Ciudad de México, 25 de diciembre (SinEmbargo).- Cinco mujeres se graduaron de ingeniería en la Universidad de Harvard. Allí, crearon un proyecto buscando conectar dos prioridades del mundo actual. El sueño de tener un mundo mejor, fue tomado desde el deporte más popular del planeta. La pelota, vehículo pasional por excelencia de millones de seres humanos, se prestó para generar energía eléctrica con tan solo patearla. Soccekt es un balón normal que tras patearlo 10 minutos, puede generar tres horas para alumbrar una pequeña lámpara o cargar una batería. La patente fue registrada en 2010.
Jessica Lin, Julia Silverman, Jessica Matthews, Hemali Thakkar y Aviva Presser confeccionaron la idea que de a poco llamó la atención. Una de las ilusiones es terminar con el uso de las lámparas de queroseno que algunas personas usan para leer. Con la propuesta global de invertir en fuentes de energía sustentable, el proyecto nacido en las aulas espera proveer a millones de familias de energía con un método novedoso desde el futbol. Han pasado tres años desde que se patentó la idea con avances prometedores desde algunas partes del continente americano.
Con los ojos del mundo en Brasil, debido al Mundial y a los próximos Juegos Olímpicos, Soccket llegó a Sudamérica para distribuir los innovadores balones en favelas además de implementar programas de educación enfocados en sustentabilidad. Según datos de la UNICEF, una de cada cinco personas en el mundo no tiene acceso a electricidad. Además, el constante discurso por satisfacer las enormes necesidades para tener soluciones limpias y seguras en cuanto a energía. Las creadoras esperan que el futbol pase de ser un simple entretenimiento a una fuente de inspiración y energía.
Tras diseñar la tecnología, la idea de ponerla en un balón normal de futbol fue rechazada incluso por sus propios profesores de la Universidad que la calificaron como algo imposible. Sin embargo, tras probar lo planteado con una bola de hámster donde colocaron una linterna que se recargó tras unos giros. La implementación se puso en el esférico para probarse con niños en África y algunos lugares de Brasil, donde la pasión por el deporte es tan grande como la carencia de luz eléctrica. Desde un simple deseo, se generó algo que hoy empieza a ser distribuido desde lugares sin ánimo de lucro.
Diversas organizaciones no gubernamentales han empezado a repartir el Soccket en seis distintos países. «Imagina un mundo en el que, cuando se pone el sol, quedas imposibilitado de ver algo. Esa es la realidad de 1,3 mil millones de personas, casi una quinta parte del mundo, y una realidad que nos propusimos resolver», declaró Jessica Matthews, cofundadora de Uncharted Play, empresa dueña de la patente y creada por las cinco graduadas ingenieras. Se ha comprobado que con solo 30 minutos de juego, se puede encender una bombilla durante tres horas. La FIFA no se ha pronunciado al respecto, pero las creadoras esperan con ilusión.