Ciudad de México, 16 de octubre (SinEmbargo).- Los escándalos de corrupción que ha protagonizado Banamex en los últimos meses terminarán por descabezar al banco más grande de México. El segundo hombre más importante de la institución ya se fue, mientras que el primero está por irse, de acuerdo con reportes filtrados a la prensa extranjera desde el corporativo en Nueva York.
Pero los dos altos ejecutivos que salen de este polémico banco, alguna vez propiedad de Roberto Hernández, llevan muchos años ocupando espacios privilegiados en la prensa por escándalos, sospechas y dudas. Sobre todo por el papel que desempeñaron en la venta de la institución a Citigroup, hasta los manejos del Fondo de Protección al Ahorro (Fobaproa), creado en la década de los noventa para enfrentar la insolvencia de los bancos.
El 3 de octubre, Banamex anunció la salida de su director general, Javier Arrigunaga Gómez del Campo, en medio del escándalo por un presunto fraude, superior a los 400 millones de dólares, en contra de la institución por parte de la empresa Oceanografía.
Sin embargo, la polémica rodea al banquero desde hace más de una década.
En octubre de 1998, diputados los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) así como el entonces dirigente nacional de este último, Andrés Manuel López Obrador presentaron tres demandas de juicio político en contra de Guillermo Ortiz Martínez, entonces Secretario de Hacienda, por considerarlo uno de los principales responsables de las irregularidades en el rescate bancario que tuvo lugar en el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000).
La demanda también incluía a Javier Arrigunaga, quien en 1995 se convirtió en el primer director del Fobaproa. A ambos se les acusó de autorizar indebidamente al Fondo a suscribir títulos de deuda pública, con lo que habrían violado la Constitución al invadir facultades que son exclusivas de la Cámara de Diputados.
En el caso concreto de Guillermo Ortiz, se le acusó de “incurrir en actos y omisiones en perjuicio de intereses públicos fundamentales y de su buen despacho, toda vez que la obligación solidaria asumida por el gobierno federal en los contratos de adquisición de las carteras de la banca, se dio en contravención a lo dispuesto por la Constitución”.
Mientras que a Arrigunaga, primo de la esposa del ex Presidente de México Felipe Calderón Hinojosa, se le señaló por haber firmado los pagarés del Fobaproa, acción por la cual fue objeto de una instrucción de juicio político en la Cámara de Diputados, mismo que nunca procedió.
En una sesión celebrada 5 de diciembre de 1998, diputados de izquierda informaron que existían documentos que comprobaban la aplicación ilegal de 600 mil millones de pesos durante la gestión de Arrigunaga al frente del Fobaproa, que ese año se convirtió el Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
El 21 de agosto de 2002, el Diputado del PRD, José Antonio Magallanes, entonces secretario de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación entregó al IPAB reportes del auditor del Fobaproa, Michael Mackey, en el que presuntamente existían pruebas de que algunos bancos que gozaban de buena salud financiera turnaron cartera vencida y créditos irregulares a ambas instancias, bajo la gestión de Arrigunaga.
“Particularmente son tres bancos: Banamex, Bancomer y Bital”, dijo.
Como Secretario del IPAB a Arrigunaga también le tocó la desincorporación de las empresas que estaban en poder del instituto, las cuales habían sido rescatadas en 1995 y 1996 por el gobierno federal.
Tras concluir su gestión al frente del organismo fue designado Embajador de México ante la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), en París, Francia.
En 2002 regresó a México e impulsado por el ex director de Banamex, Roberto Hernández, para integrarse a la institución, misma que dirigió de 2010 hasta el 3 de octubre.
Bajo su gestión en Banamex, en mayo de 2011, fueron despedidos un total de 11 empleados, entre ellos cuatro ejecutivos de alto nivel, tras una investigación interna que reveló un control laxo y créditos fraudulentos en la unidad mexicana de Citigroup.
