Ciudad de México, 6 de julio (SinEmbargo).- Decenas de voluntarios forman un pasillo mientras aplauden a los atletas que recién llegan a la ciudad rusa de Kazan, que se ha preparado para darle al mundo uno de los mejores eventos deportivos en la historia. La Universiada 2013 arropará 27 disciplinas en las jóvenes de todas distintas partes del mundo competirán por estar hasta arriba el medallero. El júbilo por esta justa ha revolucionado la organización como nunca antes. En el país de Europa del este, se competirá como si de Juegos Olímpicos se tratase.
Cinco cocinas se encargarán de preparar 800 menús para alimentar el gusto tan variable que los competidores. El banco central europeo ha sacado a la vía pública monedas conmemorativas al evento. El ambiente es de primer nivel, sin mucho todo el negocio que normalmente traen detrás los atletas de alto rendimiento de la justa veraniega por excelencia. Entre tanta disciplina, la villa donde vivirán los participantes, proveerá de información anticonceptiva. Miles de jóvenes de distintas partes del planeta, convivirán entre competencias.
Más de 150 mil boletos se han vendido para los distintos encuentros. Las redes sociales del evento han estado desde hace dos meses activas con todo tipo de información acerca de la competencia, incluso del proceso sobre el visado que ciertos países tendrían que realizar para entrar a territorio ruso. Una aplicación para celulares y tabletas está al alcance de cualquiera que tenga un dispositivo adecuado. La web tiene un cronómetro con punto final en el día de la inauguración. La organización no ha dejado ni un cabo suelto.
Esta idea de unos “Olímpicos universitarios”, nació en la cabeza de Jean Petitjean, un francés que organizó en 1923 un encuentro deportivo en París. Hace 90 años, la idea surgió para convertirse en el tercer evento de mayor trascendencia deportiva después de los Juegos Olímpicos y la Copa del mundo de futbol. La edad límite es de 28 años, y el único requerimiento es ser estudiante participante de alguna de las 27 disciplinas en las que se reparten preseas. La idea de un parisino se ha vuelto global, 170 países tendrán al menos un representante contendiendo en Kazan.
Por primera vez en la historia, 105 países transmitirán las competencias que se estén efectuando en vivo. La justa ha dado un paso notable en la calidad de cobertura, pero sobre todo en el mensaje que se le da al resto del mundo desde el organizador. Kazan está a la altura de Londres en 2012, o de Pekin en 2008. La mayoría de estos jóvenes, que tienen a su disciplina como una actividad extracurricular, se podrán concentrar por 11 días en un ambiente único que solo el deporte logra construir.
De las 49 sedes, 30 han sido construidas especialmente para la Universiada. Más de 3 mil 500 voluntarios atenderán a los 12 mil atletas que han comenzado a llegar desde una semana antes del inicio hoy 6 de julio. Sin la cobertura de unas olimpiadas, la justa repleta de juventud, tiene una prueba grande para demostrar que el espíritu de competitividad deportiva, ese que muchas veces se pierde en el alto rendimiento, está vivo en Kazan.
Jesús Mena, director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), abanderó a 166 atletas mexicanos que estarán en territorio ruso buscando poner la bandera de México por todo lo alto. Dos días antes de la inauguración, la selección femenil de futbol, le ganó a Canada 3-2, y en natación Rommel Pacheco, Yahel Castillo y Paola Espinosa, están ya en etapas decisivas en busca de medalla. Durante poco más de dos semanas, el mundo deportivo tendrá un respiro de marcas patrocinadoras o de cifras estrafalarias alrededor de un deportista. Estudiantes se convertirán en atletas de tiempo completo, bajo la seriedad de una ciudad que armo sus propios Juegos Olímpicos.
