Ciudad de México, 28 de junio (SinEmbargo).– Cuando el verano llega, el tenis se viste de blanco para disputar un torneo que todo profesional sueña con jugar. Wimbledon viste de tradición con su césped verde a los aspirantes al campeonato. La superficie rápida y difícil, no es para cualquiera. Quien logra dominar Wimbledon se gradúa como aspirante seria para otro tipo de superficies. Los aficionados se entregan en televisión, o acuden al complejo de las afueras de Londres donde con boleto en mano algunos, haciendo un picnic en los jardines de alrededor otros; forman parte del collage tenístico por excelencia.
Este año, Wimbledon ha entrado en una polémica lejos de la grandeza histórica que representa el torneo. La serie de abandonos por lesiones ha generado diversos comentarios en prensa tras el aumento en las primas a los perdedores en el inicio del torneo. A los 12 jugadores retirados se les ha entregado un cheque por 28 mil libras esterlinas a los que caen en primera ronda y 38 mil libras a los de segunda ronda, más de la mitad de las cantidades del año pasado.
La polémica comenzó cuando jugadores retirados por lesión, disputaban horas después partidos de dobles. Uno de esos casos es Michael Llodra que se ha retirado 31 veces en su carrera. El francés declaró que las molestias que acarreaba de torneos pasados le provocaron tener que abandonar el partido de segunda ronda en la rama varonil individual de Wimbledon. Ante el cuestionamiento sobre su participación en partido compartido. Llodra argumentó que es mucho más fácil jugar dobles. “La cancha se reparte”, declara defendiéndose.
A esta incómoda situación se le une las derrotas de Rafael Nadal y Roger Federer. Los dos tenistas que han dominado este deporte en los últimos años quedaron eliminados en primera y segunda ronda respectivamente. Para el español, la derrota le provocó adelantar la cita que tenía en España para atenderse su rodilla. La inseguridad con la que jugó los tres sets que perdió frente al belga Steve Darcis, fue producto de un dolor muscular que le ha venido afectando durante toda su carrera. Rafa tiene dos ediciones en las que no puede llegar a instancias finales de la tradicional competencia inglesa.
El golpe fue duro para la organización después de ver al mallorquín coronarse en Roland Garros. Tras el campeonato parisino, Rafa descanso perdiéndose la etapa en césped de torneos previos a Wimbledon. Con ese panorama y el dominio de Federer, ganador de siete ediciones, se antojaba para un verano inolvidable. Y lo fue, para efectos desagradables quienes esperaban la lucha de los dos colosos sobre el pasto inglés. Nadal que hizo ganar mucho dinero a los apostadores que fueron en contra del balear, dejó tristes los aires londinenses.l
Roger Federer ha tenido un año complicado. A los que predicen pronto su retiro, este adiós precoz les ha generado nuevos argumentos para seguir con su predicción. El suizo tuvo enfrente al ucraniano Sergei Stakhovsky, un jugador que supo ver y jugar la oportunidad de su vida ante el mejor jugador de la historia. Colgado de la red, con un agresivo estilo, hizo correr más de lo normal a Roger que perdió en cinco sets ante la sorpresa de todo el mundo deportivo.
A la rama varonil le queda por ver cómo evolucionan las primeras rondas finales del torneo. El camino luce tentador para jugadores como Djokovic, Del potro y Murray quienes han subido sus credenciales para ganar Wimbledon. De pronto, el tenis ha rejuvenecido en cuanto a favoritos constantes. La final soñada no se dará como se tenía previsto en la ilusión de aficionados y periodistas que querían ver un nuevo capítulo de esta lucha colosal. Wimbledon sigue, con su césped tan rápido como resbaladizo, esperando al nuevo dominante del histórico torneo.