TRES ESCÁNDALOS EN UN AÑO
Otro de los altos ejecutivos de Banamex, que actualmente se encuentran en medio de la polémica es Manuel Medina Mora, co presidente de Citigroup y responsable de las operaciones en México.
Ayer los diarios The Wall Street Journal y The Financial Times publicaron que en los próximos mese se espera su renuncia ante la ola de escándalos que ha debido enfrentar la institución durante su gestión.
“Todo ha sido por los medios pero no hay nada oficial, no tenemos conocimiento. Ellos no manejan fechas, por eso no hay nada”, señaló por su parte una fuente de Banamex consultada por SinEmbargo.
Medina Mora Escalante tenía 21 años [en 1971] cuando ingresó a Banamex y fue una parte fundamental en la operación a través de la cual Citigroup compró la institución, en 2001, por un monto de 12 mil 500 millones de dólares.
El proceso, según documentos oficiales presentados en 2008 por el entonces Diputado del Partido de la Revolución Democrática, Juan Guerra Ochoa, le costó al erario 35 mil millones de pesos [unos 3 mil 500 millones de dólares] debido a que las partes involucradas realizaron la transacción en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) para eludir el pago de impuestos, preusntamente con el aval del ex Presidente Vicente Fox Quesada.
Desde su ingreso al llamado Banco Nacional de México, Medina Mora fue testigo de los vaivenes en la institución y de cambios sustanciales en la banca mexicana, como la nacionalización de este banco en 1982; encabezó su privatización en 1990, la cual dio origen al grupo financiero Banamex-Accival en 1991, del que fue director general en 1996. En 2001 participó en el equipo ejecutivo inicial del grupo Banamex-Citigroup en su creación, tras la venta del banco mexicano al gigante estadunidense como director general de Banamex.
Cuando se vendió Banamex tenía pagarés del Fobaproa por 73 mil millones de pesos; es decir, si el banco se vendió en 125 mil y tenía pagarés por 73 mil millones, quiere decir que más de la mitad del valor del banco era del gobierno.
Tres años después, en 2004, ascendió a presidente y director general de Citigroup para América Latina y México y seis años después fue designado director general de banca de consumo para las Américas y presidente del consejo global de banca de consumo de Citi para las mismas regiones.
Desde el 1 de enero de 2012, Medina Mora ha sido director general de banca de consumo y comercio global, cargo que seguirá desempeñando, así como el de supervisar el funcionamiento de Banamex, la filial de Citigroup en México desde 2001.
El mexicano fue nombrado en enero de 2013 co presidente de Citigroup; a partir de ese momento se convertiría en el supervisor de la banca de consumo en los 160 países en los que opera la institución con más de 200 millones de clientes en el planeta.
Sin embargo, la gestión de Medina Mora ha estada salpicada por el escándalo: en 2013, Banamex USA, una unidad de Banamex que opera en Estados Unidos, recibió una sanción por tener un control deficiente para detectar capitales que pudieran estar relacionados con el lavado de dinero. Por este caso, la institución decidió reducir su salario de 11 a 9.5 millones de dólares anuales.
Citi también recortó su bono anual de 2013 de 15.1 millones de dólares a 14 millones, según comunicó la misma institución.
Otro escándalo que lo ha marcado, y que le costó el puesto a Arrigunaga, data de febrero pasado cuando Citi informó que Oceanografía, propiedad del empresario mexicano Amado Yáñez Osuna, cercano a la familia del ex Presidente de México Vicente Fox Quesada, había conseguido de Banamex préstamos fraudulentos por al menos 400 millones de dólares, usando como garantía pagos que esperaba de supuestos contratos con Pemex Exploración y Producción (PEP).
Y AHORA… MULTAS EN MÉXICO
Ayer por la tarde, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) aplicó al Grupo Financiero Banamex multas por 29 millones 962 mil pesos tras “hallazgos de la realización de conductas contrarias a la normativa financiera” en este caso.
En un comunicado, la CNBV informó que durante una visita realizada a la institución, conoció “hechos posiblemente constitutivos de delito de los cuales informó con oportunidad a las instancias competentes, respecto de las conductas ejecutadas por personal de Banamex y Oceanografía”.
