Ciudad de México, 7 de marzo (SinEmbargo).– No son los mejores días para Barbie. Este año, la portada de la edición especial de trajes de baño de la revista Sports Illustrated pudo haber sido la gota que colmó el vaso. La cubierta en donde aparece la muñeca rubia no sólo no fue bien recibida, también causo indignación por la asociación de Mattel con la edición de traje de baño ocasionando incluso que muchos la tacharan de «increíblemente espeluznante» y un desesperado intento de la compañía para convertir a la Barbie «en un objeto sexual para los hombres.»
No obstante, hace unos meses la muñeca más emblemática en el mundo tuvo un cambio de imagen moderno tan revolucionario que se volvió completamente viral y prometió cambiar la percepción negativa que tantas personas tienen de ella. Sin embargo, dicho fenómeno de la «Barbie promedio» no paró en meras fotos compartidas por millones de internautas. Nickolay Lamm, el diseñador creativo del proyecto, ya tenía algo reservado a continuación.
Mientras que muchas personas se quejan sobre el mal ejemplo que la clásica muñeca Barbie promueve, pocos han realizado un esfuerzo real para proporcionar otras alternativas a la influencia de la popular muñeca. De esta manera, motivado por un fuerte deseo de mostrar que «lo promedio es hermoso», el creador de esta innovadora muñeca decidió hacer que sus diseños cobren vida con una muñeca llamada «Lammily.»
Lamm decidió tomar el asunto en sus propias manos después de ser bombardeado con preguntas acerca de dónde comprar una Barbie de tamaño normal. Así, se encuentra ahora ofreciendo prototipos de su juguete a las primeras personas que donen a su campaña de financiación en masa en CrowdtiltOpen. Sin embargo, su plan es finalmente lograr la distribución de la muñeca ampliamente en línea y en el comercio minorista. Por otra parte, la visión a largo plazo también incluye acoger la diversidad mediante la creación de muñecas de diferentes orígenes étnicos y tipos de cuerpo, publicó el sitio PolicyMic.
Lammily no sólo tiene las proporciones reales de una mujer promedio de 19 años de edad, también tiene articuladas muñecas, rodillas, codos y pies. Esto es bastante impresionante, porque a diferencia de la Barbie convencional, que está atrapada para siempre con los brazos semidoblados como si estuviera a punto de servir un plato de comida, Lammily será capaz de «jugar» diversos deportes y realizar otras actividades.
Otro aspecto interesante mostrado en la creación de Lamm es que su muñeca no está constantemente parada de puntillas lo que debería ayudarla a prevenir la artritis reumatoide crónica que probablemente ha molestado a Barbie durante el último medio siglo. De igual manera, Lammily también tiene visiblemente menos maquillaje, un cambio refrescante en la era de la monstruosa línea de las Bratz otras muñecas fuera de toda proporción real.
Lamm espera sacar provecho de los últimos y alentadores avances en la industria del juguete. Barbie podrá ser uno de los juguetes más populares para las niñas, pero claramente hay una creciente demanda de cambio. Un ejemplo de esto es la masiva popularidad de Goldie Blox, una compañía de juguetes con la misión de empoderar a las niñas. Por tal motivo, no se trata de una coincidencia, sino la evidencia de esta tendencia creciente. Mientras tanto, niños y padres, por igual, están pidiendo las empresas de juguetes que vayan más allá de los estereotipos de género restrictivos.
Por otra parte, mientras que la muñeca Barbie es un clásico en la industria del juguete, lo cierto es que también es cada vez más controvertida. Estudios muestran que los niños a los que se les pide que jueguen con un muñeco delgado, comen menos después de hacerlo. De igual manera, de acuerdo con el sitio web educacional Dying to be Barbie (Muriendo para ser Barbie), el Centro de Alimentación y Desórdenes de Peso de la Universidad de Yale encontró que para parecerse a la popular muñeca la mujer promedio tendría que «crecer 60 centímetros, alargar su cuello ocho centímetros, aumentar el tamaño de su pecho 12 centímetros y perder 15 centímetros de cintura», eso sin mencionar que la percepción de lo que la belleza debe suponer se altera por completo en la mente de los niños que juegan con la muñeca.
La tendencia hacia juguetes para niña cada vez más sexualizados pudo haber llegado finalmente a un punto de inflexión con los consumidores. de esta manera, existe una demanda cada vez mayor para aquellos juguetes que son realistas y apropiados para las más pequeñas y muchos padres sin duda los compran considerándolos una mejor opción.
Para algunos, este se trata de un increíble impulso en la industria del juguete y sería poco realista pensar que dentro de poco el empoderamiento de las niñas no será algo que las compañías ignoren por más tiempo. Sin embargo, hasta que esto ocurra, Lammily es una buena opción.
