Ciudad de México, 10 de noviembre (SinEmbargo).- Dwight Howard se fue de Los Ángeles peleado con medio equipo debido a su explosivo temperamento incapaz de lidiar con la gran figura de Kobe Bryant. Lo que empezó con la ilusión de crear un equipo dominante, terminó hecho una pesadilla al borde del colapso. Una de las franquicias más emblemáticas de la NBA se veía envuelta en una novela mala con tintes trágicos. El gigante Dwight desaprovechó la primera oportunidad de figurar en un equipo grande tras su primera aventura en Orlando.
Con Bryant lesionado, otros nombres han dado la cara por la institución que Magic Johnson glorificó. En un duelo cerrado, con el morbo en el ambiente, los Lakers visitaron a los Rockets para dale forma a toda la la expectativa previa, llena de declaraciones en torno al encuentro entre Howard y el que hasta el año pasado fuese su equipo. Faltando un segundo y tres décimas para el final del partido, Blake, figura de la noche, anotó un triple de alarido en un duelo que se recordará por el pobre nivel de Dwight en la línea de los tiros libres, factor primordial para garantizar la victoria angelina.
Víctima de la adrenalina por el encuentro entre dos partes que nunca acabaron de entenderse, el partido se vio envuelto en errores que determinaron el rumbo de las acciones. Al lado de Howard, un barbón de gran nivel, puso la balanza a favor de los locales. Hardem fue la figura de unos Rockets renovados y candidatos a reinar en el oeste. Pero los Lakers se basaron en una estrategia conocida por toda la NBA. «Superman» Howard tiene un portentoso físico que lo hace uno de los basquetbolistas más dominantes. Sin embargo, sus carencias desde la línea de tiro libre, se han vuelto un arma para el equipo rival. Esta vez no fue la excepción.
Con un ritmo de postemporada, no hubo pausas prolongadas que bajarán el ritmo de un duelo lejos del poco ritmo del inicio de campaña. Gasol, un gigante español de gran personalidad, se enfrentó a Dwight con una defensa lo suficientemente eficaz para detener al antiguo compañero. Anulado el poste bajo, Houston intentó desde el perímetro con sus notables francotiradores, Lín y Parsons. Entre los dos anotaron 32 puntos, pero quedaron lejos de los 16 triples que Los Ángeles terminó reflejando en el marcador. Como pasa en los playoffs, el último cuarto enganchó a la gente con un cúmulo de emociones entrelazadas en ambas quintetas.
Con una desventaja de 19 puntos, los Rockets pudieron darle vuelta gracias a los disparos desde el perímetro. A tres minutos del final, el cuadro local se puso al frente. D’Antoni, coach angelino con el que tuvo serios problemas Dwight Howard, ordenó cometer faltas sin mesura a la figura texana. La estrategia terminó funcionando gracias a la proeza de Blake quien se puso el traje de Kobe para ser la gran figura de una institución que espera con ansias a uno de los mejores jugadores de la historia.
Cuando el poste confirmó su pase a Houston, Bryant lo dejó de seguir en Twitter. La pesadilla que resultó encontrarse en el mismo vestidor llegó a su fin gracias a un fichaje de gran resonancia. A principios del próximo año, con Kobe en la duela, Howard visitará Los Ángeles para enfrentar lo que todos esperan que suceda. El encuentro de dos mundos separados que no se pudieron comprender tuvo su primer capítulo con un protagonista ausente. Con la derrota consumada, Dwight espera ya con ansias llegar a febrero y buscar una revancha en una duela donde nunca se sintió contento.