Ciudad de México, 19 de octubre (SinEmbargo).– Raúl González Blanco es un emblema en Madrid, aficionado del Atleti en su infancia, encumbró su nombre bajo el legado de Chamartín. El barrio donde se edificó el Estadio Bernabeú, fue testigo de una carrera inspiradora de muchas futuras historias. Un legado dejó hasta 2010, cuando la dirigencia madridista le dio la espalda por considerarlo viejo. El “7” aguantó un tiempo en su nuevo rol secundario, sentado en el banquillo a un costado de la cancha. Sin mucho futuro, se fue para Alemania, donde en poco tiempo pero con mucho talento, entro en la historia del Shalke 04 que retiró su número. El madridismo sintió melancolía.
En la “Casa Blanca” del futbol español, se respiran aires de poderío. El mejor club del siglo XX, según la FIFA, es una marca que combina él éxito deportivo con la arrogancia de quien goza presumiéndolo. La caballerosidad de antaño, de las viejas glorias, se ha convertido en una filosofía que se basa en los billetazos. Los cinco fichajes más caros de la historia, han surgido gracias al Real Madrid. En medio de la globalización futbolística en su plantilla, los de casa viven en una selva deportiva en la que solo el más fuerte sobrevive, hasta que se hace “viejo”. Al igual que Raúl, Iker Casillas ve ahora como su casa le da la espalda.
Florentino Pérez contrató a Mourinho para dirigir a su equipo después de que el portugués se consagrara con su segunda Champions League en plena cancha del Santiago Bernabéu. Mou encajó perfecto con su arrogante personalidad de un tipo consciente de lo bueno que es. El Madrid se entregó por completo con tal de reducir la distancia con el poderoso Barcelona de Pep Guardiola. Después de tres años, quien había llegado con excesivos elogios, se fue despotricando de todo el ambiente. Casillas fue al banco por decisión técnica. El que para muchos era el mejor portero del mundo, no cabía en el planteamiento de su entrenador.
Sara Carbonero es conductora de la televisión deportiva española y pareja del arquero madridista. Embarazada, publicó una foto en redes sociales donde dejaba claro que aún no sabía en qué parte del mundo nacería su bebé. Carlo Ancelotti relevó a Mourinho con la esperanza de quitar todo lo nublado del ambiente. En pleno inicio del campeonato ibérico, el Madrid sigue sin encontrar el buen juego, y Casillas continua siendo suplente. Ante la incredulidad del mundo futbolístico, el futuro de Iker, se asemeja al que padeció Raúl hace tres temporadas.
Vicente del Bosque atajó las preguntas constantes de los periodistas con la elegancia de siempre, sobre la situación del capitán de la selección española. Sin embargo, a pesar de jurar amor eterno por el Madrid, su suplencia en el partido eliminatorio frente a Bielorrusia, ha cambiado radicalmente su discurso. Perderse el Mundial, es algo que no está en los planes de Casillas. “Lleva un mes sin jugar”, declaró del Bosque. Encima, una lesión en una costilla, agravió la situación. Entre tanto, Victor Valdés vive uno de los mejores momentos de su carrera.
“Si dentro de tres meses la situación no cambia, pensaría en irme”, reveló en un evento publicitario junto a unos niños de un barrio madrileño. La noticia ha corrido como pólvora en la prensa madrileña que muchas veces funciona como boletín del Real Madrid. El arquero recalcó su deseo de seguir en el equipo de su vida, pero buscando “competir y ganar”. Casillas solo ha jugado un partido completo desde el inicio de la temporada y su titularidad solo está asegurada en Champions. El mercado invernal, podría reventar con una bomba. Iker podría dejar el club merengue, algo que muy pocos imaginaron. Las viejas glorias en Chamartín, parecen no tener cabida.