Juan José Bigas Luna, adiós al último salvaje del cine español; muere por cáncer a los 67 años

07/04/2013 - 1:30 am
Foto Efe
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Ciudad de México, 7 abr (SinEmbargo).- “Actores hay pocos. Todos quieren ser estrellas”, dijo en una de sus últimas entrevistas. Como una ironía puede leerse en tal sentido los titulares que en Latinoamérica daban ayer cuenta de su muerte, al anunciar el fallecimiento “del descubridor de Penélope Cruz y Javier Bardem”.

No ha sido, sin embargo, ese el mayor mérito del cineasta catalán que sucumbió al cáncer a los 67 años en Riera de Gaià (Tarragona), donde vivía juntos a sus hijas y su mujer.

Juan José Bigas Luna fue, probablemente, el último director salvaje de la filmografía española, a la que aportó una mirada impúdica y sin concesiones sobre el erotismo, sin por ello caer en la pornografía, aun cuando varias de sus películas podrían están en el filo de las tres equis.

Su primer filme fue, precisamente, Historias impúdicas, de 1976, un compilado de 16 cortos eróticos rodados en 16 mm, base sustancial de su celebrada Bilbao, inspirada en El coleccionista (William Wyler, 1965) y protagonizada por Isabel Pisano, un singular personaje del mundo del entretenimiento, primero esposa del genial músico Waldo de los Ríos y luego amante del líder sirio Yasser Arafat.

Con Las edades de Lulú, basada en la novela homónima de la madrileña Almudena Grandes, apretó aún más el acelerador en su cine de alta intensidad erótica y no fue sino hasta 1992, con la célebre Jamón Jamón, protagonizada por unos jóvenes y prácticamente desconocidos Javier Bardem y Penélope Cruz, que el cineasta alcanzó fama internacional.

Con Jamón Jamón, Bigas Luna ganó el León de Plata a la mejor dirección en Venecia. En ella aparecía un casi imberbe Jordi Mollá, hoy un conocido actor y director español, quien lamentó en su cuenta de twitter la desaparición física del que llamó “mi padre artístico”.

“Tú yo nunca podremos ser amigos, lo único que podemos hacer es follar”, le dice Bardem a la que hoy es su esposa y madre de su hijo Leo, en un diálogo que cobra un significado extraordinario en vistas de la relación matrimonial que han solventado en el presente los famosos actores.

LAS MUJERES DE CARNE Y HUESO, MÁS DE CARNE QUE DE HUESO

Mujeres voluptuosas, entregadas al sexo sin sentimentalismo ni mojigatería, cimentaron su cine personal y único. Entre ellas, la adolescente confundida pero libertaria encarnada por una sublime Verónica Echegui en Yo soy la Juani y la estridente Elsa Pataky, dispuesta a todo para triunfar en llamada Meca del Cine en Didi Hollywood.

“Hablo de un Hollywood negro que no vemos en las revistas y que conozco muy bien porque he vivido allí tres años. La americana es la sociedad mas puritana del mundo. En Hollywood se mueven kilos de cocaína, sin ir más lejos. Pero Tom Cruise de cara a la galería no puede hacer según qué. También vemos cómo los actores gays no pueden serlo de forma pública. Peter Coyote (protagonista de Didi Hollywood) me dijo que estaba encantado con la película porque es la primera vez que eso se ve”, dijo Bigas Luna.

“Cuando yo era un crío Bigas Luna me hizo entender que el cine además de contar una historia es una cuestión de tu actitud hacia esta”, escribió Juan Antonio Bayona, el laureado director de Lo imposible, en su cuenta de Twitter.

La actitud de un director criado en el diseño, en las artes plásticas y en la fotografía, un ser inquieto y curioso que no se cerró a las nuevas tecnologías aplicadas al cine, que mezcló el voyeurismo, la gastronomía y el sexo en un cóctel donde los instintos ocuparon el lugar central, murió en la semana en la que el cine español debió también lamentar la ida de la octogenaria actriz Mariví Bilbao y el cineasta de culto Jesús Franco.

“Enorme tristeza, murió Bigas Luna. Sus amigos, cuadros, palabras, películas, alumnos y huertos nos quedamos sin su versión de la vida”, dijo la actriz Leonor Watling, refiriéndose entre otras cosas a la pasión del director por la agricultura ecológica, una actividad a la que le dedicó gran parte de su energía en los últimos años.

Deja un proyecto sin concretar: Mecanoscrit del segon origen. Su último deseo fue que la película se finalice y se dedique a su único nieto, Quim Lu. Por expresa voluntad del cineasta, firmada ante notario público, no habrá homenajes póstumos de ningún tipo.

Entre su filmografía también destacan Caniche (1979), Reborn (1981), Lola (1987), Angustia (1987), Huevos de oro (1993), Lumière et compagnie (1996), Bámbola (1996), La camarera del Titanic (1997), Volavérun (1999) y Son del mar (2001).

Redacción/SinEmbargo
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