Por Elías Notario
Ciudad de México, 1o. de Septiembre (SinEmbargoTICbeat).- Hace ahora algo más de medio año conocimos la existencia de Prime Air, un nuevo sistema de reparto desarrollado por Amazon cuyo objetivo es lograr entregar los pedidos a los clientes en 30 minutos o menos usando vehículos aéreos no tripulados (conocidos a nivel popular como drones). Desde entonces, las nuevas noticias relacionadas con el tema de los “drones repartidores” se han ido sucediendo a buen ritmo, y en las últimas horas a todas ellas se ha sumado otra más, la que ha desvelado que Google también tiene en marcha un proyecto de investigación muy similar a Prime Air.
El mismo lleva por nombre Project Wing, fue reportado en un primer momento por The Atlantic y después Google lo confirmó, depende de la división de investigación de la multinacional “de proyectos locos” Google X, la empresa comenzó a trabajar en él en secreto un par de años atrás, y básicamente persigue desarrollar drones capaces de realizar entregas de cosas de manera rápida y autónoma y todo lo necesario para que lo puedan lograr (que si sistemas de posicionamiento geográfico, que si software de navegación autónoma…).
Entrando en más detalles, la primera fase del proyecto ya ha finalizado. La culminaron a mediados de este mes de agosto con 30 vuelos en los que probaron los primeros prototipos de drones que han venido desarrollando durante los dos últimos años. ¿Y qué tal les fue? Pues la verdad que bastante bien, como deja claro el siguiente vídeo en el que puede verse uno de esos vuelos de prueba realizado en Australia:
Mucho más que juguetes voladores
Tras ver el vídeo, seguro que ya habrán caído en la cuenta de que los drones de Google son bastante diferentes a los de Amazon. En concreto, en este caso no nos encontramos con “cuadricópteros vitaminados” sino que se tratan de vehículos no tripulados que aúnan lo mejor del mundo de los helicópteros y el de los aviones. O sea, que son un híbrido entre ambas cosas, gracias a lo que pueden despegar y aterrizar verticalmente como los helicópteros y al mismo tiempo desplazarse en horizontal como los aviones, algo genial porque les permite hacerlo mucho más rápido. Y todo de manera autónoma, ya que disponen de lo necesario para interpretar rutas precargadas y adaptarse a los cambios meteorológicos modificándolas.
Además, a eso hay que sumar la otra diferencia sustancial, el sistema de entrega/recolección. Y es que si en los drones de Amazon estos realizan las entregas posándose en el suelo y dejando el artículo, en los de Google los productos son “descolgados” del aparato, o “cargados” en él, a través de un cable mientras permanecen suspendidos en el aire (optaron por esta fórmula para evitar riesgos; no nos olvidemos que hablamos de aparatos dotados de motores con aspas girando a gran velocidad, vamos, picadores de dedos en potencia).
Que nadie tire las campanas al vuelo
Llegados a este punto, que nadie tire las campanas al vuelo todavía, porque aunque ciertamente Project Wing marcha a buen ritmo y ya han conseguido los avances importantes que hemos visto, aún queda mucho camino por recorrer.
En palabras de la propia empresa, la primera fase de Project Wing les ha servido para “autodemostrarse” que efectivamente un sistema de entrega de cosas basado en drones es viable, pero todavía hay que buscar soluciones a muchos y varios escollos técnicos, los cuales abordarán en una segunda fase ya iniciada y centrada en alcanzar el objetivo último de confeccionar un servicio piloto capaz de realizar entregas rápidas de objetos a los usuarios mediante sus “vehículos voladores autónomos”.
¿Conclusión? La más importante está clara: no sabemos de qué forma exactamente, ni tampoco cuándo (habrá que resolver antes los problemas legales pertinentes) pero cada vez parece más claro que en unos años los drones pasarán a ser una pieza fundamental en los sistemas logísticos de entrega-movimiento de mercancías.