Miami y San Antonio se disputan la final de la NBA; Lebron James quiere venganza

05/06/2013 - 12:00 am

 

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Ciudad de México, 5 de junio (Sin embargo).- Los Cleveland Cavaliers volvieron a la escena principal de la mano de Lebron James. El estudiante de preparatoria que se saltó la universidad, elegido en la posición uno de la primera ronda del draft del 2003, revolucionó la liga ante la mirada de quienes lo esperaban con los brazos abiertos pero sobretodo de aquellos que llegaron a dudar de las capacidades del atleta James.

Tres años después, Lebron y su equipo lograron por fin meterse a las finales de la NBA. En frente estaba un equipo sólido que en base a su consistencia se ha ganado el mote de ser equipo grande e histórico. Los San Antonio Spurs de Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginobili le hicieron saber a James que los títulos se ganan con esfuerzo colectivo por más talento inmensurable que un jugador pudiese tener. La serie acabó 4-0 en favor de los de Texas.

Al finalizar el cuarto partido, Lebron James aprendió la lección y la dirigencia de Cleveland buscó alternativas para hacer el trabajo más fácil a su estrella. Shaquille O'Neal llegó en el ocaso de su carrera a los Cavaliers con la misión precisa de compartir el peso de juego que hasta ahora James cargaba sobre sus hombros. El experimento no salió bien. Los Playoffs se convirtieron en una zona infranqueable para Lebron mientras que sus detractores sonreían.

En 2010, el Miami Heat fue el equipo elegido por Lebron James en un programa especial que ESPN preparó para que el jugador diera a conocer su decisión al mundo. James se uniría a Dwyane Wade y Chris Bosh para conformar el "Big three". La apuesta de Lebron fue criticada por mucha gente del basquetbol incluido Michael Jordan, quien declaró que en sus tiempos se trataba de vencer a los más fuertes, no unírteles.

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El impacto del nuevo Heat a la liga fue inmediato. Lebron comandó un equipo lleno de talento con Bosh en la pintura y sus letales tiros desde afuera del perímetro, Wade con su juego atlético abría el paso para que James tuviera el espacio suficiente para dominar y hacer que los lentes de la cámara captaran imágenes de en ensueño. El show había vuelto a la Florida de la mano del Heat que se ilusionaba con el anillo de campeonato.

En las finales, durante su primer año como miembro del Miami Heat, Lebron se midió frente a Los Dallas Mavericks. Otro equipo para la historia con gran trabajo colectivo que en base a eso ha sabido afianzarse en la liga. El Heat perdió la serie final y las críticas fueron una avalancha difícil de contener para un ser humano normal. James se tomó tan a pecho la derrota que pasó todo el periodo de descanso trabajando sus puntos débiles. Las horas extras rendirían frutos.

En 2012, Miami logró llegar otra vez a las finales ahora frente a un equipo tan espectacular y eficiente como ellos mismos. El Oklahoma City Thunder le hizo ver a Lebron que el máximo nivel requiere de actuaciones únicas y sobresalientes. Miami perdió el primer partido de las finales. Cuando los fantasmas del año pasado quisieron aparecer, James los fulminó con el talento del jugador más dominante de la liga. El Heat ganaría su segundo título en la historia.

Con el sueño cumplido, la misión del bicampeonato ilusionaba a todo Miami con vistas a una dinastía dominante naciente en la Florida. La temporada regular fue una extensión de las finales del año pasado. El Heat dominó todo el trayecto hacia los playoffs. En la fase final perdieron un solo partido en las dos primeras rondas. Cuando Indiana eliminó a los Knicks, el camino parecía libre para que Miami llegará sin problemas a las finales.

En el oeste, San Antonio Spurs mostró el temple desde el perímetro y con su trío emblemático dominó la carrera hacia las finales. Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginobili tienen récord de 12-2    en estos Playoffs. Con los Spurs descansando, Miami tuvo una serie final por el este para el recuerdo. El joven equipo de Indiana llevó la serie hasta siete juegos provocando la mejor versión en conjunto del Heat desde que arrancaron las finales.

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El evento principal comenzará este jueves en Miami. Aquel 2007, Lebron James aprendió tras ser barrido por estos Spurs, que el trabajo en equipo da campeonatos. Hoy, a seis años de aquella lección, el Heat posee al mejor jugador de la liga por mucho. Sí James quiere que está vez sea distinto, tendrá que inspirar al resto de sus compañeros como ya ha sabido hacerlo, como lo han hecho los grandes jugadores a lo largo de la historia. En frente, una franquicia trabajada con los laureles bien ganados en un trabajo colectivo. La prueba pendiente de James, la venganza de su primer gran derrota.

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