Ciudad de México, 9 de julio (SinEmbargo).- En la mesa hay una oferta importante del futbol italiano. Gabriel Camargo, presidente del Deportes Tolima colombiano, se visualiza con el monto que uno de los mejores jugadores de Sudamérica, le dejará a su equipo. Andrés Andrade tiene 24 años y tiene la herencia del jugador habilidoso nacido en tierra cafetera. Con las dos piernas dibuja jugadas que segundos antes su mente ya imaginó. El calcio, se fijó en esa particularidad, pero el joven futbolista no quiso cruzar el Atlántico.
"El Riflecito" vio cómo hace un par de meses el Azteca lucía a reventar en la final del futbol mexicano. Como un aficionado más al futbol, se enteró de la estrella 11 del Club América. El jugador que sabe pegarle bien con las dos piernas, estará más cerca de vivir esa experiencia. Tras una llamada de Miguel "Piojo" Herrera, Andrade dejó pasar la oferta europea para venir a tierra más conocida, y jugar en el actual campeón del futbol mexicano. Ante la marcha de Benítez, el colombiano ocupará esa plaza de extranjero vacante.
En Coapa saben la necesidad que tienen de encontrar un jugador que logre enlazar el medio campo con la zona de definición. América sumó una estrella más, de la mano de dos delanteros que se entendieron notablemente. Tanto Raúl Jiménez como "Chucho" Benítez, tomaron de la mano al América que tenía un ataque explosivo, capaz de definir un partido en una sola jugada. De menos a más, el resto del plantel se entregó a esa filosofía e hicieron llegar la pelota lo más rápido posible a los pies de sus dos armas punzantes. La zona medular de la cancha, fue perdiendo influencia.
El parado táctico de Miguel Herrara implica que los jugadores de la media cancha tengan la habilidad y el estado físico para recuperar el esférico y construir con pulcritud las opciones de gol. Esa labor no termina de cuajar en el cuadro de Coapa. Solo Rubens Sambueza ha estado a la altura de lo que el técnico mexicano necesita. El argentino posee el cambio de ritmo necesario, y la visión de un enganche para alimentar la ofensiva. Sin embargo, las lesiones dejaron al América huérfano de tal talento.
Christian Bermúdez se hizo importante en Cancún. El jugador atlantista, se hizo cargo de la ofensiva de los potros. El paraguayo, Osvaldo Martínez, salió de Monterrey por la violencia que la ciudad vivía. El refugio fue el Atlante que juega con vista a las playas blancas de la ciudad turística mexicana. Los dos pasaron por Miguel Herrera en algún momento de sus carreras, por eso llegaron a reforzar al América como gente de toda la confianza del técnico mexicano. Sin embargo, sus actuaciones no han terminado de cuajar como se esperaba desde el cuerpo técnico. La necesidad de un volante con visión, se volvió prioridad.
Con la marcha de Benítez, América perdió un jugador distinto que rompió la liga con campeonatos de goleo consecutivos. El ecuatoriano rompió la liga a su antojo, y su premio fue un campeonato. Tras bambalinas, en el entorno del club, se especuló siempre sobre la mala relación del futbolista con Miguel Herrera. El puesto vacante lo ocupará Narciso Mina, un jugador que pacientemente espero seis meses su oportunidad. El Piojo pidió un jugador creativo, y su directiva encontró a Andrade. El colombiano genera dudas al verlo jugar, no se sabe si es diestro o zurdo. Su capacidad está probada en el futbol de su país natal, con la mira puesta en su selección, prefirió México antes que Italia. Herrera tiene en teoría la pieza de engranaje que le faltaba, el actual campeón, quiere que todo nazca en la media cancha.