Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).- El futbol siempre había sonreído de la mano de Brasil. Durante mucho tiempo, el resto del mundo ha visto con envidia cómo los genes naturales brasileños se adaptaban a la pelota sin ningún tipo de problema. Este año, el pentacampeón del mundo –que a lo largo de la historia ha puesto en la cancha innumerables actos de magia que casualmente terminan en goles– abrió las puertas a la Copa Confederaciones. Pero el sol no ha brillado en todos los aspectos.
El deporte más popular del mundo se entregó a los brazos de un país donde se pateaba una pelota casi al nacer, y la sociedad que creció enamorada del juego está aprovechando precisamente la atracción mediática para dejar en claro que el futbol es como lo dijo el mítico César Luis Menotti:“Lo más importante de lo menos importante”.
La Copa Confederaciones llegó a Brasil como un preámbulo de lo que se vivirá el próximo año mundialista. El punto de encuentro de medios internacionales fue aprovechado por una sociedad organizada que dejó una de sus más grandes pasiones de lado para enfocarse en los problemas que a diario miles de ciudadanos padecen. La incursión de la FIFA en la vida de los brasileños ha provocado un malestar general por la forma que su gobierno ha tenido que doblar las manos para acceder a las peticiones del organismo que rige al deporte más popular del mundo.
Con cercos alrededor de los estadios, la policía intenta dar marcha atrás a una mancha urbana con carteles y gritos que ahogan el bullicio dentro de los estadios donde la pelota sigue haciendo su parte, a pesar de la ineptitud de gente de pantalón largo que no encuentra la manera de llevar la situación sin que la imagen del próximo mundial se vea manchada. Ni el gran estandarte Pelé pudo calmar los tiempos movedizos que la gente ha creado. El astro pidió que las protestas cesaran para darle espacio al futbol. O´Rey fue abucheado sin mesura. El ex futbolista Romario, ahora congresista, declaró con sarcasmo: “Pele, callado, es un poeta”.
En la Selección Nacional de Brasil, el tema no ha pasado desapercibido. Tras las primeras manifestaciones, Hulk, David Luiz y Dani Alves, manifestaron su tristeza por lo que pasa en las calles. Fue la figura Neymar quien fungió como voz principal para apoyar a los manifestantes que exigían mejor calidad en los servicios básicos que todo ser humano requiere por el simple hecho de nacer. El nuevo jugador del Barcelona relató su difícil infancia y el trabajo que sus padres tuvieron que hacer para que él tuviera ciertas oportunidades.
Dejando claro que no es una protesta contra el futbol, sino contra la corrupción, las personas que han tomado la calle piden un replanteamiento del sentido común. El gobierno que ha armado FIFA dentro del estado brasileño es una bofetada para las necesidades primarias que la mayoría de los ciudadanos carecen. La limpia de favelas, el incremento a impuestos y la falta de trabajo es el argumento de un pueblo al que no le basta con tener estadios remodelados a precio de presupuesto anual en la sanidad.
El grupo Passe de Livre fue el principal grupo de activistas que comenzó organizando las manifestaciones. Su página de Facebook tiene 268 mil personas. La principal petición es el servicio de transporte gratuito para toda la sociedad. Luego de diversos días, las manifestaciones que comenzaron siendo pacifistas, han tomado un rumbo peligroso, mientras FIFA ha declarado tajantemente que no suspenderá la Copa Confederaciones mientras presiona al gobierno para que le de garantías de que el próximo año habrá un mundial sin manifestaciones.
El pasado jueves, más de un millón de personas se manifestaron en las principales ciudades de Brasil luego de haber logrado que el gobierno haya dado marcha atrás al incremento en las tarifas de transporte público. Las nuevas movilizaciones han acaparado todos los problemas sociales. Ciudades como Río de Janeiro, Brasilia, Salvador de Bahía, Porto Alegre, entre otras; han visto las protestas crecer con el nerviosismo de las autoridades. Un manifestante de 18 años murió atropellado cuando un automovilista intentó cruzar sin éxito una barricada. Gases lacrimógenos son cada vez más usados para calmar una tensión que rebasa a las noticias deportivas.
A la voz de Romario y de la Selección Nacional, Rivaldo, aquel exquisito zurdo atacante brasileño, declaró sentirse muy triste por lo que está pasando en las calles recordando todas las carencias que él vivió de niño persistentes hasta estos días en millones de familias. La Presidenta Dilma Rousseff canceló una gira por Asia mientras organizó juntas de emergencia para este fin de semana. Mientras, la pelota sigue rodando ante la indignación de un pueblo fanático de ese esférico que mueve al mundo, también en la calle en forma de protesta.