Ciudad de México, 16 de marzo (SinEmbargo).– Prestamo Expres$ ofrece un crédito hasta de dos millones de pesos en menos de 72 horas, a pagos flexibles –con interés del 17.33 por ciento a seis años–, sin revisión de Buró de Crédito y asegurando que es una empresa legalmente constituida, así lo dice el folleto que Josefina Casillas Castro tiene en sus manos.
La mujer de 59 años está acompañada de su hijo. Es 5 de marzo de 2015 y Josefina está sentada en el borde del sillón de una oficina. Ambos tienen la esperanza de iniciar un nuevo negocio, por eso esperan en la recepción de esta empresa que, según la secretaria, hace no mucho cambió de nombre a Tu Apoyo Expre$$.
Prestamo Expres$ o Tu Apoyo Expre$$ se ubica en calle Lucerna número 78, tercer piso, en la colonia Juárez de la Ciudad de México. Esa y otras son “marcas comerciales” que pertenecen a la Compañía Regeneradora del Empleo de Coparticipación Empresarial Crece S.A. De C.V., pero Josefina no lo sabe. La señora desconoce también que esa firma es dirigida por Daryssa Savón García y Joel Arturo Martínez Sánchez, quienes han enfrentado demandas por diversas causas, especialmente por arrendamiento ante los juzgados 26 Civil y 82 Civil en el Distrito Federal, de acuerdo con los expedientes 753/2009 y 192/2011.
Dos minutos después, Santiago Ramírez se presenta. Es el asesor financiero, dice. “Por favor, pasen por acá”, indica con voz afable a Josefina y a su hijo. Ambos atraviesan un pasillo estrecho, sin iluminación; llegan a una oficina grande donde hay ocho escritorios, cuatro de ellos vacíos. A un volumen considerable las bocinas emiten Amor 95.3, “sólo música romántica”.
Como Josefina, muchas personas acuden a este tipo de empresas sin saber si quiera cómo operan.
La maestra Rebeca Pérez Calderón, investigadora de del Departamento de Administración, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Azcapotzalco, aseguró que «estas empresas abusan de la confianza y se aprovechan de necesidad y falta de información de las personas, que en su mayoría son de bajos recursos».
El abogado Daniel Badillo González, director general de afiliaciones, de la organización Defensa del Deudor, explicó que «las casas de préstamos milagro» engañan a los usuarios haciéndoles creer que gestionarán de forma exitosa un crédito o dan una idea que la misma empresa lo otorgará.
«El usuario común a veces está en el Buró de Crédito o simplemente no cuenta con los requisitos que pide la banca múltiple, por eso acude a este tipo de empresas que encuentran en el periódico y otros espacios. Y aunque realizan acciones fraudulentas, se maneja de forma cuidadosa para no ser perseguidas», explicó.
«La forma de hacerlo es muy simple: ofrecen ayuda vía telefónica, luego piden un acercamiento, se les da una plática de bienvenida y se les hace creer que con unos cuantos trámites se les va a otorgar el préstamo y luego hacen firmar un contrato muy complejo, en el cual no estipula que ellos darán el crédito sino el servicio de gestión. Al final los usuarios reciben una llamada y les indican que su crédito está preautorizado y deben depositar dinero para gastos de investigación o para un seguro u otros rubros. Normalmente piden el 10 por ciento del préstamo solicitado pero al final le dicen que la solicitud fue rechazada», agregó Badillo.
El experto en leyes aclaró que no hay autoridades con facultades legales para castigar a estas firmas porque muchas de ellas ni siquiera son instituciones financieras.
«Cuando el cliente se siente defraudado acude a la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de las Instituciones Financieras (Condusef), pero no tiene facultades generales para actuar, entonces acude a la Profeco [Procuraduria Federal del Consumidor] la cual se encarga de revisar el contrato pero no detecta anomalías, porque la empresa sólo se comprometió a gestionar un crédito. Y la gestión de un crédito puede implicar solo una llamada a un banco», dijo.
