Ciudad de México, 7 de octubre (SinEmbargo).- Sus letras son un ritual para muchos lectores de la prensa deportiva española. Su aporte le da mucha fluidez a la palestra ibérica tan acostumbrada al boom mediático que provocan las noticias de la farándula futbolística. Los medios especializados se han tratado de enfocar más en esos datos secundarios al resultado. Entre si un jugador hizo un gesto u otro está peleado con el compañero que le da las mejores asistencias, el aficionado de una de las mejores ligas del mundo se alimenta del morbo generado desde las redacciones.
Las letras de un ex futbolista refrescan el vaivén de información acumulada. Santiago Solari ve al futbol con ojos de escritor. Nacido en cuna futbolística, su sensibilidad que demostró con su zurda, hoy lo plasma en su opinión. Talentoso como mediocampista, ha encumbrado su nuevo oficio de columnista. Durante un año, su opinión desnudaba las dudas generadas en los aficionados. Como si de un periodista experto se tratara, Solari escribe de futbol con la voz autorizada de quien no solo lo jugó sino que lo entendió.
Su posición en la medular del campo madridista, le entregó al club de la capital española, la última Champions League que ha llegado a las vitrinas del Santiago Bernabéu. En 2002, Solari fue testigo de aquel memorable golazo que Zinedine Zidane le anotó al Bayer Leverkusen en la final de Glasgow. Desde ese año, la décima Copa se convirtió en una obsesión para los madridistas. Han pasado 11 temporadas en blanco dentro del mejor torneo de clubes en el mundo. Santiago Solari se encumbró bajo la estela de un trofeo único.
De su pierna nacida en River Plate, salieron grandes asistencias. A su juego lo equipararon con el de Fernando Redondo, un mago que sigue siendo recordado en la Casa Blanca. Santiago jugaba con mas inteligencia que velocidad. Su intelectualidad se equipara con la de Diego Latorre, uno de esos diez antiguos que escasean en el futbol moderno. La estirpe futbolística ha cambiado su futuro. Se dice que los porteros son mejores entrenadores por su visión de campo panorámica. Ahora, los talentosos que sabían asistir escriben reformulando el debate post partido.
En un blog que se llama “El Charco”, el ex jugador planteaba su punto de vista tan fino como punzante. A los conflictos entre planteles del Real Madrid y Barcelona, Solari los deshizo en sus estilos, dejando bien plasmado que mucho antes que cualquier interés de farándula o morboso, está una pelota redonda por encima de todo. Su primo, Fernando Redondo, mostró el talento de una familia que vivió y vive de una pasión desmedida tan popular como satanizada por funcionar como un distractor social.
Jugó 15 años como profesional en Argentina, España, Italia, México y Uruguay. Del Atlante se fue sin pena ni gloria. Bajo el ambiente de Cancún, se le vio más en las playas blancas que en el centro del campo. Tras retirarse en 2001, sus aportes mediáticos fueron en aumento tras mostrar su estilo de voz. Santiago Solari creció pensando en la pelota. El “Indiecito” jugó con un talento inconmensurable, que después detallo en una columna limitada por una cantidad de caracteres. Hoy, a la par de su trabajo periodístico, se encarga de un equipo de los juveniles de Real Madrid. El futbol lo exigió de regreso, sus escritos fueron su carta de reincorporación.