Italia después de la Confederaciones: la reinvención para llegar a la justa mundialista en Brasil

01/07/2013 - 12:00 am

Ciudad de México, 1 de julio (SinEmbargo).- Italia festejó el tercer lugar de esta Copa Confederaciones con el ánimo de un ganador de copa del mundo. A la Azurra le vienen bien estos nuevos tiempos post Catenaccio donde la pelota se transforma en el principal aliado de ese equipo que durante tanto tiempo hicieron de la defensa un arma infranqueable. A los italianos les falta dar ese pequeño paso que por  historia deben dar. Tras llegar a la final de la Euro 2012 y perderla con España, los del país de la bota requieren un antídoto contra el que es el mejor equipo del mundo en estos momentos.

Cesare Prandelli ha renovado un estilo de juego, pero queda a deber cuando se contabilizan logros. Un segundo lugar, un tercer puesto, implica críticas por parte de la afición que son moderadas por el buen trato del esférico que plantean en cada compromiso. A los cuatro veces campeones del mundo, la nueva estrategia no les termina de cuajar. El tercer lugar, sufrido como siempre, es un premio merecido para el pedazo de partido que plantearon a los españoles que por técnica y temple, lograron acceder a la final del torneo.

Foto Fifa
Foto: FIFA

Desde 2006, cuando Materazzi sacó de quicio a Zidane que se fue expulsado tras propinarle el memorable cabezazo al reacio defensa italiano que puso a Francia contra la lona, Italia cambió para siempre su ideología para bien del futbol. Con jugadores de buen pie, la selección que dirige Prandelli entregó toda la táctica a esos talentosos futbolistas que ponían a rodar la pelota para moverse al espacio y pedir el esférico otra vez. Once de azul proponían los partidos sin esperar atrás.

El aporte hacia el seleccionado se diversifico. Desde Napoli hasta Juventus acapararon las listas con dos equipos con visión ofensiva que se paraban con sólo tres defensores plagando el medio campo de jugadores hormigas que iban y venían durante noventa minutos. Pep Guardiola entendió que la zona medular era fundamental en un equipo. Por eso, ese Barcelona se hizo grande gestando su estilo en el círculo central del campo. Italia comprendió que su materia prima era similar a la que el equipo catalán tenía y se puso a idear nuevas formas de subsistir. Hoy las variantes se piensan fundamentalmente en la creación de juego antes de conseguir un gol rápido para encerrares en su propia mitad.

Con línea de tres o cuatro en defensa, el equipo funciona bien desde 2008 gracias al genio Andrea Pirlo que cree firmemente que el playstation es el mejor inventó del ser humano después de la rueda. Corrido del Milán por su veteranía, el italiano de 34 años arribó a Turín para que Antonio Conte, técnico de la Vecchia Signora, le diera el mando de la Juventus, actual bicampeón de la Serie A italiana. La selección se benefició de la refrescante imagen de Pirlo y se construyó todo un estilo alrededor del mediocampista que lee más de lo que juega los partidos. Los italianos confiaron en su genio para poder conseguir que nuevos títulos colmen sus vitrinas de trofeos.

En época de dominio ibérico, Italia tiene esa deuda propia de superar a la Roja. La mentalidad la tienen. Cosa que demostraron ayer tras derrotar a un equipo que se ha convertido en el mejor representante del continente americano en los últimos años. Uruguay hizo frente a Italia con toda la garra tradicional y el talento vanagloriado por el resto del mundo. En penales, los italianos acostumbrados más a ganar, se llevaron el triunfo. Con Buffon en medio, el plantel saltaba de alegría  porque lo que para los demás es un premio de consolación, para la Azurra es una motivación para volver a empezar, el Mundial está en la mira.

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