Ciudad de México, 14 de octubre (SinEmbargo).- Una generación de futbolistas tiene paralizado a un pequeño país europeo que durante mucho tiempo ha estado a la sombra de otras potencias acostumbradas a ganar campeonato. Bélgica, vecina de la poderosa Holanda, es un suelo ferviente por la pelota. En 1998, fue la última ocasión que participaron en una Copa del Mundo con todo su derecho ganado. Han pasado 13 años de una reconversión generacional que hoy en día plantean serias amenazas en Brasil 2014.
«Somos un país multicultural y la mezcla de estilos es buena”, declara Courtois. Un portero de 21 años defiende el arco de una selección nacional que marcó el ritmo de las eliminatorias europeas para el mundial sudamericano. La juventud de un plantel que luce experto en momentos decisivos, ha sido la clave sorpresiva para lograr una clasificación sin muchos problemas. Los Diablos Rojos vuelven a una competencia que han sabido ambientar en antaño. Semifinalistas en México 86, sueñan con regresar a fases tan definitorias en la máxima justa del balompié mundial.
«Hace tres años teníamos el mismo talento, pero perdíamos en los últimos minutos o encajábamos goles tontos. Ahora somos capaces de ganar partidos complicados de 0-1 o 1-0. Muchos nos fuimos muy jóvenes a algunos de los equipos más importantes de Europa y hemos cogido la experiencia necesaria», agrega el arquero juvenil que pertenece al Chelsea, pero que se ha encumbrado en el Atlético de Madrid de las manos de Diego Simeone. Así, con un discurso tan maduro, uno de los ejes centrales del equipo, vislumbra un futuro prometedor.
Sus estrellas han ido curtiéndose en las mejores ligas del mundo. La clave ha sido la pronta partida a mejores lares futbolísticos. Desde los 14 o 15 años, jugadores belgas han dejado sus orígenes para adentrarse a la Europa sin fronteras y multicultural. Nombres como Hazard, Verthongen, Kompany y el mismo Courtois, han crecido en filosofías inglesas y españolas mucho más acostumbradas a las competencias de alto calibre. La mentalidad, factor primordial en la vida de un futbolista, cambio para ser parte del protagonismo.
Con una victoria en Zagreb, la selección belga dejó en la lona a Croacia y aseguró su presencia en Brasil el próximo año. Con un paso arrollador y mucha altura futbolística, un plantel muestra credenciales para ser la sorpresa del segundo Mundial que organiza el pentacampeón del mundo. El rol que tomó Uruguay en Sudáfrica 2010, tiene como principal candidato a un país europeo que quiere salir de la sombra en la que se ha metido en los últimos años. Poco más de una década después, Bélgica quiere venganza de su última actuación.
En Francia 98, compartió grupo con Holanda, Corea del Sur y México. En tres partidos para el olvido,se quedó fuera en primera ronda incapaz de ganar un solo partido. La realidad actual implica pensar que la suerte no será la misma. La fortaleza grupal que han mostrado en todas las eliminatorias, se basa en el talento individual de sus jugadores. Versatilidad, multicultural y juvenil, un equipo alza la mano para convertir en algo tangible, algo que con derecho se han ganado a soñar. Bélgica ha puesto el listón alto del favoritismo, los mismos de siempre, tendrán que enfrentar a un ambicioso equipo con muchos argumentos.