Ciudad de México, 24 de junio (SinEmbargo).– Dentro de las actividades de la caravana de migrantes «Diálogo por las y los migrantes», representantes de organizaciones de las sociedad civil, así como activistas y defensores de derechos humanos, acuden a las sedes diplomáticas de Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua para pedir a los gobiernos de estos países cumplir con su obligación de salvaguardar los derechos de las personas que emigran de sus naciones.
Frente a la Embajada de Honduras, donde comenzó el recorrido, el padre Alejandro Solalinde Guerra exigió a los gobiernos velar por los derechos de sus connacionales.
El activista hizo un llamado al gobierno mexicano para que atienda la situación que viven los migrantes en su travesía por el país hacia Estados Unidos.
Solalinde se quejó de que la voz de quienes defienden los derechos humanos no son escuchadas y criticó que el Presidente Enrique Peña Nieto «sólo responde a los intereses de EU», por lo que «es hora de que la Iglesia Católica intervenga», afirmó.
Asimismo, integrantes de Amnistía Internacional (AI) se unieron a la protestas y con pancartas se manifiestan en las embajadas.
Chasel Colorado, coordinadora incidencia en políticas públicas de AI, dialogó con el Embajador José Mariano Castillo Mercado para expresar su preocupación por «las extorsiones, palizas y violencia sexual» contra migrantes hondureños, entre ellos niños y mujeres.
Las personas migrantes procedentes de Centroamérica han denunciado reiteradamente la falta de apoyo oportuno por parte de sus embajadas y consulados, instancias que se han visto rebasadas al momento de tomar acciones efectivas para garantizar el respeto a los derechos de sus ciudadanas y ciudadanos en México.
CRISIS DE MENORES MIGRANTES
Apenas la semana pasada, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informó que organizaciones civiles de Estados Unidos denunciaron más de 100 casos de abusos sexuales, físicos y verbales hacia menores de edad por parte de agentes fronterizos.
Felipe González Morales, relator sobre los Derechos de los Migrantes de la CIDH, detalló a SinEmbargo que estos abusos sexuales fueron cometidos durante la detención, pues policías agredieron a los menores centroamericanos antes de llevarlos a los centros de reclusión.
El Relator de esa Comisión afirmó que “la detención migratoria es una medida que los Estados no deberían aplicar de una forma automática y generalizada”; la aprehensión, explicó, tendría que ser “la última opción después de haber utilizado otras alternativas que no priven la libertad de las personas”.
Destacó que es obligación del gobierno estadounidense dar un trato digno a quienes llegan a ese país de manera ilegal y explicó que es derecho de todas personas migrar, por lo que no deben sufrir tratos denigrantes que pongan en riesgo su vida. Por ello, reiteró, la posición de la Comisión es hacer un llamado a las autoridades de EU para que realicen las investigaciones pertinentes que permitan brindar el refugio de los detenidos si así lo requieren.
La CIDH dio a conocer que entre enero y mayo de 2014, la Patrulla Fronteriza detuvo a más de 47 mil menores de edad, quienes no eran acompañados por algún adulto y detalló que esta cifra representa un aumento de casi 50 por ciento respecto los datos registrados en 2013.
En el informe presentado por la CIDH, organizaciones encargadas de defender los derechos humanos, informaron que los menores detenidos en EU sufrieron diferentes abusos, los que incluyen falta de comida y alimentos, condiciones insalubres en sus celdas, falta de mantas, ropa y colchones limpios y adecuados. Es decir, que los niños migrantes de este país o de cualquier otro que llegan a Estados Unidos sufren violencia durante la detención y son maltratados durante su estancia en los centros de migración.