Ciudad de México, 18 de noviembre (SinEmbargo).- El Force India Formula One Team Limited observa con atención lo que en los últimos días se ha suscitado en las filas de McLaren. Mientras una bandera mexicana con el símbolo del Cannabis ondeaba en una de sus tiendas oficiales, parte de la afición mexicana mostraba su descontento en redes sociales. Días antes, Sergio Pérez anunciaba su salida del equipo con sólo un año bajo uno de los dos asientos disponibles. El mexicano oriundo de Guadalajara, tiene una fecha por delante, para después adentrarse al mundo de la agencia libre.
En 2008, una inversión con capital directo de la India llegó para re diseñar el panorama de la máxima categoría del automovilismo en el mundo. Vijay Mallya, empresario hindú y miembro del parlamento de aquel país, arribó con fuerza a la F1 formando una escudería que crece conforme van pasando los años. Tras dos temporadas de aprendizaje, Forcé India ha logrado catapultarse a los lugares medianos de la tabla gracias a la aportación de sus pilotos en zona de puntos. Alejados aún de las grandes potencias tradicionales, muchos especialistas que siguen de cerca el campeonato, vislumbran un futuro prometedor para el equipo de Medio Oriente.
Checo Pérez arribó a la máxima palestra automovilística en 2011 con un patrocinador de cartera amplia como Carlos Slim. Lejos de la suspicacia sobre su padrino, fue el talento natural de un joven de 21 años el que sobresalió. En Sauber, durante dos temporadas, el mexicano volvió a despertar masivamente el gusto por el automovilismo. Víctimas de lo actual, el aficionado se entregó a la causa del «Checo» mientras iba creciendo a paso firme como piloto. Dos años después, una notica referente a su futuro, fue festejado desde prensa como un logro deportivo para la historia nacional. McLaren fichaba a Pérez, dando un paso sustancial en su trayectoria.
Después de la noticia bomba, todo comenzó a ir de más a menos. Las actuaciones individuales y colectivas se fueron convirtiendo en un letargo duro de compensar. El camino trazado hacia la gloria se transformó en un fracaso monumental debido a malas decisiones tomadas desde el Paddock y del mismo piloto arriba del coche. De pronto, la agresividad de Checo, la misma que lo convirtió en una joven figura, era el lógico de críticas por parte de otros competidores. La disputa que tuvo con Pastor Maldonado e incluso con Fernando Alonso comenzaron a llenar las páginas deportivas mexicanas, en lugar de las buenas actuaciones prometidas.
Faltando dos fechas, Pérez anunció que al final de la temporada dejaba al equipo inglés. Las especulaciones corrieron y al cabo de unos días, todos los inconvenientes durante la año, comenzaron a salir. Checo de pronto se encontró frente a un futuro inestable, lejos del glamour de la escudería británica. Los rumores lo llevaban de vuelta a Sauber, mientras algunos otros se animaban a lanzar nombres distintos. En medio del cierre de temporada, la promesa mexicana tenía que decidir el camino a tomar, en medio del arropo que más de 30, 000 mexicanos le dieron en El Gran Premio de Austin.
«Estamos ayudando a Sergio Pérez para que se integre a Force India», declaró Martin Whitmarsh. En 2014, dos historias de proyección podrían juntarse para intentar dar el salto definitivo a la consolidación. En tiempos dictatoriales de Sebastián Vettel, un mexicano sería cobijado por presupuesto hindú para seguir corriendo tras sus sueños, mientras la afición nacional sigue sus pasos tras haberse quedado con las ganas de un Gran Premio en México el próximo año. Paul di Resta, piloto escocés, dejaría la plaza para Checo.