Polémica en el recinto sagrado de las Grandes Ligas por cambios en el proceso de selección para el Salón de la Fama

11/01/2014 - 1:30 am
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Ciudad de México, 11 de enero (SinEmbargo).– Cooperstwon es el lugar elegido por el beisbol para pasar de la mortalidad a la trascendencia. El romanticismo de la elección depende principalmente de las acciones superlativas que un pelotero logre durante su carrera. Los mejores han estado ahí por tradición desde que las imágenes de televisión aún no soñaban con ponerle color a las acciones que reproducían. El Rey de los Deportes alimentaba la pasión de una nación necesitada de las alegrías que dos guerreas mundiales se habían llevado. El bate, un guante y una pelota, dieron paz. Los seres humanos que destacaron en el diamante, fueron consagrados más por agradecimiento que por reconocimiento.

Desde 1939, Cooperstown, Nueva York, levanta su fachada para que todos imaginen toda la grandeza que hay en su interior. Fue la Fundación Clark, quien inauguró el recinto con la única intensión de atraer turistas para levantar a la pequeña ciudad alicaída por tiempos duros de la Gran Depresión estadounidense. En aquellos tiempos, nadie imaginaba todo lo que representaría llegar a formar parte de la lista. Dicen que el beisbol se inventó allí, por eso nadie reclamó cuando se levantó la majestuosa edificación.

La Asociación de Escritores de Beisbol de América, tienen la responsabilidad de elegir a los nuevos miembros que ingresaran en aquellas salas dispuestas para lo mejor de la pelota caliente. Fueron Babe Ruth, Ty Cobb, Christy Mathewson, Walter Johnson y Honus Wagner los primeros inquilinos. Durante poco más de 70 años, no hubo polémica grande que estorbara a la hora decidir. En total, hasta este año, han sido seleccionados 208 peloteros de Grandes Ligas, es decir, apenas el 1 por ciento de todos los peloteros en la historia.

La dificultad que tienen los beisbolistas para ingresar, se ha pasado al lado de los seleccionadores. Para este 2013, factores externos al diamante han pesado para dejar fuera nombres legendarios. El dopaje ha mermado las posibilidades de gente como Bonds, McWire o Roger Clemens. La controversia está a la orden del día, con aquellos que piden que se les reconozca la labor previa a sus escándalos por dopaje. Otra parte, que un buen pelotero es aquel firme dentro y fuera de la cancha. La discusión llegó a extremos impensados. Le Bastard, periodista con derecho a votar, cedió su voto a la web Deadspin, debido a “la hipocresía” en el proceso de selección.

Se prevén cambios en el sistema de votación, luego de que por primera vez, nombres acusados por dopaje aparecieron como candidatos a elegir. “Estamos contentos”, declaró Jane Forbes, presidenta del Salón, en la conferencia donde se presentó oficialmente a Greg Maddux, Tom Glavine y Frank Thomas como nuevos miembros. Mientras la política del recinto sigue igual, hay muchos que piden un reglamento claro sobre lo que se puede tomar en cuenta a la hora de votar. De pronto, lo realizado en el campo tiene matices que antes no existían. Ahora ha quedado establecida la polémica para cada año, además del orgullo de los peloteros seleccionados.

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