Ante lo cual, el banco respondió en un breve comunicado que las sanciones anunciadas “las acata y las ha pagado”.
“Banamex asume igualmente las observaciones hechas por la CNBV, con quien colabora de manera cercana en la instrumentación y cumplimiento puntual de las medidas de corrección a ellas asociadas”, agregó.
La institución asegura que detectó y denunció ante las autoridades correspondientes los hechos presuntamente constitutivos de delito, inició una exhaustiva investigación en todas las áreas relativas a los mismos y tomó las medidas necesarias para prevenir y evitar casos similares.
“Además llevó a cabo una revisión integral de sus procesos y controles. Con el resultado de esa revisión, Banamex determinó el carácter excepcional del fraude citado y procedió a actualizar y reforzar sus controles y procedimientos en todas las áreas operativas de la empresa, así como a fortalecer los programas de capacitación y actualización permanentes de sus colaboradores, en temas vinculados a administración de riesgo”, concluyó el comunicado.
Apenas el 14 de octubre, Citigroup detectó un nuevo fraude por alrededor de 15 millones de dólares (más de 200 millones de pesos) en una empresa de seguridad antisecuestros propiedad de su unidad Banamex.
Tras una investigación independiente, el corporativo descubrió el fraude en los gastos presentados por la empresa de seguridad [de la que no reveló el nombre] que la compañía prestaba servicios no autorizados a terceros «y el uso de material proveniente de telecomunicaciones interceptadas», según un comunicado de la institución financiera.
Según la explicación, la empresa de seguridad fue formada en 1994 para proteger a integrantes del Consejo de Administración de Banamex y a sus familias.
Michael Corbat, CEO de Citigroup, explicó en el comunicado que el nuevo fraude fue descubierto porque en julio de este año «contratamos un despacho legal para llevar a cabo una investigación independiente a una empresa propiedad de Banamex que provee servicios de seguridad en México. La investigación incluyó entrevistas a profundidad, una extensiva revisión de documentos y archivos físicos y electrónicos, y el análisis pericial de discos duros de computadoras y otros medios electrónicos».
Indicó que “si bien el monto del fraude no es significativo, la conducta de las personas involucradas es deplorable. Ahora que la investigación ha concluido, nuestro objetivo es llevar a las personas que participaron en estas actividades a que respondan ante las autoridades”.
Citigroup destacó que la empresa de seguridad está siendo liquidada y sus servicios serán provistos por la unidad global de Citi.
Corbat reiteró que desde hace algunos meses se lleva a cabo una revisión de la franquicia en México para fortalecer los procesos y controles.
«Seguiremos tomando las medidas que sean necesarias para asegurarnos que cada una de las áreas de nuestra franquicia global esté a la altura de nuestros estándares”, concluyó Corbat
En febrero pasado, durante la reunión plenaria de Banamex, Medina Mora presumió ante el Presidente Enrique Peña Nieto los logros del grupo: “El mayor grupo financiero de México alcanza ya casi 1.6 billones de pesos de recursos de nuestros clientes, de los mexicanos; 20 por ciento del ahorro nacional y con el mayor crecimiento de la industria en 2013”, dijo.
“Contamos con los mejores índices de solidez financiera del sistema y, por ello, tenemos las calificaciones crediticias individuales más altas del sector bancario por las principales agencias calificadoras. Es esta fortaleza financiera la que nos permite ver con una gran confianza el desarrollo del grupo, el seguir invirtiendo en México y mantenernos como un líder indiscutible en materia de captación y financiamiento integral”, expresó Medina Mora.
A pesar de las palabras optimistas del ejecutivo mexicano, Adolfo Laborde Carranco, investigador del Tec de Monterrey, Campus Santa Fe, consideró que escándalos como los de Banamex afectan a los negocios del mundo financiero mexicano.
“Ahora habrá mayores estrategias de monitoreo y de vigilancia dentro de los procesos”, expresó en entrevista.