La selección mexicana de futbol debuta en la Confederaciones ante Italia y con la historia en contra

16/06/2013 - 12:30 am
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Ciudad de México, 16 de junio (SinEmbargo).- La diferencia es un águila devorando una serpiente encima de un nopal. Italia y México comparten los mismos colores pero los europeos juegan de azul al futbol, y juegan mejor. El equipo del país de la bota tiene su nombre en el apartado de protagonista cada vez que su presencia está garantizada en una competencia internacional. La Azurra, es una escuadra de élite.

Con cuatro títulos mundiales, los italianos están detrás de Brasil que tiene cinco. La mentalidad de un país con una riqueza cultural inmensa, hacen del Calcio una proeza difícil de enfrentar. Acostumbrado a la adversidad, Italia es históricamente un gran lector del juego. En los momentos de definición, en los instantes donde la mente se vuelve un nudo, los de azul han salido airosos con gran efectividad. Sus mundiales ganados son una muestra de fortaleza mental por encima del futbol que se practica.

Ante tanta adversidad, la selección mexicana de futbol, enfrenta a un rival de élite. Con la autoestima en lo más bajo, el Tri intentará avocarse al buen rendimiento que suele mostrar con equipos superiores. Si la esperanza muere al último, eso es lo único que le queda a México como bandera. Por orgullo y vergüenza deportiva, el equipo nacional mexicano hará frente a su primer compromiso de esta Confederaciones con miras a septiembre para un nuevo partido en el hexagonal de la Confederación de Asociaciones de Futbol de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF).

En 2001, México fue "paseado" en la Confederaciones que Japón y Corea organizaron previo a su mundial. Con tres derrotas ante Australia, Japón y Francia, ocho goles en contra y uno a favor, el equipo de Enrique Meza regresó pronto a casa para terminar la debacle vivida que acabó por cesar al técnico mexicano. Hoy, si la selección mexicana pierde con Italia, sería la primera derrota en un partido oficial para José Manuel “Chepo” de la Torre al mando del Tri. Un descalabro que pudiera ser el principio del fin.

Con la expectativa nacionalista siempre presente, pero con la realidad de un pésimo accionar ganando la partida, la afición mexicana espera un papel lo más decoroso posible y en el interior del equipo saben que están ante la oportunidad de reinventarse mentalmente y de que la pelota empiece por fin a hacer lo que el cerebro manda.

Existen tres registros de enfrentamientos entre estas selecciones en mundiales: el primero fue en cuartos de final de México 70. Los italianos vencieron a los locales 1-4 en la bombonera de Toluca. El segundo en Estados Unidos 94, cuando Marcelino Bernal hizo vibrar al país con su tiro pegado al poste para poner el empate final 1-1. Mismo marcador en 2002 cuando Jared Borgetti anotó uno de los mejores goles mexicanos en los mundiales hasta que el gran Del Piero pusiera las cosas en orden. La única victoria fue en Bruselas, días antes de arrancar el mundial de Sudáfrica 2010. Con goles de Carlos Vela y Alberto Medina, el Tri de Javier Aguirre venció 2-1 a Italia.

En Italia están obligados por su historia. En México están obligados por lo que aspiran desde hace mucho tiempo. Hundidos en un bache anímico, el equipo del Chepo tendrá que sacar fuerzas de flaqueza para no echar a la basura la tendencia a la alza que las selecciones juveniles han tenido en competencias oficiales. Con el peligro de quedarse sin Mundial, el Tri arranca un paréntesis internacional de gran altura en busca del futbol que no encuentran en el norte del continente.

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