Sebastian Vettel domina la Fórmula 1 con un estilo que marcará una era en la historia del automovilismo

07/10/2013 - 1:00 am
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Ciudad de México, 7 de octubre (SinEmbargo).- Sebastian Vettel es un dictador deportivo. Su arrastre en la Fórmula 1 está a la par de su dominio. El alemán es líder absoluto de un campeonato en el que no encuentra un rival a la altura que le haga frente. El “Baby Schumi” se ha convertido en el heredero natural del gran Michael Schumacher, ganador de siete títulos de campeonato de pilotos. A sus 26 años, está llamado a ser un referente histórico en la disciplina más importante del automovilismo.

Sebastian ha ganado seis de las últimas ocho careras, cuatro consecutivas. La estadística ganadora aplasta cuando se hace el análisis de cada circuito recorrido. Vettel gana de principio a fin sin miramientos, sin mesura y con mucha autoridad. Alemán de nacimiento, su idiosincrasia se ve reflejada en su forma de competir tan directa. Victorioso por naturaleza, el piloto se ha convertido en lo equivalente a una estrella de rock. Un atleta que ha traspasado los límites de su profesión, con una habilidad para conducir que produce lo mismo envidia que asombro.

La semana pasada, Fernando Alonso publicó una foto donde se podía ver a todos los pilotos de la categoría en una cena. La dinámica de la categoría funciona como una familia. Como el tenis, una competencia sana está siendo dominada por un hombre de categoría superior. Vettel deja entrever sus formas con las dos manos apretando su volante de la escudería de Red Bull. La compañía austriaca ha puesto toda su ingeniería al servicio del alemán, quien no ha defraudo. Sebastian no solo gana, sino aplasta.

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El piloto encumbrado ganará su cuarto campeonato consecutivo al término de esta temporada. El dominio de Vettel empieza a compararse con la era de Michael Jordan. En una disciplina que implica la labor de muchísima gente, Vettel sobresale gracias a sus ingenieros atentos a las peticiones de su líder. Sus habilidades reflejan en lo que Red Bull se ha convertido. Lo que comenzó como una bebida energetizante, hoy es la escudería más envidiada de la categoría gracias a la proeza realizada desde 2010.

El dominio del Gran Premio de Corea fue un resumen de lo que ha sido el camino de Vettel desde que comenzó a figurar como protagonista en la Fórmula 1. Como una especie despierta que quiere sobrevivir, entiende que adaptarse es necesario. Cuando contó con neumáticos en buenas condiciones, se impuso con los mejores tiempos de la carrera. Mientras los demás analizaban si usaban llantas duras o blandas, Sebastian piloteaba con la naturalidad de quien va camino a un día de campo. Al final, planteado en lo más alto del pódium, sonrió como siempre lo ha hecho.

La distancia entre Sebastian y su perseguidor Fernando Alonso, es de 77 puntos y un mucho talento distinto a falta de cinco carreras por disputarse. Con miras al Gran Premio de Japón, donde el alemán tendrá la primera oportunidad para coronarse con antelación, las apuestas han empezado a establecerse. Si el español queda fuera de los ocho primeros, y Vettel consigue su quinto triunfo consecutivo, un tetracampeonato quedará establecido. Con años todavía por delante, la trayectoria deportiva del “Baby Schumi”, podría empatar el legado del gran Michael.

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