Gareth Bale entre la obsesión de Florentino Pérez y la necedad de Daniel Levy

01/08/2013 - 12:30 am
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Ciudad de México, 1 de agosto (SinEmbargo).- Daniel Levy es un tipo calvo de 51 años que siempre tiene los ojos bien abiertos. Nacido en el Essex, al sur de Inglaterra, se ha convertido en un prominente empresario enfocado en la pasión más grande del país. El futbol mueve las masas de los personas que habitan el suelo donde nació el gusto por patear una pelota. Al norte de Londres, en el barrio de Tottenham, un equipo histórico quiere consolidarse como uno de los grandes del continente. En 2011, el empresario Levy arribó para dirigir desde la presidencia a los “Spurs” para competirle al Arsenal y Chelsea, los dos mandamases de la ciudad.

Con gran visión, el equipo blanco ha logrado subir peldaños que lo han vuelto un poco más protagonista en la mejor liga del mundo, sin aún llegar a los lugares deseados. Gran parte de esa evolución, se debe a un jugador que a sus 24 años es el mejor jugador de la Premier. Gareth Bale nació en Cardiff, el galés de alta velocidad se arrinconó al costado izquierdo para jugar de defensa. En su infancia, fue obligado por su profesor de instituto a jugar con la zurda por la notable superioridad con respecto a sus compañeros. Sin quererlo, en la escuela, se acabó de formar uno de los futbolistas más completos en la actualidad.

Las capacidades de Gareth le dieron pronto el mote de futura estrella. A los 15 años entró en la escuela del Southampton, club en el que debutó a los 16 años. Desde el lateral se convirtió en un creativo que llegaba hasta el área para desde ahí provocar situaciones óptimas de gol. Era el defensa más ofensivo que había en la segunda división de la isla. Dos años estuvo bajo la filosofía de los “Saints”. Su proyección fue comprada por el Tottenham en 2007 por 14 millones de euros. Desde 2007, el galés ha evolucionado hasta convertirse en uno de los mejores jugadores del planeta. Su juego lo hizo avanzar posiciones prácticamente hasta convertirse en centro delantero.

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La temporada pasada anotó 24 goles en liga, la cifra más alta para un jugador del Tottenham en la historia. Su nombre es sinónimo de idolatría en el norte londinense hasta donde han llegado innumerables ofertas de equipos poderosos de todo el continente. En 2011, con la llegada del nuevo mandatario del club, Bale renovó su contrato acabando con todas las especulaciones. Levy tenía la intención de recuperar la grandeza del Tottenham, un objetivo que sin la figura galesa, parece imposible. Dos temporadas después, los Spurs se quedaron fuera de la próxima Champions League a pesar de que Gareth fue premiado como mejor jugador en una liga que tiene a Wayne Rooney, Robin van Persie, Sergio Agüero y Juan Mata, entre otros.

Gareth Bale juega para Gales desde los 16 años. Un equipo nacional que nunca ha disputado un Mundial ni una Eurocopa. La estrella mundial tiene altas posibilidades de quedarse sin jugar un torneo mayor de selecciones (como le pasó a Ryan Giggs). Consciente del hecho, enfoca su ambición a la gloria de torneos de clubes. Con el equipo londinense lento en su evolución deportiva, una oferta del Real Madrid ha cambiado el panorama de armonía que había entre jugador y directiva. El solemne club español, obsesionado con la décima Champions League de su historia, ve en la figura del Tottenham el eslabón que le falta para cumplir con el deseo.

Acostumbrado a tener lo que desea, Florentino Pérez, dirigente máximo del club merengue se ha topado con una pared dura. Negociaciones en Asia, durante la gira del equipo inglés, pusieron en la mesa casi 100 millones de euros. Levy, que no necesita el dinero pero sí un proyecto deportivo, no está dispuesto a negociar. Las negociaciones han llegado a un punto que supera la realidad futbolística. Los padres del jugador han intervenido para que su hijo pueda concretar su partida a Madrid. Bale se ha negado a jugar cualquier partido de pretemporada en muestra de rechazo. Daniel Levy se ha plantado en 150 millones de euros. En tiempos de crisis europea, el Real Madrid necesita un golpe que contrarreste el fichaje de Neymar al Barcelona. Florentino ya prepara la cartelera para realizar el traspaso más caro de la historia e inaugure una nueva era de tres cifras.

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