Ciudad de México, 28 de julio (SinEmbargo).- Un domingo desangelado en materia futbolística se verá en México luego de que viernes y sábado acapararan toda la atención mediática y en el calendario, el último día de la semana tiene un solo compromiso para cerrar la segunda jornada del recién nacido Apertura 2013. Con la misión de seguir generando el espectáculo previo, se espera que el cierre sea acorde a las expectativas cumplidas. Una afición entregada saldrá a escena en su casa para ambientar desde el sur del Distrito Federal. Los visitantes, recién mutados, siguen fieles a sus instintos pasionales.
Pumas – Querétaro
Estadio Olímpico Universitario, 12:00 hrs.
El equipo de Antonio Torres Servín intentará mantener la concentración que le faltó en el primer partido del torneo frente a Puebla. Aún en el proceso en el que se sueltan los músculos, los jugadores universitarios le plantearon un partido difícil al de la franja, de Manuel Lapuente. Sin embargo, ahogados por el mediodía poblano, caídos por la habilidad del contrario pero sobretodo desconcentrados en los últimos minutos, dejaron ir tres puntos que tenían asegurados a pocos minutos del final. El cuadro de la máxima casa de estudios del país está llamado a ser un protagonista, por historia, y por el plantel versátil que tiene.
CU se vestirá para recibir a Pumas. Con un rival de poca trascendencia a nivel nacional, sin una porra contraria que pueda representar presión masiva, la afición Puma verá el debut en casa luego del fatídico final de la Jornada 1. En cancha, los dirigidos por Servín, tienen la obligación de redimir lo vivido. Con un buen debut de Ariel Nehualpán, atacante pensante, la expectación es mucha para que su juego se vea reflejado en el marcador. Fiel a su filosofía, Pumas volverá a rendir tributo a su cantera en este torneo. Saberlos congeniar con la gente de experiencia, es el gran reto del entrenador.
MARTÍN BRAVO: JUGADOR CLAVE
El argentino sigue siendo la figura representativa de máximo peligro universitario. Con pundonor y olfato goleador, puso adelante a su equipo en la primera fecha, pero sigue siendo su sacrificio el que sigue deleitando a su gente que le aplaude el esfuerzo. “La Rata” mostró buena forma física, como en cada torneo, y su cuota goleadora es una cifra esperanzadora para las aspiraciones de Pumas. Con la liguilla en la mente, Bravo arrancó bien con una estampa de líder que cada partido que pasa, se le nota más.
En Querétaro el aire es ahora mucho más fresco gracias a la compra de la franquicia desde Chiapas. Hundidos el torneo pasado, declarado el descenso deportivo en cancha tras los malos resultados, las lágrimas de miles de aficionados se secaron de un día para otro con la decisión de pantalón largo en base a una buena cantidad de dinero. Como por arte de magia, los problemas de porcentaje habían desaparecido en base al esfuerzo de una década en el sur del país. Así, "La Corregidora" volvía a tener equipo de primera, en un abrir y cerrar de ojos.
Sin embargo, tras el primer partido del Apertura, con el enrarecido ambiente de ser un equipo que ocupaba un lugar inmerecido, Monarcas Morelia les pasó por arriba sin ningún tipo de miramientos. Un equipo michoacano mucho más trabajado, con el impulso de un buen cierre en el campeonato pasado, le dio la bienvenida a la nueva entidad mientras en la grada veían como los resultados eran los mismos, sin importar el dueño millonario del equipo. Este día, la misión de Ignacio Ambríz será de conformar de una vez por todas un cuadro competitivo digno de la mezcla entre dos clubes.
JUGADOR CLAVE: ESTEBAN PAREDES
El chileno tiene 32 años y una carrera marcada por su natal Chile y México. Acoplado a la rutina nacional, Paredes tuvo una campaña extraordinaria en un endeble Atlante. Ese equipo que sirve de catapulta de extranjeros para alimentar otros clubes de primera división. El delantero arribó a Cancún para sobresalir. Ahora, defendiendo la camiseta de Gallos, su gente sigue esperando su primer grito que ahogue las lamentaciones históricas en suelo queretano. Esteban deberá convertirse en el jugador que toda una institución espera.