Ciudad de México, 7 de octubre (SinEmbargo).- El puertorriqueño Miguel Ángel Cotto logró su KO 31 el pasado sábado por la noche. La muestra del golpe boricua fue una sorpresa para todo el mundo aficionado al boxeo. Tras perder su combate con Mayweather en mayo del año pasado, el estado anímico de un aguerrido combatiente, decayó para terminar de derrumbarse meses después. En diciembre pasado, un doloroso revés frente a Austin Trout, causó la incertidumbre que aparece cuando un peleador de alto calibre tiene una racha negativa.
Pasaron 10 meses desde aquel último capítulo en la carrera de Cotto. Este fin de semana, un duelo caribeño calentó el Amway Center de Florida. Miguel Ángel Cotto subió al ring para enfrentar al dominicano Delvin Rodríguez con la pesada loza del pasado reciente derrotista. La mirada de Cotto era furtiva. El gesto duro de siempre se alimentaba con esas ganas de darle vuelta a la realidad. El puertorriqueño no acató a ninguna mesura, sin pausas notables y con mucha agresividad, un pugilista le dejó claro al mundo de su poderío.
Cotto no solamente ganó con tremenda superioridad, sino que volvió a plasmar lo que lo encumbró con su aparición en la palestra. Un boxeador con poder nato, conectó golpes que retumbaron en las pupilas bien abiertas de los espectadores mientras el referee se interponía entre él y un Delvin inofensivo, incapaz de reaccionar ante el embate portentoso que tenía enfrente. Tres rounds bastaron para determinar al ganador, con un poder absoluto. De sus guantes, han comenzado a salir numerosos panoramas sobre el futuro del puertorriqueño.
«Cotto está acabado», fue lo que la mayoría de los aficionados y especialistas de la prensa después de las dolorosas derrotas el año pasado. Miembro del prestigioso «Top Rank», con la victoria de ayer se ha normalizado la situación entre él y la organización de boxeo que se había desequilibrado un poco con los duros golpes sufridos en el fatídico 2012. El presente del boxeador boricua, ha cambiado radicalmente gracias a la carta de presentación de su estilo. El renacer de Cotto, genera nuevos rumores sobre futuros combates.
Sergio «Maravilla» Martínez, un argentino de 38 años, entra a las notas deportivas como uno de los posibles rivales de Cotto. Saúl «Canelo» Álvarez es otro de los que enfrentaría al boricua. El mexicano, aleccionado por Floyd «Mayweather» Jr. en medio de las celebraciones patrias, vería la posibilidad de revertir la realidad paupérrima que vive hoy en día. De pronto, un nombre que muchos enterraron, ha renacido para volverse un serio candidato para combatir. Tras un año lleno de angustia y de autocrítica, Cotto se reafirma en base a su talento.
Su legendario entrenador, Freddie Roach, ha alzado la voz después de asegurar que no habría un cambio de estafeta con su dirigido. Miguel Ángel Cotto seguirá con la emblemática figura. «Yo creo que está listo para la revancha con Mayweather Jr.», declaró Roach envalentonado por su pupilo. A los nombres de referencia en los últimos meses, se ha unido el de un hombre que parece enojado siempre. Es su concentración una de sus mayores virtudes. Cotto se mueve en su elemento cuando está arriba de un ring. Situado en medio de un escenario, el boricua de 32 años demostró no estar acabado como tantos lo pronosticaron.