LA REALIDAD DEL PRÉSTAMO
SinEmbargo contactó a a la gestora de crédito Préstamo Expre$. Un joven llamado Francisco Bonilla contestó y dijo que él mismo se encargaría de financiar el trámite. Aseguró que en ningún momento se pediría dinero antes de otorgado el crédito y aseguró que lo importante era que se acudiera a su oficina.
Una vez adentro, el «Licenciado Óscar Paz» comentó que Bonilla era sólo de atención a clientes. Luego explicó el procedimiento que se tenía que hacer para que fueran otorgados 20 mil pesos a dos años con mensualidades de poco más de mil pesos. El logotipo de la hoja de solicitud no era de Préstamo Expre$, sino de Tu Apoyo Expre$$.
A mitad de la asesoría, el «Licenciado Óscar Paz» cambió el semblante y expresó: «No te puedo prestar el dinero así nada más porque ni tú lo harías». Pidió garantías, entre ellas el pago de un seguro y demás presiones, incluso llegó a decir de forma amenzante que si no se metía la solicitud, después iba a tardar meses en ser aprobada.
Al final, cuando se le cuestionó por la razón social y cómo están registrados ante la Condusef dijo que formaban parte del Grupo Solidario de Determinación de Metas S.A de C.V., y no de la Compañía Regeneradora del Empleo de Coparticipación Empresarial Crece S.A. De C.V., como había explicado Francisco Bonilla.
La Compañía Regeneradora del Empleo de Coparticipación Empresarial Crece S.A. de C.V tiene al menos 55 reclamos ante la Condusef; afectados, entrevistados por SinEmbargo acusaron que dos de sus «marcas comerciales» Profinmex y BeneFin, los defraudaron. No obstante, esta empresa forma parte del Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros (SIPRES) de la Comisión Nacional de Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros.
Y como ésta, varias empresas operan e incluso hay un número incuantificable de firmas que prestan o dicen prestar dinero o gestionan crédito que ni siquiera están oficialmente constituidas, porque en México hacer este tipo de acciones no es ilegal.
Maricruz Santa Ana Solano. Directora General de Contratos de Adhesión, Registros y Autofinanciamiento de la Procuraduría del Consumidor, aseguró que el tema no es competencia de ese organismo, sino de la Condusef.
Mario Alberto di Costanzo Armenta, presidente de la Condusef, en entrevista para SinEmbargo informó que existen cuatro categorías para las entidades financieras de este tipo: Sociedades Financieras de Objeto Múltiple, Entidades Reguladas (Sofom E.R.); las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple, Entidades No Reguladas (Sofom E.N.R); Entidades irregulares; y empresas que dejaron de ser Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofom).
Pese a que Condusef sabe la existencia y abusos, en algunos casos no tiene facultades para ejercer medidas, muchas veces es competencia de la Profeco, cuando por ejemplo, son empresas pero no entidades financieras o lo fueron pero ya no lo son.
«Estas empresas buscan operar en una franja muy gris, que siendo empresas comerciales caen en ámbito de la Profeco. Sería matería del Poder Legislativo precisar mejor esta regulación», dijo.
Cuando se le cuestionó el por qué la Compañía Regeneradora del Empleo sigue operando, Di Costanzo argumento que «las sanciones dependen de la gravedad de las faltas».
Sólo en 2014, la Condusef atendió más de mil denuncias en contra de Sofomes no reguladas e impuso más de 36 millones de pesos en multas.
Para la investigadora Rebeca Pérez Calderón el hecho que no exista una regulación estricta atiende a intereses particulares, en donde se involucran políticos, empresarios e incluso la delincuencia organizada.
El abogado Daniel Badillo agregó que «no existen mecanismo suficiente y a esto le sumas que los usuarios no ponen de su parte para informarse».
«Hay una área de oportunidad para regular a estas empresas que malamente se colocan en esta franja gris», concluyó el presidente de la Condusef y agregó que la población debe mantenerse al tanto de las recomendaciones del organismo y denunciar para que puedan actuar.