software de código abierto que le permite a los grafiteros discapacitados dibujar con los ojos) la instalación de Fink se basa en dos luces infrarrojas que brillan en sus ojos. El reflejo de este movimiento se graba con una cámara y pasa a través de algoritmos que hacen más lenta la oscilación natural del ojo de Fink, convirtiendo lo que de otro modo sería una línea débil en algo mucho más suave, publicó la revista Wired.
«Básicamente dibujo las líneas en mi mente y veo lo que se desarrolla en la pantalla», dijo el artista a The Creators Project. «Tarde o temprano aparecerá una cara. Tienes que confiar realmente en tu inconsciente que la imagen se materializará.»
«Es un poco como carbón digital, de alguna manera», agregó fink, quien además de incursionar en el arte multimedia es reconocido por su obra fotográfica y pinturas.
Por otra parte, el británico dijo que obtuvo su inspiración de los profesores de arte que alguna vez lo exhortaron a mirar más duro mientras trabajaba.
«El problema es que hay una gran cantidad de procesos en marcha entre los ojos que miran algo y luego transfieren esa información a tu cerebro, tus brazos, a través de su lápiz y al papel», dijo en un comunicado. «Pensé, ¿no sería maravilloso dibujar directamente usando sólo mis ojos.»
Todos los retratos están dibujados en una línea continua, de la misma manera en la que lo hace el clásico juguete Etch-A-Sketch, aunque sin la característica de borrado mediante sacudidas. Los aparentes accidentes en el trazo son un resultado intencional de proceso de Fink. El artista no comienza con una cara en mente, sino que deja que sus ojos creen una forma subconsciente. «Me aparece la cara y la llevo a cabo», dice.
Cada retrato puede llevarle de entre cinco minutos a una hora, dependiendo de su nivel de concentración. El truco, según Fink, es despejar la mente tanto como sea posible. Más allá de eso, hay que confiar en que el subconsciente sepa lo que está haciendo.