Ciudad de México, 3 de septiembre (SinEmbargo).- Un fuerte viento sopla en Nueva York. En el Arthur Ashe, los 25 mil asistentes tratan de resguardarse de los aires que generan un soplido. El clima favorece a los que tienen como especialidad el saque, los demás tienen que adaptarse a las circunstancias nuevas. Otra vez, solo los más aptos tendrán vía libre para las rondas siguientes, con vistas ya a la fase de cuartos de final.
Rafael Nadal sigue con su paso ganador desde que muchos le auguraron un año complicado debido a sus adoloridas rodillas que le han puesto muchas trabas. Autocrítico como siempre, ha trabajado en su servicio para que el clima esté de su lado. El saque profundo fue el arma agresiva que le ha permitido validar su condición de amplio favorito en el último Grand Slam del año. El espectáculo norteamericano tiene en el español a uno de sus protagonistas.
En su entorno tienen muy claro la importancia del saque. Nadal, que pierde estabilidad emocional cuando tiene una pequeña mala racha en sus servicio, las inclemencias del tiempo le han obligado a estar mucho más concentrado, algo que ha servido para seguir acrecentando el espectacular ritmo en aumento durante el presente año. Al inicio de la segunda semana del Abierto estadounidense, con la mayoría de los favoritos en el camino, el balear representa una seria amaneza.
Nadal llegó a ocupar el puesto 5 del ranking mundial. Las lesiones que lo alejaron de las pistas, hoy lo respetan bajo los cuidados extremos que sigue teniendo al final de cada partido. Para su fortuna, esa que llega con el trabajo arduo, los partidos han acabado sin la condición extenuante de los cinco sets. A estas alturas del año, Rafa puede quitarle el 1 del mundo al serbio Novak Djokovic. El convaleciente español, se convirtió en un contrincante complicadísimo como en años anteriores.
Es el único jugador del torneo al que no le han roto su servicio. Su juego le ha dado una solidez defensiva que ha complementado con la agresividad de siempre al momento de atacar. En fase definitoria en Queens, los nuevos retos se presentan como el nuevo reto para un tipo acostumbrado a la exigencia de grandes tenistas a la par de sus capacidades. La gran Manzana, tierra de entretenimiento constante, vivirá esta semana la definición del Abierto de los Estados Unidos. Rafa tiene la intención de ser participe de ese festejo.
El de Mallorca no se deja llevar por los elogios de la prensa y sus alrededores. El autocrítico Rafa no considera que la agresividad de su saque sea una arma letal como todos han hablado y escrito en los últimos días. Nadal se prepara para el momento crucial de su aventura norteamericana. De su mentalidad depende mucho de su éxito, mientras sus rodillas lo sigan respetando. El 1 del mundo, ese lugar que tanto tiempo le perteneció, es su principal motivación
