Iguala, Guerrero 11 de octubre de 2014 (SinEmbargo).– Un grupo –conformado por padres de los 43 normalistas desparecidos– que trataba de ir en busca de sus hijos en una brigada a Iguala, Guerrero, decidió no entrar a la ciudad por temor. "Hay un ambiente de represión", afirmó Crisóforo García Rodríguez, promotor de la Unión de Pueblos Originarios del Estado de Guerrero (UPOEG).
Los papás viajaban de Chilpancingo a Iguala y en algún punto del camino, decidieron regresarse, debido a que están nerviosos por un tipo de represión que García Rodríguez no especificó.
"Hubo cambio de planes, ellos venían para hacer una búsqueda. Ellos ya traían un lugar, pero están muy nerviosos por la represión que hay", dijo.
Apenas el pasado miércoles, la UPOEG recibió a 14 padres de los normalistas desaparecidos en la Preparatoria 32 de Iguala, donde hablaron sobre la estrategia de búsqueda que los familiares, junto por la policía ciudadana, tratan de realizar alterna a la de la Procuraduría General de la República (PGR).
García Rodríguez dijo a SinEmbargo que los 14 padres se fueron ayer a Chilpancingo después de la reunión, pero se trasladarían a un paraje aledaño para realizar una búsqueda.
El promotor aseguró que a pesar de que hay presencia policiaca como la Gendarmería Nacional y el Ejército, el crimen organizado continúa operando y que incluso ellos detuvieron sus brigadas en terreno, hasta nuevo aviso.
"A nosotros nos mandaron decir que nos iban a recibir a balazos en Iguala si veníamos, y entramos. Luego nos decían que si nos veían en la calle nos iban a matar y salimos a tocar casa por casa y a invitar a la población a pláticas de información. Ahorita ya no hemos salido porque estamos midiendo el terreno. Nosotros no conocemos aquí, vamos a hacer mapas y a ver cómo se pone", explicó.
Los miembros de la UPOEG llegaron el martes a Iguala, sin armas de fuego y algunos sólo con machetes, para iniciar una búsqueda pacífica.
Hasta el momento revisaron dos lugares que la población señaló como parajes donde realizaba sus actividades el crimen organizado, como Tecomatlán y un lugar que se llama Junta del Río, donde hay túneles.
"Cerca de los túneles encontramos prendas, blusas, pedazos de tela, que no sabemos si son de los criminales o de víctimas", detalló.
También encontraron guantes y casquillos, pero ningún indicio que lleve a suponer que en esos lugares estuvieron los normalistas de Ayotzinapa.
Crisóforo García adelantó que las brigadas a campo se suspendieron hasta la próxima semana y que aún desconoce si los papás realizarán otro intento de llegar a la ciudad.
LAS NUEVAS FOSAS
Sobre las nuevas cuatro fosas que la PGR encontró en un paraje llamado La Joya, cerca de la colonia San Miguelito y a las faldas del Cerro Gordo, el miembro de la UPOEG aseguró que ni los papás ni los comunitarios, intentaron llegar a las fosas.
"Nosotros no creemos en ellos, creemos que es pura simulación, porque no saben qué hacer por la presión. Por eso estamos aquí, para hacer nuestra propia búsqueda", dijo.
Ayer, durante todo el día, la Policía Federal mantuvo un retén en el camino que lleva a la zona de las nuevas fosas, ubicadas a kilómetro y medio de La Parota en Pueblo Viejo donde están las primeras cinco.
De acuerdo con pobladores de la colonia San Miguelito, desde el jueves en la tarde empezaron a ver movimiento de vehículos de la policía por el lugar. "Ayer que fui a la leña los encontré ahí, en ese lugar hace como cinco meses también sacaron cuerpos”, dijo Gabina Domínguez.
Otros mencionaron que a la zona donde están las nuevas fosas, subían hummers, jeeps, camionetas, motos y también vehículos de la Policía municipal. Es decir, todos sabían. Ayer, por ejemplo, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) dijo que denunció la impunidad en Iguala desde tiempo atrás.
Algunos pobladores aseguraron que la zona es conocida como un lugar de tortura y muerte.
Un joven, que solicitó anonimato por seguridad, informó que hace unas dos semanas, cuando desaparecieron los normalistas, escuchó movimiento de vehículos en la zona y detonaciones. De acuerdo con el testigo, era común desde hace tiempo escuchar descargas de “cuernos de chivo” e ir y venir de vehículos en medio de la noche y la madrugada.
Una mujer que atiende un pequeño abarrotes dijo que en el lugar realizaba operaciones el crimen organizado. “Aquí los despachaba yo, pero uno no dice nada, los atiende y ya”, dijo.
Al lugar del hallazgo llegó personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), para participar como observadores de las diligencias que realizan los peritos en el lugar.
Crisóforo García expuso que el trabajo apenas empieza, pues los alrededores de Iguala están llenos de fosas.
"Esto apenas empieza, nosotros nos vamos a tener que quedar aquí más del tiempo que nos imaginamos, hay mucho por hacer, hasta que aparezcan los muchachos", dijo.
Durante todo el día la población de Iguala llevó alimentos y víveres a los miembros de la UPOEG. El jueves por la tarde la organización realizó una asamblea, donde algunas personas contaron historias "espantosas".
"Hay gente que dio su testimonio de que tienen hijos desaparecidos desde hace dos años, hijas desde hace año y medio, los criminales ya no se conformaban con la extorsión, sino que también recurrían a la violación",dijo.
FAMILIA DE NORMALISTA VIVE CON TEMOR
Los familiares del normalista que se encuentra en coma, por un balazo en la cabeza, en el Hospital General de Iguala, dijeron que el muchacho se encuentra en un estado de salud grave.
Su cuñada, quien solicitó no ser identificada, aseguró que tanto los papás, como hermanos y demás familia del joven, se sienten inseguros y con temor en Iguala.
"Estamos aquí desde el 27, ha sido terrible, muy cansado, aquí comemos, no salimos para nada, estamos al pendiente, pero tenemos mucho miedo", dijo.
La mujer indicó que aunque la ciudad se encuentre blindada por un fuerte operativo policiaco, los papás del muchacho, temen por su vida.
Sobre el hallazgo de las nuevas fosas, la mujer indicó que los papás de los normalistas desaparecidos merecen una respuesta inmediata de las autoridades.
"Necesitan encontrarlos ya, ellos están desesperados, al menos nosotros lo tenemos aquí, lo estamos viendo, pero los otros familiares están sufriendo mucho", afirmó.