Ciudad de México, 26 de febrero (SinEmbargo).– La renovación de la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) dio inicio ayer con la emisión de la convocatoria para la elección y un tema que se asoma como una sombra ominosa sobre el proceso: el padrón de afiliados al PAN que, a pesar de la depuración ordenada por la dirigencia en 2012 para conocer la cantidad exacta de afiliados al partido y evitar que permaneciera «inflado», sigue siendo cuestionado por diferentes personajes.
El tema volvió a revivir en enero pasado cuando el panista Antonio Morales Zepeda destapó la práctica de hacer afiliaciones falsas, ordenada en 2008 y 2009 por la entonces dirigente del PAN capitalino, Mariana Gómez del Campo, y por su novio Jorge Romero Herrera, en aquel tiempo Diputado de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF)
De acuerdo con Morales Zepeda, ambos personajes se vieron beneficiados de la afiliación masiva. Actualmente, Gómez del Campo, prima política del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa, es Senadora y Romero Herrera es el único Delegado panista en la Ciudad de México.
Morales Zepeda dice que la depuración del padrón no eliminó los registros de todas las afiliaciones falsas que él hizo, y él detectó que de unas mil 500 que él realizó antes de la depuración, unas 700 aún forman parte de la lista de quienes votarán para la contienda interna.
Ante esta acusación el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) le ordenó al PAN hacer una revisión. La dirigencia ha prometido que lo hará, pero también ha asegurado que el padrón ya no contiene irregularidades.
El ex Senador Juan José Rodríguez Prats plantea que luego de la depuración los problemas en el padrón siguen.
Rodríguez Prats, quien forma parte del equipo del ex Gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva Ramírez, para buscar la Presidencia del PAN, dice que en sus viajes que ha hecho a lo largo del país ha escuchado quejas de que la reafiliación en comités estatales fue utilizada para eliminar a quienes no son del agrado de las dirigencias estatales.
Un ejemplo que conoce de cerca es Chiapas, donde en el 2012 buscó la candidatura a la gubernatura por su partido. Ahí detectó que a algunos militantes se les eliminó del padrón, lo que le llevó a mandar desde septiembre del año pasado una carta a la secretaria general del partido, Cecilia Romero Castillo, para exponerle el problema. La respuesta la recibió en enero, aunque supuestamente desde octubre le habían contestado.
“Me mandan un documento donde dicen que nada de lo que se expone procede, que ya todo está convalidado y le ponen fecha 13 de octubre. Ahorita hay gran inconformidad en San Cristóbal de las Casas con 83 nombres que ya decidieron cuál va a ser el candidato nacional. Entonces hay molestia tremenda en las asambleas municipales y estatales y ya están acusándose señales muy claras de manipulación de dirigencias estatales”, explica.
“Se están cobijando con la reafiliación. En el caso de Chiapas sirvió para que los comités suprimieran gente que no es de su agrado. Se está repitiendo algo que se repite una y otra vez: cuando el panista está dedicado a otras cosas y se mete y ve esto se desanima y se retira a sus asuntos personales; mucho del viejo panismo ya está marginado, retirado al ver este tipo de cosas. Esto ocurrió en Nuevo León, donde existió un panismo abnegado de vanguardia, como Humberto Treviño Landois [ex Subsecretario de Comunicaciones y Transportes] que dicen que ya no hay remedio y deciden retirarse, vienen los grupos que tienen interés y que saben manipular”.
El lunes pasado fue en Nuevo León donde un ex Gobernador de la entidad, Fernando Elizondo Barragán, denunció prácticas corporativistas que lo llevaron a la renuncia al PAN.
Rodríguez Prats critica que las quejas sean resueltas por parte de la dirigencia nacional o estatales con un “no hay pruebas”, como ha ocurrido con los casos de las acusaciones por «los moches» cobrados a municipios a cambio de presupuesto por el coordinador de los diputados federales panistas, Luis Alberto Villarreal García, o cuando apenas al llegar como coordinador de la bancada panista en el Senado, Jorge Luis Preciado Rodríguez, repartió 16 millones de pesos entre sus compañeros de partido y luego lo negó.
Recuerda que uno de los estados donde más continúa la práctica de usar el padrón con fines irregulares es en el Estado de México.
“Ahí empezaron a intervenir, todos somos responsables, decíamos ‘esta gente nos da votos’ y empezamos a permitir cuestiones menores y a ser cómplices. ¿Cómo pueden recuperarse esas actitudes de antaño en que el objetivo era hacer política con ética?”, se lamenta.
INFLADO NO, MANIPULADO SÍ
En el Estado de México el padrón no está inflado, pero sí está en manos del Grupo Tlalnepantla, encabezado por el ex Senador Ulises Ramírez.
“Este grupo ha tenido el control de afiliación desde el 2003 y han estado afiliando a ‘su gente’. Hay pocos que se afilien por su libre voluntad. En cada elección interna “compran” el voto con despensas, empleos, promesas y cargos públicos”, dice el ex dirigente del PAN estatal, Noé Aguilar Tinajero.
Afirma que ese padrón y sus prácticas se pueden usar para la elección interna de la dirigencia. Al recordarle sobre el padrón depurado, afirma que en el PAN “muy pocos” militantes votan en conciencia.
“La mayoría tiene un interés personal o vota por consigna”, asegura.
Coincide con Rodríguez Prats al decir que a muchos panistas se les cercenó del padrón y los que fueron llevados por operadores se mantienen e incluso han aumentado su presencia.
“Si vas a cada estado ha surgido un panismo viciado y esto es auspiciado por la dirigencia”, critica Aguilar Tinajero, quien en el Estado de México formará parte del equipo de campaña del Senador Ernesto Cordero Arroyo.
RECUENTO DE DAÑOS
La depuración arrojó que de los casi 1 millón 800 mil militantes que el PAN presumía tener en 2012, quedaron 368 mil. De éstos sólo 220 mil podrán votar el próximo 18 de mayo para elegir a la nueva dirigencia panista.
La depuración se dio luego de que se detectó que el padrón creció sobre todo en la presidencia de César Nava Vázquez al frente del PAN, una gestión que se caracterizó por buscar afiliar a toda clase de personajes, como la cantante Patylu, que a la postre se convirtió en esposa de Nava, o a otra cantante, Mariana Ochoa.
Esos panistas de ocasión y otros miles ya no refrendaron su militancia.
Pero las sospechas de que el padrón panista se ha inflado o ha servido para purgar a panistas indeseables permanece.
Luego de la denuncia de Morales Zepeda, el aspirante a la dirigencia, Juan Manuel Oliva pidió investigar el padrón.
En algunas entidades como Tamaulipas o Veracruz hay quejas por el uso del padrón como ocurrió recientemente en Córdoba, donde el 17 de febrero hubo acusaciones de que votaron panistas que ya no están dentro del partido.