Ciudad de México, 26 de julio (SinEmbargo).– Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, líder moral del Partido de la Revolución Democrática (PRD), subió al estrado a las 9:15 de la mañana de ayer para presentar su propuesta de Reforma Energética y en pocos minutos, el político desglosó las modificaciones a la legislación secundaria que se requiere para modernizar a Petróleos Mexicanos (Pemex), sin necesidad de reformar la Carta Magna y privatizar al sector energético.
El gobierno de Enrique Peña Nieto pretende, en los siguientes días o semanas, presentar una iniciativa de Reforma Energética; la izquierda mexicana insiste en que no se permitirá que la petrolera se abra a capital privado extranjero o nacional, mientras que los partidos Acción Nacional (AN) y Revolucionario Institucional (PRI) han anunciado que buscarán, con sus votos reunidos, una reforma de fondo.
En este contexto, la voz de Cárdenas, hijo del ex Presidente mexicano que nacionalizó el petróleo (Lázaro Cárdenas del Río, llamado “Tata”), tiene un peso importante.
Los organizadores de la VII Conferencia Anual Sobre Competencia y Regulación del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC) lo presentaron, ante un salón atiborrado de hombres y mujeres de negocios, investigadores, consultores y especialistas de finos trajes sastre, zapatos relucientes, peinados impecables y una que otra corbata de moño perfecto, como el hombre de la conferencia magistral que abriría el debate sobre el Futuro Energético de México.
Y así fue. Cárdenas Solórzano abrió con la exposición de los cambios a las 12 leyes de la legislación secundaria de Pemex y la iniciativa de una nueva Ley para crear el Fondo de Excedentes Petroleros –integrado por las aportaciones que realice la paraestatal cuando en el año el precio promedio ponderado del barril del petróleo crudo exportado exceda aquel fijador por el Congreso de la Unión hasta por un 33%–, y remató con una fuerte crítica a la propuesta del Partido Acción Nacional (PAN).
Cárdenas fue tajante: la iniciativa es privatizadora y pretende modificar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Mexicana.
“Nos dice que quieren abrir a la inversión privada la exportación, producción, transportación, así como la petroquímica, mediante esquemas de concesión. Yo diría que, primero, me parece una propuesta incompleta y mal sustentada. La reforma en materia energética no viene ligada con alguna reforma de carácter fiscal y cuando hablamos de petróleo, esto es indispensable”, dijo el perredista.
Cuauhtémoc dio sus argumentos. Mesurado, pausado y con tranquilidad mostró su postura en contra de la privatización de la paraestatal, sobre todo de los cambios constitucionales que tanto el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto y el PAN han señalado como necesarios para dar certeza a las inversión privada.
El líder moral del PRD ahondó en la propuesta panista y la calificó como poco clara en el esquema de concesiones que plantea.
“Por otra parte el PAN no nos dice que si al concesionarse ciertas actividades se mantendría el mismo régimen fiscal, se trataría a los concesionarios como se trata a Pemex, que paga los impuestos por adelantado y si pagarían el 70% de sus ganancias a la Secretaría de Hacienda como se hace hoy”, dijo.
El perredista indicó que al plantear un régimen de concesiones a empresas privadas, la condición de que los hidrocarburos son de la nación, quedaría cuestionada.
“Porque si se concesionaran los yacimientos, pues ya serían de los concesionarios, pues éste tendría un yacimiento y buscaría la mayor utilidad en el mayor tiempo posible, algo similar a lo que pasa con la concesiones mineras y entonces se perdería el control del Estado”, explicó.
Cuando Cárdenas concluyó vinieron los aplausos, luego la ronda de preguntas y respuestas y casi al dar las 10:00 de la mañana, el perredista se dirigió a la puerta de salida y se retiró del debate.
Entonces, la única propuesta de izquierda del evento se quedó afuera, tras las puertas del salón y se fue con Cárdenas.
Apenas se había marchado, cuando inició la primera mesa de discusión donde participaron el ex candidato presidencial de Nueva Alianza, Gabriel Quadri y Luis Téllez Kuenzler, presidente del Consejo y Director General del Grupo Bolsa Mexicana de Valores (BMV), ex Secretario de Energía en el gabinete del priista Ernesto Zedillo y ex Secretario de Comunicaciones y Transportes en la administración del panista Felipe Calderón Hinojosa.
Téllez recordó el monopolio que fundó en 1938 Lázaro Cárdenas del Río, padre de Cuauhtémoc, y culpó que por defender aquella decisión histórica, en la actualidad se comprometía el crecimiento y la competitividad del país.
“Por mantener un monopolio que viene de una acción histórica, hoy en día podemos perder la gran oportunidad de que México se convierta en un país industrial, con un crecimiento muy importante, que le dé a su población oportunidades de empleo y generación de ingresos y riqueza como nunca la habíamos tenido en nuestra historia. Si el sector energético no se moderniza tendremos un problema en toda la economía”, dijo Téllez.
Pero si Téllez rozó con su discurso el origen de la defensa y la lucha que abandera desde su trinchera el líder moral de la izquierda, Gabriel Quadri fue más allá.
El que fue “gallo” del partido fundado por Elba Esther Gordillo, subió al estrado que momentos antes ocupó Cárdenas Solórzano y al ritmo del movimiento de sus dos gruesos chinos sobre la frente, dijo que la iniciativa que propuso el PAN es atendible y que esperaba que la Reforma Energética que se apruebe para México, vaya en “línea” con lo propuesto por el blanquiazul.
“Es necesario que se otorguen concesiones, que liciten, que compitan empresas nacionales y extranjeras, para aumentar la renta petrolera, para ser un sector más eficiente y competitivo”, dijo.
Además de abrazar la idea de privatización y hacer un llamado a una reforma integral que abarque no sólo a los hidrocarburos, sino al sector a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el político retó a los detractores de la apertura del sector energético.
“Es fundamental que haya competencia, inversión privada, acabar con el monopolio. No creo que haya algún razonamiento atendible que pueda defender una estructura monopólica en el sector energético, particularmente en el sector hidrocarburos. A quienes se oponen hay que preguntarles porqué defienden el monopolio, cuáles son sus argumentos, cuál es su lógica. Hay que llevarlos al terreno de las ideas, no hay que permitir que sigan con el chantaje político en las calles”.
Quadri llamó a una Reforma Energética agresiva que incluya la apertura del petróleo, gas, hidrocarburos y electricidad.
“La reacción conservadora a la reforma va a ser muy virulenta. Van a tratar de desquiciarnos la vida a todos los ciudadanos, aunque solo se trate de una reforma petrolera a mediana escala o de una verdadera Reforma Energética que incluya a todo el sector. El costo va a ser el mismo, vamos a pagar el mismo precio por una reforma mediocre que una reforma visionaria”, dijo.
Luis Téllez apoyó la propuesta de Quadri y agregó que no está en juego solo el sector energético, sino la competitividad y el crecimiento económico del país.
“Las empresas petroleras que tienen tecnología se van a ir y están invirtiendo en países donde invertir es fácil, donde requiere un esfuerzo menor en términos jurídicos, geológicos, si en México creamos un sistema muy complejo yo les aseguro que no vamos a tener inversión nacional ni extranjera en el sector”.
