México, 27 Sep. (Notimex).- Una acción ejecutiva potencial por parte de Estados Unidos podría beneficiar a la mayoría de los cerca de 5.9 millones de mexicanos que residen sin autorización en aquella nación, planteó Jeffrey Passel, miembro del Pew Research Center.
El experto en materia de inmigración a Estados Unidos y demografía de grupos raciales y étnicos indicó que el Presidente de ese país, Barack Obama, podría decidir en este sentido tras las elecciones legislativas de noviembre próximo.
En el marco del VI Seminario Internacional Migración en los Albores del Siglo XXI que se efectuó en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró que cinco de cada seis mexicanos con estancia no autorizada en Estados Unidos podrían justificar su permanencia en ese país.
Precisó que dos millones de mexicanos son padres de niños originarios de Estados Unidos, 525 mil viven con sus hijos mayores nacidos en ese territorio, y un millón 600 mil son adultos sin descendencia con más de una década de residencia.
Además un millón son adultos con menos de 10 años de vivir en ese país, 400 mil son menores de edad y 350 mil podrían beneficiarse de la Consideración de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés).
Al ofrecer un panorama de las nuevas tendencias y los cambios en los flujos migratorios de México a Estados Unidos registrados en décadas recientes, Passel informó que, según el Pew Research Center, uno de cada 10 mexicanos en el extranjero reside en aquella nación.
Expuso que 52 de cada 100 mexicanos son considerados indocumentados por las leyes estadunidenses, y mientras en 1990 radicaban principalmente en California, Texas, Illinois y Arizona, hoy habitan en 25 estados, algunos sin presencia extranjera en más de un siglo.
En tanto, 70 de cada 100 tienen permanencia mayor a una década y tienden a quedarse. En contraste, ocho de cada 100 registran una estancia menor a 10 años y en su mayoría salen de ese país.
En total, dijo, la población de niños nacidos en Estados Unidos asciende a 3.3 millones, medio millón de menores no están autorizados y 600 mil adultos tienen distintos estatus de residencia, lo que sumaría 10 millones de mexicanos que forman familias en ese país.
La deportación de un adulto migrante no autorizado afecta a más de una persona, en su mayoría infantes ciudadanos estadunidenses, ante lo cual “es necesario mirar desde otras ópticas al fenómeno”, manifestó.
En su oportunidad, Verónica Villarespe Reyes, directora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la máxima casa de estudios, refirió que los flujos actuales son complejos y responden a la crisis estructural global de 2007-2009, con efectos persistentes en la mayoría de las economías.
Explicó que esos desplazamientos responden a las nuevas exigencias de los mercados laborales, con migrantes altamente calificados, talentos disputados por los países avanzados para generar innovaciones y ganar competitividad.
