Ciudad de México, 27 de junio (SinEmbargo).- A principios de los años noventa, el Atlético de Madrid tenía en sus divisiones inferiores un baluarte que hacía goles a destajo. Raúl González Blanco (Madrid, 1977) era frenético aficionado del Atleti como toda su familia. Tras entrar en los equipos infantiles del cuadro colchonero, se enfilaba a ser figura del primer equipo con 65 goles en su año debut con la camiseta de sus amores.
La historia en el futbol cambia con pequeños detalles indetectables en su tiempo pero que trascienden en el futuro. El Atleti ha sufrido históricamente derrotas increíbles que han puesto su mala suerte como una fama que le ha costado mucho tiempo quitarse. Durante muchos fue gobernado por Jesús Gil, quién en 1992 eliminó las divisiones juveniles del equipo por los problemas económicos que inundaban al club. Esa pequeña decisión administrativa provocaría muchas tristezas a la afición rojoblanca.
Raúl quedó sin equipo y por cuestiones geográficas, se probó en el Real Madrid. Con las finanzas sanas del cuadro blanco, el talento del juvenil delantero español fue bienvenido para siempre. El ascenso fue efervescente. Con goles y entrega llegó a primer equipo donde Jorge Valdano, el intelectual entrenador argentino, dirigía a uno de los mejores equipos del mundo. Su primera convocatoria fue en 1994. Raúl viajaba en el metro madrileño hacia el entrenamiento canterano. Fue titular.
El delantero histórico diestro de nacimiento tuvo que adaptarse para seguir compitiendo. Tras una lesión en su pierna derecha, se enfocó en fortalecer la zurda débil. Una muestra de toda la capacidad mental que el futbolista tenía. Nunca fue el más técnico de un equipo plagado siempre del mejor talento del mundo, pero su inteligencia lo hacía estar en ese lugar donde la pelota siempre cae. De una capacidad que muy pocos profesionales tienen, Raú hizo una carrera espectacular.
Con 18 años se convirtió en el mejor goleador del Madrid en 1995 con 19 goles. De a poco el esfuerzo diario le dio un lugar en la plantilla pero también una pubalgia que le afectaba en el rendimiento deportivo. Un año después, la prensa comenzó a meterse con él tras los rumores sobre salidas nocturnas y diversas distracciones acarreándole críticas desde la grada. Esa a la que se había ganado con goles marcados con garra con la parte del cuerpo que sea.
Fabio Capello aterrizó en Madrid en 1999. El entrenador italiano puso un orden a la vida de Raúl determinante para el futuro del delantero. En una conferencia de prensa pidió disculpas a la afición madridista por sus constantes visitas a centros nocturnos. Desde ese momento, la fiesta estaría en sus pies. Raúl se convirtió en un inamovible en un muy poco tiempo rompiendo la tradición del centro delantero extranjero merengue.
Pronto, la selección tuvo un estandarte en una época oscura de España en competencias internacionales. El madridista puso su garra al servicio de la Roja muy a pesar de siempre quedar en la orilla. Cuando los españoles fueron campeones de Europa en 2008, Luis Aragonés, entrenador de aquel equipo, se lamentó que la gloria no le haya tocado a Raúl. Un jugador que construyó el camino hacia el presente refrescante que se estaba viviendo.
En el Madrid se volvió ídolo. Es el máximo anotador en la historia del club con 323 goles en 16 temporadas. Fue el relevo generacional de una leyenda como Emilio Butragueño. El “7” Blanco se ha caracterizado por ser el jugador insignia del equipo. El mismo que ahora porta Cristiano Ronaldo. Maradona catalogó a Raúl como un genio, Beckham como un rey y Zinedine Zidane declaró que el madrileño era el futbolista más inteligente con el que había jugado. El "Ángel de Madrid" ganó todo lo que jugó con el Real Madrid.
En 2010 salió de la institución Merengue en medio de críticas a quienes lo dejaban ir. Su vida renació con el Shalke 04 alemán donde en dos temporadas anotó 28 goles en 66 partidos. Jugó dos años en suelo alemán para conquistar a los aficionados. El Shalke retiró el dorsal “7” para siempre tras anunciar el adiós del español al futbol de Catar. Ya en medio oriente, el retiro ideal para un futbolista de su estirpe, Raúl fue votado por el diario Marca como el mejor jugador español en la historia. El diestro que se hizo zurdo, el colchonero que se hizo madridista. Ese que con goles hizo carrera, cumple hoy 36 años, 19 entregados al balón.