El Bayern Münich, el equipo de futbol más grande de Alemania, logra un triplete histórico

03/06/2013 - 1:00 am
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Ciudad de México, 3 de junio (Sin embargo).- En 1990 desde el balcón del ayuntamiento de la ciudad, Josef "Jupp" Heynckes celebraba con el Bayern Münich el campeonato de la liga alemana. En medio del festejo, el entrenador tomó el micrófono y prometió al público presente en la emblemática Marienplatz que les traería la Copa de Europa. Han pasado 23 años desde aquel día con la promesa en el aire pero nunca olvidada

Con el pelo cano despeinado, alienta a los suyos abriendo los ojos y moviendo las manos. En pleno entrenamiento del Bayern, Heynckes es tan intenso como perfeccionista. Enfrente de él, está uno de los mejores equipos del mundo preparando el próximo partido. El entrenador de 68 años gozará mostrándose tranquilo en el banco el día del juego sabiendo que la tarea previa ha sido buena.

El 16 de enero de 2013, Bayern Münich provocó un revuelto mediático al anunciar a Josep "Pep" Guardiola como el hombre encargado de llevar la dirección técnica para la temporada entrante. El catalán que revolucionó el deporte más popular del mundo con el FC Barcelona, había aceptado un contrato de tres años y 17 millones de euros netos por temporada. En la mitad del año, con todas las fases serias de competencia por delante, Heynckes sabía que se iba a ir.

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El Bayern Münich se las ha arreglado para siempre estar ahí. Es el equipo más grande de Alemania, una escuadra que constantemente está generando un futbol tan llamativo como directo buscando el arco rival. Dominando en el torneo local, las miradas se fijaron en el torneo de clubes más importante del mundo. La Champions League era una deuda de por vida desde el año pasado en aquella noche trágica frente al vivaz Chelsea de Didier Drogba.

Esa noche de mayo, el Allianz Arena lucía vigoroso esperando la fiesta preparada para coronar al Bayern Münich más local que nunca en la final de la Champions League. Con el recuerdo fresco del Santiago Bernabéu donde habían eliminado al Real Madrid de José Mourinho, la ciudad bávara estaba entregada a su equipo que lucía ampliamente favorito para alzar la quinta orejona en su historia.

Chelsea ganó la copa en penales dejando a los jugadores del equipo alemán tirados sobre el césped. La derrota pudo haber sido devastadora para cualquier otro equipo del mundo, no así para un equipo alemán acostumbrado a levantarse tras un duro sufrimiento. La temporada siguiente sería la prueba máxima del temperamento de Heynckes al frente de un grupo lastimado y con ganas de revancha.

Con arrollador paso futbolístico, el Bayern tomó de tajo la liga superando por 25 puntos de diferencia al Borussia Dortmund, siendo la ventaja más amplia en la historia del futbol alemán. El título de resistencia llegaba con anticipación a la espera de la Champions League y la copa doméstica. En la mente de los jugadores, no había otra cosa más que despedir a "Jupp" con todos los honores que se merecía.

En Wembley la fiesta fue alemana. Dos equipos teutones llegaban por primera vez al partido definitorio de Champions. Fiel a su pasado, el partido fue de sufrimiento hasta que el que más había sufrido rompió con todos los estigmas. Arjen Robben puso el 2-1 definitivo que desató la locura de los aficionados bávaros que veían por fin esa ansiada copa en sus manos luego de dos finales pérdidas en cuatro años.

Cuando todavía festejaban el título más añorado, la final de copa citó al Stuttgrat y a la escuadra de Heynckes frente a frente en el olímpico de Berlín. Sabiendo sufrir finales, el marcador 3-2 a favor del Bayern lo catapultó a una altura en la que no existe otro equipo alemán más. El FC Bayern Münich se convertía en el séptimo club europeo en ganar el triplete, el primero en la historia de Alemania.

Bajo la lluvia de este domingo en Münich, Jupp Heynckes subió al mismo balcón de hace 23 años. Levantó la cabeza, sonrió y alzó la Copa que prometió llevar a ese mismo lugar. Los trofeos de liga y copa yacían a un lado mientras la gente vitoreaba a sus nuevos héroes. Pep Guardiola llegará al paraíso. Este verano tomará las riendas de un club que fiel al balón, con un estilo único, se ha ganado el derecho de ser llamado el mejor equipo del mundo.

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