La final de la NBA abre un nuevo capítulo con la serie empatada a dos

16/06/2013 - 1:00 am

 

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Ciudad de México, 16 de junio (SinEmbargo).- Dwyane Wade volvió y se trajó a Chris Bosh en el momento oportuno. El juego cuatro de la serie final tenía a los San Antonio Spurs con la ventaja de 2-1. Después de un tercer partido para el olvido en el lado de Miami, el juego duro de tipos que quieren sí o sí coronar el bicampeonato de la National Basketball Association (NBA), salió a relucir en su máxima expresión con gran actitud en la duela.

Más de treinta puntos de diferencia acabaron con Miami en el tercer partido. Con la cabeza en alto pero con la mirada pensativa, los jugadores del equipo de la Florida se fueron de la arena incapaces de encontrar su juego durante los 48 minutos de competencia. San Antonio tuvo el aro en la frente y ajustició al Heat de una manera dominante para sorpresa de todos luego de que Miami ganó claramente el segundo partido.

Esta serie, al estilo de pugilistas en los últimos rounds, es de golpe y respuesta. Con todo al frente, los dos contrincantes dan su mejor golpe para luego recibir la respuesta avasallante del recién herido. En un duelo de poder donde cada partido es un mundo distinto, la constancia será la clave para el que quiera ser campeón de la mejor liga del mundo. Algo que ninguno de los equipos en disputa han encontrado en el camino.

Tras victorias escalonadas, la disputa resultó apretada y pareja tal como todo aficionado al basquetbol predijo. La sorpresa no está en el empate frío que ha dejado los cuatro enfrentamientos, sino en lo caliente de los resultados. Marcadores abultados fuera de toda órbita lógica que dilatan el entusiasmo de la fanaticada ganadora para derrumbarse al siguiente partido tras vivir ahora la angustia de perder abultadamente.

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Basándose en esta lógica, el juego cuatro le perteneció a Miami que dominó a los Spurs en su propia casa ante la incredulidad de sus aficionados que dos días antes salían triunfantes con el pecho inflado y prepotente. Las circunstancias del partido las puso el actual campeón de la NBA con esa intensidad que lo puso en la órbita de los contendientes al título desde que James, Wade y Bosh se juntaron para tratar de hacer historia.

Cuando Miami defiende al estilo del Heat, no hay equipo capaz de pararlos. La dureza e intensidad de sus movimientos bajo la pintura para salir a contragolpe rumbo al aro visitante se vuelven lecciones vitales para todos aquellos que deseen aprender al menos una pizca de lo que significa jugar basquetbol en serio. El jueves pasado dieron cátedra de la mano de su Big Three. Por fin, el trío al que se entregó una ciudad entera, recobró la memoria de trabajar en equipo.

Entre los tres anotaron 85 de los 109 puntos que reflejó la puntuación final para Miami. Fue la primera vez en la serie que los tres rebasan los 20 puntos. En la defensiva, Bosh estuvo implacable como en sus mejores añorados días, Lebron tuvo una noche formal en la oficina pero lo más refrescante y significativo fue Wade. El alero estuvo incontenible con 32 puntos que le permitieron regresar a su mejor forma a pesar de tener problemas en una de sus rodillas.

La noche espectacular del Heat hizo que el trío Duncan-Parker-Ginobili pasara inadvertido. El argentino jugó uno de los peores partidos en su carrera con 5 puntos mientras Tony Parker lucía disminuido por sus problemas físicos. Abandonado, Duncan, no pudo hacer mucho. El Round cinco esta noche pondrá a un equipo a un partido del campeonato. Los dos contrincantes se paran enfrente tambaleándose con la guardia puesta esperando la campanada.

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