Ciudad de México, 20 de marzo (SinEmbargo).- Hasta hace unas semanas la palabra «Antropoceno» era básicamente una desconocida en el ámbito popular. Sin embargo, luego de que en Berlín fuera bautizada una nueva era geológica con dicho nombre, éste se encuentra ahora en boca de todos. No obstante, pocos son los que saben de qué se trata.
«El término antropoceno pretende expresar que hemos dejado atrás la relativamente estable era del Holoceno y que a partir aproximadamente de 1800 ha dado comienzo una nueva etapa en la que el hombre se ha convertido en el principal agente geológico, en el factor dominante de la geología», dijo Reinhold Leinfelder, geólogo y palenontólogo que ha dirigido durante años el Museo de Ciencias Naturales de Berlín y que actualmente investiga para las universidades de Libre de Berlín y Universidad de Múnich.
Sin embargo, lo cierto es que a pesar de lo novedoso que pueda llegar a sonar, el Antropoceno lleva años barajándose como una posibilidad. No obstante, lo que desencadenó la polémica tras el anuncio hecho en Berlín, es la fecha de inicio de esta era.
Así, mientras la revista Nature (que dio a conocer el estudio) se opone a la rebate el inicio de esta época en 1945, colocando el año 1610 como punto de partida, son muchos los que afirman que 1945 (el inicio de la era atómica) es la fecha más apropiada para marcar el fin del Holoceno (como se conoce a los últimos 12 mil años y la actual época del periodo Cuaternario en la historia terrestre) y el inicio del Antropoceno.
Aunque el comienzo del Holoceno está muy bien determinado por la propia Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS), no ocurre lo mismo con el del Antropoceno, por lo que existe una discusión sobre sus inicios. De esta manera, las opiniones van desde la de científicos que creen que arrancó con la Revolución Industrial, a finales del siglo XVIII, mientras que otros consideran que empezó hace 8 mil años con la primera deforestación masiva para liberar suelo cultivable. Por otra parte, también están aquellos que, como ya se mencionó, prefieren el comienzo de la era nuclear.
De lo que no hay duda es en el parámetro para denominar a esta era: el impacto dejado en el planeta por la actividad humana. Por otra parte, de acuerdo con los investigadores, para definir una época se deben cumplir dos criterios principales:
- Deben documentarse cambios duraderos en la Tierra.
- Debe identificarse y fechar un cambio ambiental global que se haya capturado en material natural, como rocas, hielo antiguo o sedimentos del fondo del océano.
Los autores del estudio publicado esta semana compararon los principales impactos ambientales de la actividad humana en los últimos 50 mil años en relación a estos dos requisitos y sólo dos fechas cumplen los criterios: 1610, cuando se sintió por primera vez a nivel mundial la colisión de los mundos Nuevo y Viejo un siglo antes; y 1964, en relación a las consecuencias de los ensayos de las armas nucleares. No obstante, los especialistas afirman que 1610 es el candidato más fuerte.
FATALISMO Y CELEBRACIÓN
Sin embargo, más que una ocasión para replantear el papel del hombre en la Tierra, la irrupción del Antropoceno en el panorama ha reavivado discursos fatalistas. De igual manera, tampoco es reducido el número de los que se han apurado a revivir investigaciones científicas que sugieren que lo peor para la humanidad está por venir.
Hace dos años un plantel de 22 científicos de todo el mundo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) advirtió que la Tierra se aproxima a un colapso inminente e irreversible. así, la recomendación entonces fue que, de no tomarse las medidas adecuadas, en cuestión de décadas la humanidad se enfrentará sin remedio a un «nuevo régimen para el que no estamos preparados», dio a conocer entonces el diario español ABC.
De acuerdo con la advertencia, el panorama desolador incluye carencia de alimentos y de agua potable, enormes sequías, extinción de especies y migraciones masivas de gente en busca de su propia supervivencia «como nunca hemos visto en la historia». ¿Las causas? «El brutal crecimiento de la población, la destrucción de los ecosistemas naturales en todo el mundo y el cambio climático». un argumento que hoy reaparece con más fuerza que nunca ante la presencia inminente de una era geológica provocada enteramente por el ser humano.
No todos comparten este pesimismo. Hay quienes como el biólogo y periodista científico Christian Schwägerl, ven con otros ojos los albores de esta nueva etapa del planeta.
«La era geológica del Antropoceno no sólo es la suma de nuestros problemas ambientales… Puede que también llegue a ser la edad de la humildad», dijo en una entrevista otorgada a la revista New Scientist.
Para el alemán, el Antropoceno representa también el proceso de tomar conciencia de la responsabilidad de la humanidad en la configuración del futuro de la Tierra. Incluso un reto. «¿Podemos crear un registro geológico mejor o incluso positivo que luego contar la historia de un planeta que regenera a partir de la explotación?», se pregunta.
Por supuesto, esto no quiere decir que la esperanza merme lo inaplazable y urgente. El arquitecto Rem Koolhaas, que pronuncia una conferencia sobre «La Naturaleza es pasado», no se tienta al admitir que el viejo concepto de naturaleza prístina quedó ya obsoleto, e insiste en que las líneas de actuación y gobernabilidad ya no deben inclinarse a preservar una forma de naturaleza que ya no existe por sí misma, sino a lograr un nuevo equilibrio planetario y una más eficiente gestión energética, para lo que es necesario desarrollar una cultura global que por primera vez ahora permiten las nuevas tecnologías, dio a conocer el diario El Mundo.
En pocas palabras, hay que dar vuelta a la página.
No obstante, lo anterior también puede ser interpretado desde una perspectiva cómoda e irresponsable, por lo que Schwägerl advierte: «Hay un riesgo de que la idea del Antropoceno sea mal interpretada como derecho humano para controlar el planeta Tierra. Esta interpretación no podía estar más equivocado. El Antropoceno debe ser la edad de la responsabilidad, la cooperación, la creatividad, la inventiva y la humildad».
Hoy la Comisión Internacional de Estratografía, el mayor grupo científico dentro de la IUGS (formada por geólogos, biólogos, químicos, arqueólogos y antropólogos de universidades de todo el mundo) se reúne para proponer que el Holoceno ha llegado a su fin para dar paso al Antropoceno, apoyados principalmente en la forma en la que los seres humanos y sus industrias están alterando el planeta, especialmente su clima.
